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IMAGINA #12

Imagina que vas caminando por la calle, la noche está comenzando a caer y tú hogar aún está algo alejado del lugar en donde te encuentras.
Te subes a un bus con la idea de tomar uno más para llegar más temprano a casa. Cuándo bajabas para tomar el segundo voz a tu casa, un tipo con finta de maliante se para delante de tí diciendote en voz baja que le dieras todo lo que tenías, y que si intentabas gritar, te cortaría la garganta, lo cuál te dejó completamente helada, mirabas ansiosamente a la gente que pasaba pidiendo ayuda, pero nadie parecía notarlo.
Ya resignada, estabas a punto de darle al tipo tu bolso con tu dinero recién sacado del cajero para la universidad, cuándo una voz se escucha detrás del tipo, una voz muy dulce y amable que te hizo sentir que la esperanza a la humanidad regresaba a tí.
-Disculpa ¿se puede saber por que estás molestando a mi novia?- El tipo que intentaba asaltarte, se dió la vuelta encontrándose con otro chico pero apuesto y más joven. Era la primera vez que veias a un chico tan guapo, cabellos rosa, piel blanca, ojos marrones, era cómo un idol.
-¿Es tu novia?- preguntó con burla el tipo.
-Por algo te lo estoy diciendo, alejate de ella si no quieres que te parta en dos, basura.- el chico misterioso le dedicó una mirada que realmente daba miedo al asaltante, ¿cómo un chico tan lindo podía lucir tan espeluznante?- así que ahora largate.
El maliante salió corriendo dejándote a solas con el chico ¿que tal si él era otro delicuente?
-Estás bien.- preguntó el chico preocupado.
-Sí, muchas gracías, la verdad no sé que habría hecho si nadie interferia.
-Pues al parecer el destino me colocó gentilemente en tu camino, y no hay de que.- el chico extendió  su mano para saludarte.- por cierto, me llamo Jimin, Park Ji Min un gusto en conocerte...ammm
-T/n, el gusto es mío.
-¿Quieres que te acompañe a casa? Estos lugares son muy peligrosos y ya es muy tarde para que andes sola por ahí.
-Oh gracías pero no quiero causarte molestias.
-Creeme, no es molestia escoltar a una bella señorita a su hogar, quiero ver que llegues a salvo.
-Bueno, está bien.
En el camino a casa estuvieron hablando de cosas, tratandose de conocer más. Descubriste que el chico practicaba artes marciales, que ama bailar y que su voz llegaba a ser muy tierna, e incluso intercambiaron numeros.
Una vez que llegaron a tu casa, él estaba apunto de irse, pero se dió la vuelta.
-Me preguntaba si mañana tienes algo que hacer ¿podríamos salir por un helado?
-Me encangaría.-respondiste totalmente emocionada, por alguna razón el chico comenzaba a agradarte.
-Genial.-respondió con una bella sonrisa.- entonces, paso por tí mañana.
-¿Es una cita?- preguntaste avergonzada.
-Es una cita.- afirmó dandose la vuelta y despidiendose con su mano en el aire.