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IMAGINA #44

Imagina que:

Habías conocido a HoSeok en las salas de practicas de la JYP.
Al igual que tú, ambos eran aprendices.
Su determinación y consideración con los demás captó tú atención.
Habías oído gracias a tus compañeros que era uno de los que llebavan tiempo siendo trainee.
Nunca habías tenido el coraje para hablar con él, sólo se  dában saludos llenos de cortesía cada vez que se encontraban en la misma sala.

Tus tiempos de practica al principio no eran muy buenos, realmente te costaba mucho poder llevar el ritmo sobrecargado que con llevaba este tipo de entrenamiento.
Los profesores solían regañarte mucho, pero ninguno dejó de ayudarte, al contrario.

Creían en tí, incluido él chico con hermosa sonrisa...

HoSeok era muy animado con todos, no podías ignorar su presencia por lo brillante que era, como si florecitas crecieran a su alrededor al pasar, era todo un maravilloso chico.

Un día te habían asignado la coreografía de uno de los grupos de la empresa, al ser una de las bailarinas de apoyo creyeron que sería bueno que lo hicieras.
Una gran carga y reto importante para alguien como tú.
Pasabas tanto tiempo en la sala de ensayos hasta llegar al punto de dormir allí.

Los nervios no dejaban que te concentrara, la mitad de la coreografía habías logrado crearla sin problemas, pero el problema estaba allí...

Te habías bloqueado, y eso no era bueno.

Frustrada y al borde de las lágrimas, tiraste lejos la botella de agua ¡joder! Como podía pasarte aquello.
Habías practicado toda la noche pero era imposible, las ideas no volvían a surgir.
Buscando algún tipo de consuelo ocultaste tu rostro entre las piernas.
Tal vez no pertenecías a ese mundo y el profesor te lo quería hacer entender de alguna forma indirectamente.

-¿Te encuentras bien?-

Quitando rápidamente las lágrimas e incorporandote a la velocidad de la luz, sonreíste ocultado aquel rastro de tristeza.

-Sunbae... Estoy bien-

Respondiste intentando sonreír, pero terminó siendo una especie de mueca extraña.

HoSeok te observó unos segundos tratando de descifrar mi problema.

-¿Ocurre algo? No te veo muy bien...¿Tiene algo que ver con la coreografía? - sus ojos te estudiaban.

Tenias ganas de vomitar...
Observando mis pies, asentí.
Tal vez debería pedirle un consejo...¿no estaría mal?

-Lo supuse, cuando te dieron aquel reto sabía que no lo hacía con buenas intenciones... -

-Me alegra oír eso, por lo menos no fui la única... - respondiste.

-Está bien, muéstrame lo que tienes.- mencionó con una hermosa sonrisa.

Caminó en dirección a el reproductor de música, para comenzar a quitarse su chaqueta.
Tus ojos rápidamente lo observaron como una especie de dios, era tan guapo...

Nunca ibas a olvidar lo que hizo por ti, el esfuerzo y determinación en sus ojos lograron transmitirte el último deseo de luchar por tus sueños.

Estuvieron toda la noche realizando varios movimientos hasta poder terminar finalmente.
Habían perdido la noción del tiempo, sólo se detenian a comer algo y refrescarse.

A veces él hacía bromas para alijerar el ambiente, pero todo fue alegre. Al volver a caer la noche ambos se despedieron.
Pero él había insistido a acompañarte a los dormitorios.