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IMAGINA #15

Imagina que es domingo por la mañana, tu mejor amigo te levanta llamándote por el móvil  informando que pasaría por tí en media hora, te dijo que estuvieras lista y antes de que contestaras el chico colgó. 
Hiciste un mohin y sin más te apresuraste a alistarte. Terminaste optabdo por usar un pantalon de mezclilla, unas zapatillas negras y un buzo azul marino, peinaste tu cabello en un moño alto y saliste de casa. No sabías si tu vestimenta era adecuada, después de todo el chico nunca te informó a donde irían.
Bajaste de tu apartamento encontrándote a YoonGi recostado en su auto, te saludó al verte salir.
El chico usaba unos pantalones negros un poco holgados, botines negros y una sudadera del mismo tono, pareciera que el chico siempre andara de luto, pero siempre había sido así.
Al estar a su lado besaste su mejilla provocando que el chico regresara el beso.
-¿Estás lista?- pregunto con una enorme sonrisa.
-Te diría que sí, pero no sé a donde vamos... y conociéndote vas a terminar sacandome canas verdes.-respondiste con un suspiro cansado.
-¿Que comes que adivinas _____?
El chico arrancó el auto con rumbo desconocido.
Duranto toda la trayectoria iban escuchando a Hit Boy, ambos compartían un amor inexplicable por el rapero, obviamente YoonGi era un genius en el rap, en cambio tú muchas veces te trababas, pero eso no impedía amar el género.
Como un par de locos seguían cantando cuando aparcaron en una zona desconocida y algo deshabitada, te preocupó un poco, pero recordaste que ibas con él, jamás te haría daño.
-Hey.- te habló llamando tu atención.- no te preocupes, nos vamos a divertir.
El chico bajó del auto y corrió al otro lado del auto para abrir la puerta.
-Eso espero.- murmuraste.
El chico siempre se comportaba de lo lindo contigo y un grupo seleccionado de amigos (no muy grande por cierto) era muy reservado y serio para los demás, pero tú conocias su historia al derecho y al reves, y estabas feliz por que te diera tal privilegió después de una amistad de casí ocho años.
La verdad es que te sorprendió mucho cuándo comenzaron a caminar más hasta llegar a un lugar donde estaba cercado, en un cuadrado enome habían varios pedazos de madera y metales simulando pequeños bunquers, y no sólo eso, se formaban pilas de heno en varias secciones del lugar, redes en el piso y un sin fin de más cosas.
-¿Donde estámos?- preguntaste confundida, tenías una idea, pero no sabías si estaba en lo correcto. YoonGi te tomó del brazo y dirigiendote a una pequeña cabaña.
-Una vez me dijiste que no te gustaban las cosas extremas, pues yo te aré cambiar de opinión.
El pelinegro entró a la cabaña contigo pisándole los talones, una vez adentro saludo a un par de chicos y hablaron un par de minutos, después ambos te voltearon a ver y sonrieron maliciosamente, luego de ello, el chico que estaba detrás del mostrador dejó arriba de el dos equipos de juego y un par de armas que no reconociste.
-No voy a matar a nadie Min YoonGi.- dijiste algo alterada.
-No vamos a matar a nadie.- dijo Teniéndote una de las armas a y tí.- vamos a jugar gotcha querida.
***
Después de ponerte el equipo de protección te explicaba las reglas del juego, si te daban en la piernas y brazos perdías puntos, pero si te disparaban en el torso automáticamente estabas fuera.
También explicó que el juego sería entre ellos dos, nadie más, algo así como un partido amistoso.
Después de la explicación que no entendiste muy bien gracías a la rapidez que hablaba como un rap se dirigieron al campo de batalla.
Comenzabas a preguntarte si una bolita de pintura podía lastimarte, YoonGi no te lastimaría ¿o sí?
Después de que finalizara el divertido pero algo doloroso encuentro, ambos se encontraron en un empate, por lo cuál decidieron dejarlo hasta ahí. Te dolían la piernas y brazos a causa de moverte por todo el campo de batalla sin dejar de mencionar la bolas que te lanzaba Min sin piedad. Pero el terminó igual de agotado que tú.
Ambos decidieron comer los empardados que YoonGi llevaba preparados y te entregó una lata de jugo. Ambos platicaban aun manchados de lodo y pintura. La mitad de su cara estaba cubierta de un azul cielo y la tuya de un amarillo pollo  -nada lindo-
-Me divertí mucho hoy.- dijo el chico soltando un suspiro.- aunque seas la peor jugadora en la historia.
-Yo que tú no hablaría Min, dos minutos más ahí y te hubiera ganado.- su sonrisa arrogante surgió en sus labios.- siempre me divierto contigo.
-Concuerdo contigo ______, cuándo estoy contigo no hay manera en que me aburra.
-Somos imparables, los mejores amigos, no por algo te aguanto desde pequeña.
-ja, ja, muy graciosa.- pellizcó tu mejilla y luego se quedó mirandote a los ojos.- es una lástima que quisiera terminar con esta amistad.
-¿Que dices?- te alejaste un poco de el ¿que mierda estaba diciendo?
-Me refiero a que quiero a ser algo más que tu mejor amigo.- respondió en un susurro.- quiero ser tu mejor amigo, siempre, pero ... pero también quiero ser tu novio.
Quedaste petrificada ante sus palabras, tomó tu barbilla y acercó su rostor al tuyo con toda la calma del mundo, estabas muy nerviosa ¡tu mejor amigo estaba apunto de besarte! Más sin embargo no hiciste nada por apartarte y ambos se fundieron en un calido y dulce beso que al principio te costó corresponder, sus labios bailaban al compás de una melodía desconocida.
Al finalizarlo, sus frentes chocaban entre sí, y los colores en su rostro se habían combinado en un tono verde.
-Me gustas mucho ______- dijo para volver a besarte.