Diario de un superviviente.

15 Un pequeño claro de tranquilidad y lucidez en un bosque de idiotas.

Trish.

El día había llegado, era el día en que Carter me enseñaría lo que fuese que hacía que no me molestase estar solo, estaba entusiasmada, ¿Qué sería?

- ¿Tu lugar está en Narnia? -pregunté mientras caminábamos por el semi bosque de la escuela, como iba con falda los matojos me arañaban las piernas y hacían insoportable la marcha.

-Al lado, ¿Quieres que te cargue?, luces cansada -su ofrecimiento me hizo sonrojarme, pero asentí, él se agachó y me cargó de caballito sobre su espalda, caminamos en silencio un rato hasta que se detuvo y se acercó a un árbol- ya casi llegamos.

Cinco minutos después nos encontrábamos en un pequeño claro, el suelo estaba conformado por lozas resquebrajadas por la naturaleza de las que salían pequeños brotes de pasto, en el centro había una pequeña fuente de cantera a la cual la naturaleza había reclamado.

-Un pequeño claro de tranquilidad y lucidez en un bosque de idiotas -murmuró Carter.

- ¿Estoy yo en ese bosque? -quise saber.

-Hasta donde sé estas en el claro conmigo -se acercó a una de las losas y la apartó, sacó una pequeña bolsa de tela, de ella sacó una botella con agua que me ofreció, aunque estábamos cerca de diciembre el calor era espantoso, por lo que acepté.

- ¿Cómo encontraste este sitio? -me senté en el borde de la fuente y miré el cielo, los árboles habían crecido tanto que formaban una pequeña cúpula con sus ramas y hojas, la luz se filtraba a través de ellas y creaba diversas formas- ¿Los profesores saben de él?

-Solo el director, de hecho, hice una apuesta con él -se sentó a unos pasos de mí, al lado de la fuente, sacó otra botella y bebió- si saco promedio perfecto en los semestrales él manda a arreglar la fuente y me da acceso a una copia de los planos de la escuela, si pierdo, tengo que volver con Bet, su sobrina.

- ¿Bet es sobrina del director? -eso me sorprendió, aunque explicaba el por qué todos la trataban como a la reina y porque no reprobaba al no entregar las tareas.

-Sí, me enteré cuando empezamos a salir –su mirada pareció captar algo en las sombras, por lo que se levantó y tomó la bolsa de tela, la puso en el agujero y lo tapó- no hagas preguntas cuya respuesta no se puede obtener.

-Está bien... supongo -miré con más detenimiento las sombras, pero no vi nada, probablemente Carter tenía comida ahí y un animal la olió- pero, responde mi pregunta ¿Cómo lo encontraste?

-La bibliotecaria, solía pasar mucho tiempo ayudándola y me dijo que la escuela tiene algunos sitios ocultos que se remontan a su fundación, salones, bodegas, de hecho éste claro era el centro de la antigua escuela, cuando se volvió más grande derrumbaron y abandonaron los antiguos edificios para construir los más nuevos, por eso quiero los planos -miró otra vez las sombras, como si esperase encontrar otra vez aquello que lo hizo ocultar la bolsa- si obtengo los planos puedo encontrar esos sitios, me da curiosidad saber qué cosas sobrevivieron a los años de abandono, aparte, me mencionaron algo sobre una vieja biblioteca.

- ¿Haces todo esto por unos libros? -la idea me daba risa- ¿Por qué no compras unos cuantos y ya?

-Porque los libros antiguos me gustan -reconoció- coleccionar libros y monedas me gusta.

-Al menos tienes un pasatiempo normal -creí ver una figura en las sombras, la de un humano, pero de deshizo como si fuera humo- y ¿Qué no hay serpientes y demás cosas aquí?

-No, los gatos se las comen -a lo lejos sonó la campana, ambos nos levantamos y seguí a Carter a través de los árboles y un par de minutos después estábamos en el sendero a la escuela.