Tártaro II, La maldición del arquero (Historia Completa)

capitulo 44

Bueno amigos he vuelto, lamento la ausencia pero mi papá tuvo un accidente en su auto y ya se encuentra casi a un 100%, así que la vida debe continuar.

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Fusión de poderes.

Todos voltearon rápidamente y vieron como June se hundía lentamente en la arena.

-no te muevas- dijo Hanna -son movedizas-

June intentó respirar y calmar sus energías,  lentamente sintió como dejaba de hundirse tan rápido, a arena le llegaba a los muslos.

-Ada , no uses tu poder, serás en caso de emergencia- dijo Memphis - además aún debes recuperarte-

Ada asintió de mala gana, Helena llevo el poder a sus ojos y vio que la energía negativa se extendía por toda la arena, además de que Hanna también la tenía.

-las energía está dispersa por todo el lugar, no hay rastro de Seth, pero Hanna también está llena de aura negativa- dijo Helena mirándola fijamente, Hanna la ignoró.

-eso es porque Hanna tiene el poder de una diosa relacionada a la oscuridad, algo parecido a Anubis- dijo Memphis de manera seria. -busquemos alguna manera de sacar a June de ahí-

-las arenas a su alrededor concentran más energía que el resto- dijo Helena

-tengo cuidado donde pisan, esto es obra de Seth- dijo Memphis comenzando a avanzar pero ya era tarde... Todos comenzaron a hundirse lentamente.

-no se muevan - dijo Hanna mientras Memphis generaba un campo magnético a su alrededor que le permitía flotar un par de centímetros, pero su poder no alcanzaba para ayudar a los demás.

A lo lejos aparecieron tres siluetas, desde la arena misma, eran Seth y las dos marionetas que le quedaban.
Memphis se apoyo en la arena y miro fijamente a Seth mientras las marionetas volvían a desvanecerse.

-ahora nadie nos interrumpirá- sonrió el humano que poseía a Seth en su interior

-así que por eso me dejaste libre a mí y a ellas las fijaste al piso-

-claro, debo darte las gracias de manera personal por haber acabado por ese estorbo.- dijo extendiendo sus manos y la arena a su alrededor cobró vida.

-ahorratelo, entrené con Anubis y Neftis... No me ganaras- dijo Memphis comenzando a avanzar.

-¿Con Neftis?- preguntó Seth, dudando por primera vez desde que había renacido en aquel hombre, Neftis había sido su esposa en la vida anterior.

-vaya... Así que te afecta, lamento decirte que ahora el poder de la diosa que guía a los muertos está de mi lado- sonrió Memphis mostrando su confianza.

-¡cállate maldito!, Te mandaré a volar otra vez- dijo moviendo su mano derecha y una especie de brazo gigante se formó con la arena, y con una velocidad bastante elevada, cayó sobre Memphis generando un gran temblor.

-¡No te confíes¡- gritó Ada ya lista para liberarse pero Hanna la detuvo.

-guarda tus fuerzas para sellarlo-
Se escuchó un gruñido y un estallido, y cuando la arena levantada volvió al suelo, se veía a Memphis intacto, rodeado por una esfera de energía transparente.

Seth movió su otra mano sobre si mismo y la arena lo cubrió por completo como una armadura, se veía idéntico pero de color café y un par de tallas más grande.

Memphis sacó la espada de los bors y apunto a Seth.

-última advertencia, deja de luchar o te mataré- dijo Memphis con voz fría
-no tienes idea de lo que dices mocoso- dijo levantando una barrera de arena.

Memphis sonrió y fue solo una fracción de segundo, la espada brilló, se sintió el chispazo y un rayo salió de la punta del arma.

Seth salió disparado hacia atrás, el rayo había atravesado el muro y le había dado de lleno en el pecho, cristalizando la arena debido a la temperatura del impacto y provocando además de una fea quemadura, una parálisis temporal.

-yo he venido a derrotarte- dijo Memphis con una sonrisa llena de confianza mientras avanzaba hacia el Dios Herido.

-maldito.- bufó Seth poniéndose de pie -no puedo dejar que solo un idiota arruine mi plan, debo devolverle la gloria antigua a Egipto-

-ya rindete, ya te diste cuenta que tu poder no tiene efecto sobre mi, una vez que mate tu cuerpo humano, sellaremos tu alma y descansadas.- dijo Memphis a unos pocos metros de él y observó cómo la arena subía por sus piernas y se alojaba en su pecho, tapando la quemadura.

Seth le arrojó una esfera de arena a corta distancia y Memphis la desvío con su mano. Puso su mano frente a la cara de Seth y apareció una pequeña esfera de energía la cual detonó al instante.

Seth cayó unos cuantos metros más atrás con la cara cubierta de sangre.
-eso será suficiente para mandarte a dormir, ahora debo sacar a todos de la arena para no tener algún inconveniente si tú mueres- dijo Memphis pensando en voz alta, - además aún debo sellar el alma de Horus dijo volteando a su derecha pero el cuerpo ya no estaba.

Memphis corrió hacia la dirección que estaba el cuerpo de Horus pero no había señal de él.

-estoy seguro de que estaba muerto - bufó Memphis y un grito ahogado le llegó desde lejos, volteó y vio como June se hundía rápidamente.

Lanzó una esfera de campo de energía al otro grupo y corrió hacia June.

Ada, Hanna, Helena y Annabel entraron en el campo hecho por Memphis, el capo las levantó de la arena un par de centímetros dejándolas libres y protegidas.

Memphis lanzó un campo a June pero una figura de arena apareció desde el suelo y lo desvío.

-June- gritó Memphis y vio como la misma figura que había desviado el campo se lanzaba sobre ella sepultando a la joven.

-¿Buscas a alguien?- preguntó Seth desde el otro extremo de la zona -la sangre que viste era de un joven de la CIA que se ofreció a obedecer, puedo hacer arena más reciente si selecciono los minerales que hay dentro de ella.-

-devuélveme a June- bufó Memphis
-perdiste tu oportunidad- dijo Seth alzando ambas manos y aparecieron sus dos marionetas, una con el cuerpo de Horus y la otra con June inconsciente. La arena cubrió ambos cuerpos por completo y Seth cerró sus puños, la arena se compactó.

-si te sirve como consuelo, ella aún vive pero su poder me será útil- río Seth, mientras ambas masas de arena de unían a su cuerpo.

-devuélveme a esa chica - gritó Memphis lanzando una esfera de energía pero la arena la freno, generando una explosión antes de que llegara al Dios.

La gran masa de arena comenzó a compactarse y volvió a ser como era anteriormente.

La cara de Seth era nítida y definida, pero su expresión era totalmente diferente.

-muchas gracias por los sacrificios... Estaban deliciosos, y aunque ya no me quedan marionetas de voluntad propia, no necesito absorber a más para derrotarte- sonrió Seth extendiendo su mano derecha y apareció una esfera de energía de Horus, mientras la arena cobraba vida a sus pies.

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