Trish.
En cierto modo debería agradecerle a Carter el haber puesto mi mundo de cabeza, llevo catorce años de vida y en esos catorce años lo único interesante que me sucedía era cuando una turba enardecida se congregaba alrededor del palacio para verme salir y rapiñar algunas cosas mías y venderlas (mis plumas se venden muy bien en el mercado negro) o guardarlas como amuletos y Dios sabe que más cosas. Pero en sí, mi mundo había dado un giro de ciento ochenta grados desde la visita del chico y ¡solamente había pasado una semana!, los noticieros enloquecieron, mis criados me contaron que había rumores de que Carter era el primogénito del líder de alguno de los cultos paganos que estaban en las afueras de la ciudad y cosas por el estilo, miembros del gobierno eran despedidos y encarcelados, ¡todo era una locura!, pero al final solo había una persona de Alfa que disfrutaba de ello y esa era yo. Los desastres de Carter me habían dado mucho tiempo libre, dejé de ir a las iglesias a dar "milagros", al fin mi padre escuchó lo que quería decirle y puso un puesto de mantenimiento para mis alas en el palacio.
- ¿Lo disfrutas? –dijo Mérida mientras yo miraba el horizonte por mi balcón.
- "Dios le dio ojos al hombre para que viese las cosas buenas" –cité- es una de las pocas cosas sabias que ha dicho el rey.
-Te has pasado catorce años ignorando sus enseñanzas y ahora lo citas –dijo con un silbido- ese chico no es el único que tiene algo en el cerebro.
-Solo cuando me conviene –respondí, volví la mirada al horizonte mientras tocaba distraída la bala que tenía en el cuello, le había pedido al orfebre real como un favor especial que hiciese un collar con esa bala, por alguna extraña razón me sentí contrariada con la idea de deshacerme del regalo de Carter.
-Te queda bien –dijo una voz sobre mí, alcé la mirada y me encontré frente a frente con el rostro sonriente de Carter, vestía una túnica negra con capucha y estaba sentado en el techo de la torre- lindo lugar el que tienen aquí –dijo bajando de un salto hasta mi lado en el balcón, mi primer reflejo fue darle una bofetada, pero después de que mi mano impactase contra su mejilla escuché el sonido de un rebote metálico, alguien había disparado un arma, la bala había atravesado el sitio que estaba al lado de mi pie y rebotado en el techo- vengo en son de paz, pero Cat no... y es un poco... temperamental.
-Ya te enseñaré lo que es ser temperamental cuando lleguemos a casa –dijo una voz femenina a través de la radio que estaba en el cinturón de Carter.
-Como dije: temperamental –recalcó entrando en mis aposentos, por alguna razón un sentimiento de vergüenza atravesó mi mente a ver el desastre que era mi torre, ropa sucia y basura cubrían la alfombra y reprimí el deseo de querer recoger todo- veo que divinidad y limpieza no van muy bien de la mano.
- ¿Eres consciente de que sin me dañas arderás en el infierno? –dije desafiante.
-Si me dieran una moneda por cada vez que alguien me dice eso... -murmuró- soy consciente de a dónde voy, ya hasta hice mi reservación y créeme, la mitad de la ciudad tendrá una celda a mi lado, empezando por tu padre.
- ¿Qué estás insinuando, mortal? –exigí saber.
-Vaya... mortal, eso nunca me lo habían dicho –contestó sentándose en mi cama- de todos modos, vine para que le dieras un mensaje a tu padre de mi parte.
- ¿Por qué piensas que voy a decirle algo de lo que me digas? –lo admito, en ese momento me picaba la curiosidad, ¿Qué tenía entre manos ese niño?
-Porque hay cinco bombas esparcidas por todo tu palacio que no dudaré en activar –sacó de su bolsillo un pequeño control con cinco botones rojos, presionó uno y se escuchó un sonido atronador que tiró todo el inmobiliario de la habitación, lo miré horrorizada- no te preocupes, esa estaba en la cripta real, probablemente no haya matado a nadie, aunque dista mucho de importarme.
ESTÁS LEYENDO
Diario de un superviviente.
Novela JuvenilÉl es un chico solitario y misterioso con tendencias a desaparecer en un parpadeo que guarda un secreto de importancia global, ella es una vivaz chica que busca arreglar el extraño corazón de él. Por otro lado tenemos a un chico sin pasado e inmorta...