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IMAGINA #29

Imagina qué:
Estás lista para comenzar tu día, preparando tu delicioso y muy nutritivo desayuno, eres una chica muy sana y debes seguir tu alimentación muy estricta pero saludable.
Después de acabar,corriste a cepillar tus dientes y darte un rápido baño. Al salir te enfundaste en tus pantalones cortos y un top de ejercicio, era tiempo de comenzar con tu rutina saliendo a correr. Una vez que tuviste el cabello más seco, lo levantarte en una coleta. Agarraste tu reproductor de música y Call me baby de EXO comenzó a sonar indicándote que era tiempo de salir de casa.
Después de casi unos cuarenta y cinco minutos corriendo, decidiste parar un rato a hacer estiramientos en un muy agradable parque. Aquel lugar a esas horas de la mañana solía estar solo, pasaban personas por ahí, más nunca una se quedaba por lo general, cómo lo estaba asiendo un castaño que de igual forma parecía estar asiendo ejercicio, pero era más que estiramientos.
Por algún motivo te sentias bien al encontrar a más personas con el gusto de cuidar su cuerpo y su salud, que eso es lo primordial en la vida después de la familia.
Te sentaste un momento en una de las bancas vacías, abrirste tu botella de agua y comenzaste a masticar tu jugosa manzana, al menos así tendrías más energía para continuar con tu rutina diaria de los sábados.
Hey mama, igualmente de EXO se reproducía en el momento que aquel castaño se giró para darte una mejor visión de su rostro mientras amarraba el cordón suelto de sus zapatillas; era un chico alto, su cabello castaño estaba algo albororado, un rostro muy bien proporcionado, mejillas rosas, mandíbula fuerte, a demás de unos ojos penetrantes oscuros y una boca muy bien moldeada, un tipo muy guapo en toda la extensión de la palabra.
Al parcer notó tu mirada sobre él, ya que alzó su mirada y te atrapó, el chico proyectó una sonrisa que casí te provoca un paro al corazón, afortunadamente no luciste como tonta y le devolviste el gesto.
Miraste la hora en tu reloj llegando a la conclusión de que era hora de regresar a casa, después del ejercicio tenías que regresar para terminar con tus deberes de la universidad para finalmente tener una tarde relajada y tranquila.
Comenzaste a correr de nuevo en la misma dirección por la que habías llegado.
Restaba subir los escalones de tu edificio para llegar a tu hogar dulce hogar, cuando sentiste una muy repentina y fuerte sacudida asiendote caer de culo en el pavimento.
Un par de piernas se plantaron delante de ti seguido de una mano extenderse para ayudarte a levantar, sin dudarlo demasiado la aceptaste. Al estar de pie, caiste  en la sorpresa de quien te había ayudado, era nada más y nada menos que el mismo chico del parque, el de los dientes chistosos. Estaba increíblemente atractivo; las mejillas coloradas, el pelo revuelto y el pecho agitado. Finalmente soltó un suspiro y habló, con un timbre de voz muy masculino pero dulce.

-Lamento hacerte caer, suelo ser muy distraído y torpe que aveces...- el chico se quedó callado un momento, parecía que no te había reconocido hasta mirarte de pies  cabeza.-espera, espera, ¿eres la chica del parque?- más que una pregunta, sonaba como una afirmación. A lo que sólo asentiste.
-¿A caso estas siguiendome?- preguntó acompañando de una risa socarrona que logró molestarte un poco.
-¡No te estoy siguiendo! Vivo en este edificio.- respondiste a la defensiva.
-Oh, perdona, me acabo de mudar hace un para de días aqui mismo... a los únicos vecinos que conozco son a los de mi piso.
-Espera, ¿eres la persona que se mudó arriba de mi pieza y pone a todo volumen linking park mientras trato de estudiar?- el castaño se burló ante mi comentario.
-Uhh hum, soy yo, lamento molestarte, prometo no escuchar música tan fuerte de nuevo.- prometió.
-Es muy agradable de tu parte, gracías, adiós, que tengas buen día.- estabas subiendo las escaleras para llegar a hogar cuando la voz del chico te detuvo.
-¡Espera!- te giraste lentamente para mirarlo de nuevo a la cara.-¿puedo saber tu nombre?
Tus ojos se abrieron cómo platos.
-Sí, me llamo ______, ¿Y tú?
-JungKook, un gusto.
-Igualmente.- respondiste regalandole una última sonrisa para regresar a tu hogar.
***
Estabas tomándo una taza de té mientras la relajante música de Zion T sonaba en tu estéreo de manera tranquila al mismo tiempo que leias tu libro favorito, pasar la tarde de un sábado de esa forma, era la mejor manera de aprovechar un día de descanso, las fiestas y salidas a clubes eran mejores si las dejabas para el domingo.
Te levantaste por más té cuando el timbre comenzó a sonar. Cuestionabas en tu cabeza de quien se podría tratar, realmente no estabas esperando a nadie.
Al abrir la puerta te encontraste con la sorpresa de que se trataba de tu nuevo vecino, JungKook, vestido de una manera casual con una taza blanca entre sus manos. A pesar de que su vestimenta era sencilla; pantalones negros, camisa blanca, gorrito de lana sobre su cabeza y un par de zapatillas rojas, lucía muy guapo. Te odiaste en ese momento por traer puesta una remera grande y holgada en color rosa pastel, unos mini shorts blancos, tus calcetines de arcoiris, tus gafas de lectura y tu cabello amarrado en moño despeinado.
-Hola JungKook ¿que se te ofrece?- preguntaste lo más amable y tratando de tragarte tus nervios, ¿a quien querías engañar? El tipo te ponía nerviosa por que llamaba tu atención, comenzaba a gustarte a pesar de conocerlo esa misma mañana. Y para ser sincera, no te habías olvidado de su muy bonita sonrisa en todo el transcurso del día.
-Lamento si llegó a molestarte _____, vengo para ver si podrías regalarme una taza de...- el chico se quedó pensando en sus siguientes palabras, hasta que finalmente frunció el ceño ligeramente y suspiró cansado.- realmente vengo aquí con la excusa de pedirte una taza de azúcar cuando realmente nisiquiera me gusta tanto pero sólo lo hago con la intención de venir a verte y tener una conversación agradable contigo, posiblemente pidiendo pizza o alguna ensalada para pasar el rato, la verdad es que no conozco a nadie por aquí y quiero acercarme a ti.- el chico habló tan rápido que te costó un poco de trabajo entenderle y procesar todo lo dicho. Pero cuando terminó su larga frase, tus mejillas no tardaron en colorearse de un rojo carmesí. El chico te miraba nervioso y sorprendido, posiblemente dándose cuenta de lo que te acababa de decir, también estaba sonrojado. Suprimiste una risa y asentiste.
-Entoces...¿quieres pasar?- dijiste apartandote de la puerta para dejarlo entrar, Jungkook te miraba sorprendido, como si no se la creyera. Estabas invitando a una persona que apenas y conocías a tu casa, pero la verdad es que te inspiraba confianza.
-Muchas gracías.- respondió un tímido Jungkook entrando a tú pieza.

***

Helou helou!!?\._./
Espero que tengan bonito fin de semana mis amores <3 por favor sean tan amables de pasarse por mi Fic de Suga "Infires" que s encuentra en mi perfil, denle mucho de su love beibis uvu
Éxito.lll.<3