Esa chica extraña

Dos cabezas

La pelea continuaba y entre los múltiples ataques que esquivaba y los gritos de Inuyasha me estaba agotando.

—¡Tonta, termina de una vez con esa pelea!

Un gruñido mío basto para que Inuyasha se callara.

Me dejé caer de rodillas al suelo mientras intentaba respirar con dificultad.

—¡Eso es amo Sesshomaru, yo siempre supe que usted saldría​ vencedor!—Sólo faltaba que Jaken gritara "Amo Sesshomaru lo amo."

Reí ante ese pensamiento.

—La pelea acabó, tú ganas.—Artículo con dificultad.

—Maldición... ¡Cuidado!—De un momento a otro estaba en los brazos de Inuyasha, quien esquivaba unos... ¿Tentáculos?

¿Acaso un pulpo gigante nos estaba atacando?

—¿Qué pasa? ¿Nos esta atacando un pulpo?—Inuyasha me miró como si me hubieran crecido dos cabezas.

¿Qué?

—¡Tonta, es Naraku!—Frunzo el ceño.

—¡No soy tonta, baka!

—Ya van a empezar...

—¡Señor Inuyasha, señorita Azul, cuidado!—Escuche a Rin.

Hubo un ataque que Inuyasha no pudo esquivar y terminamos aplastados contra el suelo.

—Itai...

—Así que eso era.—Un tentáculo un poco mas pequeño se ató a mi muñeca y me sujetó hasta quedar colgada frente a Naraku.—Tu sangre cura a los youkai, me serás útil...

—¿Sabes? No soy una herramienta.—Corto con mi espada el tentáculo que sujeta mi muñeca, pero otro aun más grande me atrapa de la cintura antes de que cayera.—Rayos...

—No intentes pasarte de lista, humana. Te irá mal.—Su agarre se fue apretando hasta hacerme gritar.

—S-suéltame...

—Ya no eres tan valiente, ¿No es así?

Rayos, dolía horrible, no podía respirar bien y parecía que a cada segundo aplicaba más fuerza a su agarre.

—C-chicos...

Gomen... No podré ayudarlos está vez...

Pude escuchar sus gritos llamándome, hasta que de repente todo se oscureció...

Narrador omnipresente.

Una flecha impacto en el tentáculo que sostenía a la —ahora inconsciente— chica. Los esfuerzos de la sacerdotisa fueron en vano, una vez desintegrado, otro tentáculo atrapaba a la ojigris.

Naraku no iba a dejar ir algo tan valioso.

—Infeliz, suéltala.—Inuyasha desenvainó a tesseiga, dispuesto a cortar los tentáculos que apresaban a su amiga.

Estos se movían y el hanyou detenía su ataque para no dañarla.

—Pero ¿Qué...?—El malvado hanyou no lo vio venir, sus tentáculos fueron cortados por unas filosas garras impregnadas de veneno.

Todos miraban asombrado al youkai que tenía en brazo a la castaña.

"Sesshomaru... ¿La salvó?" Pensó la miko viendo la escena aún sin creerselo.

"Humana insignificante o no. No morirás." Pensó el frio youkai mirando a la chica inconsciente. "No escaparás de mí..."

—Humana.

—¿Cuantas veces... Te he dicho...?—Abrió los ojos con dificultad.—Tengo... Nombre...

A su alrededor, una vez que el hanyou y sus amigos lograron derrotar a la marioneta, corrieron a auxiliar a la ojigris.

—Que rápido despertaste.—Comenta la taijiya con asombro.

Sesshomaru al sentir mirada​ de su medio hermano se levantó, llevándose consigo a la castaña, quién fue derribada nuevamente pero esta vez por una pequeña azabache.

—Señorita Azul me alegro que usted se encuentre bien.

—Rin, vámonos.

"Gracias, Sesshomaru." La castaña observó con una sonrisa como el youkai se alejaba.

**

Narra Azul.

—¿Qué haces tan alejada del campamento?—Doy un salto en mi lugar al escuchar la voz de Inuyasha, estaba tan concentrada viendo el cielo estrellado que no me di cuenta de su presencia.

—Pienso, ¿Tu qué haces aquí?—Dudo que haya venido por mi, en realidad no estaba tan lejos del campamento, el pudo haberme escuchado caminar hacia acá.

A menos que no estuviera en el campamento. Pienso frunciendo el ceño.

Acción que logro ponerlo nervioso.

—Tienes que decidir.—Digo levantándome del pasto.

—No... Se a qué te refieres.—Evita la mirada..

—Inuyasha, tienes que decidir con quien quieres estar. Cada vez que te vas con Kikyo lastimas a Kagome, tu no te das cuenta, pero lo haces.

—Tú no entiendes nada.—Gruñe fastidiado.

Eso me enojo.

—No, tú eres el que no sabe nada. Cuando te vas con kikyo la mirada de Kagome se ensombrece, nos preocupa a todos. Tú no sabes que Kikyo intentó matar a Kagome, no sabes que aun así ella le salvó la vida... El collar que llevas en el cuello, no lo hizo Kaede, lo hizo Kikyo. Y, ¿Sabes? Ella fue quien selló los poderes espirituales de Kagome.

Comencé a caminar de regreso al campamento, dejando a un Inuyasha en shock.

"No era mi intención decirlo, me dejé llevar por mi enojo. Espero que las cosas no cambien mas de lo que ya lo han echo..."