45 . La emergencia

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Trish.

Todavía recuerdo ese momento...

Carter, el papá de Luna y yo habíamos salido de la cueva, Luna corrió con su padre y ambos se fundieron un gran abrazo, por otro lado, Cat corría como un viajero que ve un oasis en el desierto hacía Carter y justo cuando ella caía en sus brazos para darle un tímido beso en los labios la expresión de Carter cambió...o más bien fue borrada por completo, su mirar se tornó vacío y su mano salió disparada a las katanas que tenía en la espalda, desenvainó una y como un destello se alejó de Cat y le enterró la espada cuan larga era en el estómago, de la herida empezó a brotar una especie de energía oscura y una risa llenó el aire, esa risa era como si el vacío riera por un buen chiste, todo se tornó negro y de la nada estábamos en el búnker, solos...y sin la pareja.

Habíamos aparecido en el recibidor del búnker y todos teníamos la misma mirada de terror y confusión.

-Pero qué... -fue lo único que pude decir antes de que Lucia con un ademán de mano hiciera desaparecer a Luna y su padre, miró a una de las esquinas del búnker y asintió.

-Trish, ve a la habitación número trece y saca de la mesita de noche una tiza roja, con ella completa el círculo que está debajo de la cama -al ver que yo no movía un músculo su expresión cambió de tranquilidad a miedo- ¡¿No me escuchaste?!, ¡Vete ahora! -me gritó.

Corrí por los pasillos (y en más de una ocasión me perdí) hasta la habitación que me había dicho, saqué de la mesita de noche una tiza tan roja como la sangre y moví la cama para dejar al descubierto un círculo que tenía inscritos varios símbolos raros, era una obra casi perfecta, salvo que una parte estaba incompleta, era un trozo del ancho de mi meñique, pero cuando cerré la línea empezó a despedir un brillo color sangre que luego se apagó. Corrí de vuelta a donde habíamos llegado.

-...listo -terminó de decir Ana cuando llegué al recibidor.

-Trish, no hay tiempo de explicar, Ana y yo iremos a un sitio especial para conseguir algo que nos puede ayudar en el embrollo que tenemos, una amiga mía va a venir a cuidarte hasta que regresemos dentro de cosa de unas semanas, hasta entonces no salgas del búnker, has todo lo que mi amiga te diga y hagas lo que hagas no te contactes con Carter, acaba de suceder algo muy malo y tu vida corre peligro -se acercó a una de las paredes y deslizó su dedo por ella en una line vertical, un estruendo se hizo escuchar mientras que la pared se deformaba y una especie de grieta se habría en ella- Ana dejó una copia de sus funciones vitales contigo así que no te preocupes por sobrevivir, por cierto, Luna y su padre están a salvo y en su nuevo hogar, Carter no les hará daño, en cuanto a ti...cuídate.

Dicho eso saltó con Ana tomada de su mano en la grieta que se cerró tras de ellas dejándome sola en el búnker sin saber nada.

Diario de un superviviente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora