Capítulo 9:
- ¿ES EN SERIO? - Tris gritó prácticamente escupiendo la tostada que había metido en su boca.
Era lunes, estábamos desayunando y esperando a Jake para que venga por nosotras. Quien por cierto, había mantenido su promesa besando a Tris al final de la cita, lo que significo, que cuando regreso, me mantuvo despierta hasta las tres de la mañana hablándome sobre lo maravilloso que fue.
Le estaba contando sobre mí salida con Alex, la cual había durado sólo media hora, porque sólo hablamos de cosas de la escuela, y cosas de su familia que yo estaba interesada en saber, porque seguía pensando que algo raro estaba pasando. Luego Alex recibió una llamada de alguno de sus hermanos, Connor creo, pidiéndole que vuelva a casa porque lo necesitaban en el taller. Nos fuimos caminando, pero no antes de que él hablase con el dueño pidiéndonos una entrevista para el lunes, después de la escuela.
Bueno, no puedes quejarte Kels, fue un sábado interesante.
Yo asentí con la cabeza y Tris entrecerró los ojos.
- No tendremos que hacerle una mamada al dueño, ¿cierto? - La miré con mis ojos bien abiertos y abrí mi boca sorprendida.
- No Tris, no tendremos que hacerle una mamada al dueño.- La miré mal. - Alex dijo que conocía a los dueños. ¿Acaso puedes confiar en él por un segundo?
Ella frunció el ceño.
- Kels, yo no me fio de ellos. De ninguno. Está bien, el chico es simpático y todo... Pero Jake dijo que no nos fiemos de ellos, así que no lo hago.- Revolee los ojos.
- No me importa lo que dijo Jake, tal vez intentaba ayudar o asustarme o no me interesa. Éste chico amigable, está intentando ayudarnos porque le agrado, y tú no dejas de pensar en lo que dijo Jake. ¿Cómo puedo yo confiar en él? Porque si somos justos, conozco tanto a Jake como a Alex.
- Es muy diferente. - Ella me fulminó con la mirada. - Yo confío en Jake porque lo conozco. Tú no puedes confiar en Alex, porque no sabe nada de él. ¿Por qué? Porque nunca habla de nada, ni él ni sus hermanos. ¿Cómo sabemos que no son asesinos de chicas adolescentes?
- Simplemente lo sé. Algo pasa con ellos, pero estoy segura que no son asesinos. Deja de exagerar todo.
Di por terminada la discusión. No estaba dispuesta a que ella insultase a Alex sólo porque no sabíamos mucho de él y porque su preciado Jake le había dicho un millón de idioteces sobre lo peligrosos que eran. Yo no creía que Alex fuera peligroso y punto.
Pero sus hermanos Kels... Dan miedo.
El timbre sonó y ambas tomamos nuestros bolsos sin decir una palabra, bajamos y salimos del edificio. Tris se abalanzó sobre Jake abrazándolo y besando sus labios muy suavemente.
Esto es asqueroso.
- Hola. - Saludé a Jake cuando se separaron y él me saludó con su mano. Abrió las puertas de su auto para nosotras y comenzó a conducir hasta la escuela.
- ¿Qué hay de nuevo Kels? - Seguía enfadada con Tris por lo que había pasado e inconscientemente estaba furiosa con Jake por haber dicho esa tontería sobre los Lawrence, lavándole el cerebro a mi mejor amiga. Tris me miró amenazante transmitiéndome sus pensamientos de "Ni se te ocurra decirle una palabra, déjamelo a mí."
Pero claro que yo voy a tener el placer de decírselo a Jake.
- ¿Qué hay de nuevo? - Repetí pensativa. - Bueno, el sábado salí con Alex a un bar en el centro del pueblo, y resulta que están buscando camareras y como él conoce a los dueños, nos consiguió una entrevista a mí y a Tris para hoy en la tarde. Es emocionante. - Vi la manera en que me miraba por el retrovisor y al instante me di cuenta que estaba furioso. Tris a su lado me fulmino con la mirada, otra vez.
- ¿Alexander Lawrence? - Yo asentí y vi como sus manos se apretaban en el volante. - Eso es... Genial. Las felicito.
¿Qué?
- ¿Qué? - La pregunta salió sola de mi boca.
- Dije que las felicito. - Miré por el retrovisor y vi a Jake intentando forzar una sonrisa.
¿Qué clase de mierda era esta?
- ¿No estás enojado? - Tris tocó su brazo y él se volteo mirándola, sonriendo de la misma manera.
Bien, Jake no sabe mentir, supongo que es punto para mí.
- No estoy enojado. Me resigne a que Kelsey no va a hacerme caso acerca de los Lawrence, eso es todo. - Resoplé.
Claro, ahora yo soy la mala.
- No es eso Jake, de verdad necesitamos el trabajo... - Tris habló defendiéndome y yo volví a revolear los ojos. - Sabes que quiero estar lo más alejada de ellos, dan miedo.
Oh claro, cuando yo lo digo es paranoia y estoy loca y tengo alucinaciones. Pero cuando ella o dice está bien y lo peor es que su novio sonríe. ¿Qué es lo que él sabe para decir que son peligrosos?
Apenas llegamos a la escuela abrí la puerta del auto y entré sin esperar a los tortolitos que ya me tenían harta, para ser sincera. Tomé mis cosas del casillero antes de que Tris aparezca y corrí al aula de biología.
Hasta me había olvidado que vería a Aaron.
Como si él pudiera haber leído que estaba pensando en él, entró por la puerta dirigiéndose a nuestra mesa nuevamente.
Estúpido corazón que no deja de latir, tranquilízate.
- Hola. - Él saludó como si fuese de lo más normal mirando hacia sus cuadernos que había dejado encima de la mesa.
- Hola. - Saludé de vuelta y calmé mi respiración un poco.
Sólo es un chico más Kelsey, sólo un chico más.
- ¿Cómo estás? - Me animé a aventurar esperando una respuesta.
- Bien. - Y eso fue todo. La campana sonó y los alumnos comenzaron a entrar. Tris y Jake caminaron de la mano mirándome algo decepcionados.
¿Qué era esto? ¿Un reallity show? ¿Se pensaban que eran mis padres como para decirme que era lo que tenía que hacer? Dios.
El profesor entró y dio su aburrida clase. Y yo me aburrí aún más, porque los ojos de Aaron ya no me veían fijamente, y aunque era un gran alivio no sentirse observada, extrañaba un poco la manera en que me acosaban.
Sí, estaba loca, pero a cualquier chica le gusta que la miren de vez en cuando.
(...)
En la hora del almuerzo, para evitar a Tris y Jake, y además porque quería hacerlo, fui a buscar a Alex para agradecerle la gran oportunidad que nos había dado, a pesar de que ya lo había hecho.
No sabía si él estaba solo, o con sus hermanos o ya estaba en la cafetería que era lo más probable. Pero recordé el número de su casillero porque el sábado se había estado quejando sobre lo mucho que estaba estar al lado del baño de chicas, ya que todas susurraban cosas cuando esperaban en la fila. Recuerdo que reí muy fuerte y él sonrió.
¿No te gusta Alex? ¿Cierto Kelsey?
Y la verdad era que no. Él era hermoso. Por supuesto que era hermoso y probablemente era uno de los hombres más hermosos que alguna vez había visto. Pero no sentía esa chispa que la gente siente cuando te gusta alguien de verdad. Era más que nada un conocido que estaba comenzando a hacerse un gran amigo en el futuro. Y nada más. Estaba segura que él pensaba lo mismo de mí y no había manera de cuestionarlo.
Caminé hasta el casillero pero me detuve al escuchar de Aaron.
Sí, la había escuchado pocas veces, pero eso hacía que sea más inconfundible para mí que cualquier otra voz en el mundo.
- Tienes que hacerlo. - Su voz estaba tensa e imaginé que estaba apretando su mandíbula.
- No Aaron, no voy a hacerlo. - Ese era Alex. Me pegué un poco más a los casilleros y asomé mi cabeza sólo un poco por la esquina en dónde ellos se encontraban para asegurarme de que estaba en lo cierto.
Y estaba en lo cierto, como siempre.
- No me interesa la excusa que pongas Alex, te pedí que lo hicieras y vas a hacerlo. - Si él me estuviera hablando así de esa manera probablemente ya hubiese corrido tres kilómetros para que no me alcancé.
- Escucha Aaron, hoy tengo que ir al taller, ¿de acuerdo? - Vi cómo suspiraba. - Kelsey me cae muy bien pero...
¿Espera qué? ¿Kelsey? ¿Tú? ¿Qué hacen hablando de ti? Es decir, de mí.
- ¿Pero qué? - Su voz era cortante e inexpresiva. Aunque podía adivinar que estaba furioso.
Ay Dios, Aaron Lawrence estaba hablando de mí. ¿Qué significaba eso? ¿Tengo que asustarme o emocionarme o qué?
- Pero yo no soy el que está interesado en ella.
¿Qué?
Mi pecho se infló mientras contenía la respiración y mi estómago se llenó de mariposas.
¿Aaron estaba interesado en mí?
- ¿Y qué? Te pedí un favor, sólo hazlo.
Puse mi mano en mi boca esperando que ninguno de ellos no pudiera escuchar mi respiración. Aunque estaban bastante lejos como para detectarla. Pero sólo me aseguré.
- Aaron, es en serio. Si estás tan interesado en ella deberías hablarle tú, ¿sí? No averiguar cosas a través de mí. Y lo repito, no es que Kelsey me caiga mal, pero si no, ella nunca va a conocerte.
Oh Dios. Aaron era el que estaba detrás de todo este asunto con Alex. Es por eso que Alex se había acercado a hablarme.
De repente me pregunté si Aaron tal vez había sido el que dejó el cuaderno en mi casillero. O tal vez él era el que había hablado con Alex en mi pasillo o el que lo había llamado para que vaya al taller otra vez.
- No puedo hablarle, ya lo sabes. No tiene que conocerme.
¿Qué? NO. YO QUERÍA QUE ÉL ME HABLASE.
¿Te das cuenta que prácticamente estás admitiendo que él te gusta?
Me callé a mi misma para escuchar.
- ¿Sigues paranoico con eso? Sólo es hablarle, ¿qué mal va a hacerle ese? - Estaba segura que Alex se había encogido de hombros.
Exacto, ¿qué mal iba a hacerme? Sólo háblame.
- Bien. ¿No vas a hacer lo que te pedí? - Un silencio inundó el pasillo y pude adivinar que Aaron tenía su mandíbula apretada. - Me arreglaré por mí mismo.
Escuché pasos por el pasillo y saqué mi mano de mi boca, liberando todo el aire que estaba conteniendo.
¿Es que acaso esto era un sueño?
Un par de manos se posaron en mis hombros asustándome.
- Tienes suerte que él no te escuchó ni te olió porque si no... - Alex estaba mirándome a los ojos y yo junté las cejas.
- ¿Oler? - Estaba sorprendida al no estar sorprendida de tenerlo frente a mí. Es decir estaba sorprendida de que Aaron no me hubiese escuchado. Porque mi respiración había sido demasiado ruidosa e irregular.
Pero... ¿Olido? ¿Qué se supone que significa eso?
Alex sacudió la cabeza. - No importa. Pero no vuelvas a hacerlo nunca más. - Yo asentí con mi cabeza y él me sonrió. - Ahora ya lo sabes.
- ¿Saber qué? - Mi corazón volvía a estar acelerado.
Él sacudió la cabeza como si yo fuera retrasada y no pudiera ver lo que estaba frente a mí.
- Habla con Aaron, ¿de acuerdo? - Yo asentí otra vez y él me soltó. Lo vi caminar lejos sin voltearse a verme. Apoyé todo mi cuerpo en los casilleros y respire lentamente, dando grandes bocanadas de aire.
Yo le interesaba a Aaron.
YO-LE-INTERESABA-A-AARON.
Esperen... ¿Eso es bueno o malo?
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Aaron Lawrence
FantasíaHistoria de Lucía Aluminé Sacado de su página de Facebook: "Storytellers"