Narra Azul.
Respira Azul, no hagas ninguna tontería...
-Me iré.-Fruncí el ceño al ver a Jacken reírse.-¿Por qué te ríes enano verde?
-¡Tenme más respeto niña! No podrás escapar de las cuerdas que te atan.-Dijo seguro de sí mismo.
Suspiro con pesadez y ruedo los ojos antes de sacar mi espada y cortar las cuerdas.
Por fin, esa cosa comenzaba a molestarme.
-¿Se irá señorita Azul?-Me pregunta Rin acercándose a mí.
Me pongo a su altura y sonrío.
-Mis amigos están muy preocupados por mí, necesito volver y explicarles que estoy bien...
Mi estómago comenzó a gruñir y recordé que lo último que había comido había sido una simple manzana.
-Recogeré unas frutas y me iré, hay unos árboles con manzanas no muy lejos de aquí.
-No puedes irte así como así humana.
-Entonces ven con nosotras...
**
-Recogimos muchas manzanas.-Dijo Rin con una sonrisa.-A Kohaku le van a encantar.
Estábamos de regreso al campamento, ya había comido un par de manzanas para que se me quitara el hambre y ayudé a Rin a llevar manzanas para Kohaku.
-Señorita Azul...-Me llama Rin.-¿Usted es amiga de la hermana de Kohaku?
-Si, ella esta preocupada por él, pero sabe que él es muy fuerte y puede protegerse a sí mismo.
Fruncí el ceño al ver unos bichos gigantes acercándose a nosotros. Dejé que las manzanas escaparan de mis manos y saqué mi espada.
Eran mandados por Naraku, de eso estaba más que segura, intentaron atacar a Rin pero Jacken la protegía con su báculo de dos cabezas.
Uno por uno corté a esas abejas gigantes. Al girar mi vista me dí cuenta que habían lastimado a Jacken.
-Rin, sácalas antes de que introduzcan su veneno.-Demasiado tarde, los aguijones se incrustaron en su piel.-¡Voy a morir!
Suspiré y me arrodillé frente a Jacken.
-Rin, promete que no le dirás a nadie lo que veas, por favor.-Me detuve un momento para verla.
-Lo prometo, pero salve al señor Jacken.
Corté la palma de mi mano y deje que las cosas de sangre cayeran en la boca de Jacken.
-Estará bien.-Me levanto vendando mi mano.-Esos bichos me querían a mí, tengo que alejarme lo más que pueda, conmigo corren peligro.
**
"Solo un poco más, no falta mucho." Pienso dandome ánimos.
No había dormido en toda la maldita noche, varios youkai me atacaron, por suerte no salí herida...
-Aqui estas.-Inuyasha salió de entre los árboles, sin ninguna herida.-Sigues viva, me sorprende... El bastardo de Sesshomaru pudo haberte matado...
-Escapé... Pero unos youkai me atacaron.-Explico.
De un momento a otro mis pies dejaron el piso... Inuyasha me cargaba sobre su hombro como saco de papas.
No tenía fuerzas para quejarme, estaba cansada... Lo único que hize fue cerrar los ojos y dejar que fuera inuyasha quien nos llevara de regreso a la aldea.
**
Desperté de golpe al sentir una mano en mi trasero.
Inuyasha me bajó de sus hombros y enseguida golpeé a Miroku en la cara, después que Sango le diera una cachetada.
-Pervertido.-Susurre evitando la mirada.
-Hoshi-Sama por favor controlece.-Habló Sango con una mano en su frente y los ojos cerrados.

ESTÁS LEYENDO
Esa chica extraña
FanfictionNadie sabia de donde venia, ni siquiera por que los miraba a todos así. Nunca les tuvo miedo mientras ellos cuidaban sus heridas. Nunca se enteraron de donde provenía. Ella lo oculto, pero tarde o temprano, todos los secretos son revelados... -Yo...