Koga al ¿Rescate?

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—Vine por la humana.

Hijo. De. Puta.

—Al siguiente que me diga humana le clavaré mi daga. Tengo. Nombre.—Humana esto, humana otro... ¡Ya me tienen harta!

Koga sólo río nervioso.

—Esa bestia de Inuyasha me pidió que te llevará a la aldea.

Parpadee un par de veces sin poder creerlo.

¿Inuyasha pidiéndole un favor a Koga? ¡Es el fin del mundo!

Aún no salía de mi shock cuando las palabras de Sesshomaru me dejaron en otro.

—Yo la llevaré a la aldea.

¿Eh?

—Si no les importa me aseguraré de ello.—Hizo una mueca.

Miré a Koga, después a Sesshomaru. Ambos se mantenían callados y mirándose el uno al otro... Al ver que esa batalla de miradas duraría un rato, me alejé hasta donde Rin y Jacken.

—¿Koga-San vendrá con nosotros?

¿Koga-san?

—No tengo idea Rin.—Suspire y miré a Jacken.—Me devolverás mi traje, ¿Verdad?

—Si es lo que Azul-Sama desea... Pero será hasta que lleguemos a la aldea humana.

De un momento a otro tenía a Koga a un lado de mí en posición de defensa... Los insectos de Naraku aparecieron en el aire y comenzaron a atacarnos.

Aproveche que Koga estaba luchando para llegar hasta Rin, que se cubría con sus manos.

—Son muchos.—Digo al ver como incluso con sus compañeros, Koga batallaba en eliminar a los insectos.

—¡Rin, cuidado!—Corté en dos un insecto que estaba por atacarla.

Tragué saliva al ver como todos los insectos venían hacia mí.

Me alejé corriendo lo más que podía... Que no era mucho ya que no podía correr con este kimono. Corté los bichos que se me acercaban, eran demasiados y Koga y sus compañeros habían salido lastimados.

Un gruñido detrás de mi hizo que un escalofrío recorriera por completo mi espalda. Al darme la vuelta me encontré a Sesshomaru transformado en un perro gigante... No tardó ni 5 minutos en terminar con todos.

—¡Azul-Sama, ¿Esta bien?!—Ignoré a Jacken mientras veía a Sesshomaru cambiar de forma.

Deja de mirarlo, pareces acosadora.

Me reprendí a mí misma y corrí hacia Koga y sus compañeros haciendo una cortada a mi mano con mi daga.

—¿Qué haces?—Preguntó Koga al ver como acercaba mi mano ensangrentada a su boca.

—Mi sangre cura a los youkai, bébela.—Un poco extrañado hizo lo que le dije. Alejé mi mano y me vendé con el listón de mi cabello, dejando este suelto.

—Por eso te quiere Naraku.—Ató cabos.

Yo sólo desvié la mirada y caminé detrás de Rin, quién ya se había puesto en marcha al igual que los demás.

**

Estaba por anochecer, Kohaku, Jacken y yo levantamos el campamento. Koga y sus compañeros se alejaron argumentando que regresarían en la mañana.

Me alejé un poco del campamento, cerca de donde se encontraba Sesshomaru mirando la Luna.

—De nuevo... Arigato... Por... Por salvarme.—Rayos, se me dificultaba el hablar con él.—Se lo mucho que detestas entrar a las aldeas humanas... Así que me iré en la mañana... La aldea no está tan lejos...

—Cállate.

...

—¿Eh?

—Tu no te irás y es una orden.—Volvio a decir, esta vez dejando de mirar hacia el cielo para mirarme a mí.—Ni siquiera pudiste defenderte contra esas basuras.

—Por que no puedo luchar con un kimono.—Y eso era cierto, no tengo mucha movilidad con estas ropas.—Ya he peleado contra tí... Incluso contra Inuyasha.

Sin poder evitarlo llevó mis manos a mi estómago.

La herida se cerró pero antes de que me pusiera sanar del todo volví a ser humana, y me quedó una cicatriz en el estómago.

Sesshomaru de dió cuenta de lo que hice y se acercó a mí.

Tragué saliva al sentir su mano en mi mentón, obligándome a mirarlo.

Esa chica extrañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora