Vos y Remus estaban en tu camarote. Le mostraba las cosas de lujo y valor que había allí.
Tn: Y estás son mis pinturas compradas. Las pintó un tal Picasso.
R: Vaya, son realmente bonitas.
Agarra una y la examina como un profesional. Vos pensabas en su cuaderno de dibujos con chicas dibujadas, todas desnudas.
Tn: Remus.......
R: ¿Sí?
Dejó la pintura en un rincón.
Tn: Quiero que me dibujes como tus chicas francesas. Sólo con el collar.
Te mira intensamente y asiente.
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Se acomoda en un sillón y examina sus lápices para dibujarte. Alza la mirada y te ve parada en el umbral de la puerta, con una bata de seda. Sin nada puesto más que aquello y el collar de corazón. Dejas caer la bata dejando ver tu cuerpo. Remus se pone nervioso.
R: Eh.....acuéstate allí.
Obedeces. No te puede quitar la vista de encima.
Tn: ¿Así?
R: Sí.....más quieta.......bien.
Comienza a dibujarte. Lo ves serio, muy profesional.
Tn: ¡Qué serio!
Te mira y ríe. Siguen más momentos en silencio. En los que ambos se miran con intensidad.
R: ¡Terminé!
Te paras, recoges la bata y te la colocas, y va a ver tu dibujo.
R: ¿Qué tal?
Tn: Perfecto, cariño.
Se besan.