Trish.
Me encontraba acostada mirando el techo, ¿Nunca les ha sucedido qué se despiertan y por alguna extraña razón se quedan mirando al infinito?, pues esa era mi situación, me encontraba en una habitación de inmaculados muros blancos en los que estaban agolpados cajas y cajas y más cajas a medio abrir, sentí un leve momento de desorientación en el que sentí que debería estar en otro lugar, pero se fue rápidamente y me levanté, intenté recordar donde me encontraba y después de un par de tortuosos segundos recordé: me llamó Trish, tengo catorce años, soy hija única y me acabo de mudar a Torreón, Coahuila, México con mi abuela desde la Ciudad De México. Me reí de mí misma por mi desorientación y salí de la cama, me dirigí a la ventana de mi habitación y la abrí, el ruido de los vehículos al pasar cerca de la calle que estaba por mi casa me tranquilizó un poco y miré a la ventana de la casa de al lado, por entre las gruesas cortinas negras creí vislumbrar la silueta de alguien, pero en seguida esta desapareció, cerré la ventana y empecé a desempacar.
Me tomó varias horas, pero, al final miré satisfecha como todo estaba en su lugar, mi cama estaba pegada a la pared de la habitación, al lado de esta estaba una pequeña mesa de hierro y vidrio donde descansaban fotos de mis padres conmigo y una pequeña lámpara, enfrente de la cama estaba mi armario, un mueble de roble de un par de metros de altura que estaba a reventar de ropa, en una de las esquinas estaba un pequeño escritorio de madera con una laptop blanca en ella y había colgado en las paredes algunos posters.
-Trish ¿Estas despierta? –dijo la suave voz de mi abuela.
-Sí, puedes pasar, mira como me quedo –le pedí, mi abuela entró, era una mujer ya entrada en años con el pelo blanco como la nieve al igual que su tez, aunque en las fotos que mi enseñó se veía que de joven tenía el cabello tan rojo como yo, tenía buen porte, como el de esas damas que aparecen en las películas de los sesentas y salvo por las arrugas de sus ojos y boca uno no podría decir que tenía cincuenta y seis años.
-Sigo un poco descontenta con respecto a tus gustos sobre la moda –contestó son una mueca de descuerdo mientras veía mi guarda ropa- en mis tiempos...
-En tus tiempos no podías votar ni opinar sobre nada –le corté– y no digas que eras una santa porque mi madre tiene nueve hermanos.
-Cambiando de tema... -dijo mi abuela claramente abochornada- la vecina tiene un hijo, es un buen chico, deberías hablar con él. Le conté de ti a su madre.
-Ustedes los adultos nunca entenderán de las relaciones de este siglo –murmuré meneando la cabeza- pero gracias por el detalle.
-No hay de que, recuerda que la próxima semana empiezan las clases –respondió alegremente mientras salía de la habitación.
-Clases... demonios... -murmuré mientras me sentaba en mi escritorio y encendía la laptop.
Navegué en la web durante un rato mientras platicaba con mis amigos de la Ciudad de México y justo cuando estaba a punto de cerrar la computadora en el sitio web de la CNN una noticia me llamó la atención.
-"El mundo tiene sus dudad con respecto al nuevo experimento patrocinado por el gobierno de los Estados Unidos" –leí en el encabezado y continué con lo que decía –"en los últimos meses la opinión pública ha mostrado sus dudas con respecto al proyecto del gobierno de los Estados Unidos que involucra la investigación de las hipotética anti materia y su posibles beneficio para la humanidad en cuestión de energía" –escuché una especie de grito seguido de un fuerte golpe seco en la casa de al lado, fui a la ventana y la abrí para ver que sucedía, a través de la cortina pude ver otra vez una sombra que se frotaba lo que supuse era su frente y salía de cuadro otra vez- ¿Estas bien? –pregunté pero no recibí respuesta alguna por lo que me encogí de hombros, volví a mi escritorio y a mi lectura de la noticia- "las dudas con respecto a este proyecto se basan en los hipotéticos peligros a escala global que representa este material debido a la probabilidad de que cree agujeros negros..."
Cerré la computadora y me levanté mientras me reía de la noticia.
-Agujeros negros, si claro, y yo soy un ángel- dije entre carcajadas y salía de la habitación.
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Diario de un superviviente.
Fiksi RemajaÉl es un chico solitario y misterioso con tendencias a desaparecer en un parpadeo que guarda un secreto de importancia global, ella es una vivaz chica que busca arreglar el extraño corazón de él. Por otro lado tenemos a un chico sin pasado e inmorta...