Diario de un superviviente.

39 .Plan de emergencia

Trish.

Cat me había estado entrenando durante varios días después de que me informara de mi papel en el rescate de Carter, primero teníamos que construir el dispositivo de Lucía, luego habría que encontrar la ubicación de Suma Caridad e ir por Carter, Ana nos había dicho que Lucía la había contactado y tenía una infiltrada en Suma Caridad cuidando de Carter, no nos podía decir dónde se encontraba, pero que estaban intentando descifrar la inmortalidad de Carter, gracias a ello los planes se aceleraron más de lo esperado.

-Tienes que aprender más rápido -me regañó después de que me dejara tirada en el suelo mientras me enseñaba a defenderme.

-No puedes esperar que aprenda a noquear a un adulto en una semana -me quejé cuando me estaba poniendo de pie y ella me daba un ligero roce con el dorso de la mano en la tráquea.

-Si hubiera querido te habría dejado en el suelo sosteniéndote el cuello, tienes que estar siempre atenta, ahora eres una criminal, debes aprender a defenderte -intenté darle un golpe en la cabeza, pero ella esquivó el golpe con una agilidad felina increíble- eres muy predecible, ataca a donde nadie se lo espere, eres delgada y veloz, úsalo a tu favor.

-Yo nunca necesité pelear, tenía una guardia de honor para hacerlo -le recordé mientras arremetía de nuevo contra la chica y ella me ponía el pie para que me tropezara.

-Aquí no hay guardias para hacerlo, solo tienes lo que tu cuerpo pueda hacer. Tenemos a misma edad y complexión, tendrías que poder hacer lo mismo que yo -ella esquivó otro de mis golpes, pero aproveché el impulso que tenía para darme la vuelta e intentar golpearla con el codo en la coronilla, por poco y no lo esquiva- eso estuvo mucho mejor, sin embargo, peleas muy limpio, recuerda que te enfrentas a adultos, gente que es más fuerte y ágil que tú, aquí las reglas no cuentan, cazador o presa, ¿Qué eres?

-Ninguna de las dos, solo quiero que me dejen en paz -respondí.

-Carter y yo queríamos eso, en respuesta él fue torturado hasta la locura y yo fui forzada a ver cómo él... -cerró la boca de repente, se dio cuenta de que había hablado demasiado- la lección termina aquí, pasado mañana iremos al museo, por lo que te conviene entrenar, recuerda que no soy Carter, te sacrificaré si llega a ser necesaria tu muerte -tomó una toalla del suelo y salió sin decir nada.

Media hora después estaba en mi habitación saliendo de darme una ducha, estaba demasiado húmeda, cerré los ojos y sentí como mi piel se cubría por una fina capa de llamas, no sentía más que un leve calor cubrirme el cuerpo, como si me diese el sol.

-Trish, recuerda que tengo instrucciones de ponerte a dormir si detecto alguna actividad extraña de parte tuya, prenderte fuego es una de ellas -advirtió Ana mientras unos cilindros de metal salían de las paredes y se cargaban con dardos tranquilizantes.

-Perdón Ana, ya me apago -mi cuerpo se enfrió de repente al apagarse el fuego.

- ¿Por qué ni usa sus llamas para defenderse en lugar de sus puños como sugiere Cat? -preguntó inocentemente Ana mientras salía del baño, ella estaba sentada en mi cama mirándome fijamente con esos ojos suyos.

-Porque eso podría matarlos, no soy una asesina, Ana -contesté mientras me vestía con una blusa blanca y un pantalón de mezclilla, ambas me quedaban enormes- ¿Por qué no hay ropa de mi talla?

-Luna es la que le compraba la ropa a Carter y a Cat, ellos no pueden aparecer en Alfa para hacer ese tipo de cosas al ser criminales, por lo que ella recibía del dinero que Carter y Cat hurtaban para comprar cosas coma ropa y artefactos de ocio -explicó- pero al ser ahora una fugitiva como usted ella tiene que permanecer aquí bajo nuestro resguardo y no salir del bunker, de lo contrario se le capturaría y mataría por algún crimen ficticio orquestado por su hermana o el profeta, por lo que no puede ir a Alfa a conseguir es tipo de cosas, así que lo que usted está usando es la ropa de Cat que no quiere o dejó de quedarle.