Capitulo 1: Bella

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Suspire resignada ante la mirada autoritaria de mi padre, discutir con él se había vuelto un habito de mi vida.  Desde que era pequeña, había intentando inculcar cosas en mi que yo simplemente amaría ignorar, pero no estaba en posición de ignorar mis responsabilidades.

Nuestras diferencias nos separaban, él era tan opresor y yo una liberal mental. Él amaba el orden, yo lo detestaba. A él le gustaba reinar, a mi me fastidiaba.

—¿Acaso tu me quieres padre? ¿Que hice de mal para que no me dejes continuar mis sueños?— digo mirándolo a los ojos, donde trato de buscar algo de compasión y no encuentro.

—Yo te amo hija, pero tu debes de seguir mis ordenes. Eres una princesa, ¿desde cuando bailar esos intentos de estilos musicales se ha vuelto una carrera? Solo me avergüenzas— dice Guillermo -mi padre- y puedo notar cuan decepcionado esta de mi. Trago lentamente el sollozo que me invade, sus palabras logran herirme por mas que intentara hacerme la fuerte. Me doy la vuelta sin poder contener mas esa mirada de repudio que me dirige mi padre. 

—Una princesa afronta sus problemas, debate y escucha a los demás. Da soluciones, no problemas.—al oír decir eso, no puedo evitar que una lagrima rebelde se deslice por mi mejilla, pero la limpio rápidamente.

—Pues yo no pedí ser esto, me avergüenza mas hacer algo por obligación que por pasión. Me retiro señor Rey— sin mas, me retiro de la sala y me dirijo rápidamente a mi habitación. Tomo la maleta que esta en el inmenso armario y comienzo a tomar un par de prendas que están en el mismo para guardarlas en la maleta. Era tiempo de realizar esta locura que tengo planeada hace varios meses: Escaparme.


***



No sabia como habia reunido el valor suficiente para simplemente irme, pero al salir por la puerta trasera de la cocina tome conciencia de que si, era una locura. Nadie me había visto porque estaban las cocineras y sirvientas durmiendo, pero olvide que él guardia estaría en la puerta. Mis manos temblorosas demuestran mi nerviosismo. 

*Lo olvide completamente*

— Manfred, ¿podrías abrirme?   pregunté mirando hacia la puerta.

—Señorita Leenards, usted debería estar descansando, ¿su padre le dio permiso para salir a estas horas de la noche?— pregunta y se nota que usa abuso de autoridad. Bufe interiormente *Cretino*

—Yo realmente debo irme, tengo una pijamada con mis mejores amigas y ya me estoy retrasando, ¿quieres que llame a mi padre y te pida de abrir la puerta por si mismo? Sabes que odia que lo despierten en su hora de dormir, ¿verdad?—  puedo notar su nerviosismo y niega con la cabeza. Jaque mate.

—Lo lamento princesa, ahora mismo le abro y la llevo— se ofrece pero negué rápidamente en su dirección.

—No hace falta, esta vez pedí un taxi para que los ciudadanos no noten mi presencia—  digo mirando de reojo la limusina. Él asiente y abre la puerta para mi. Me dirigí hacia la calle, donde no hay mucha gente observando, solo un par de guardias que mantienen su vista al frente. 

Al estar dentro del taxi suspiro aliviada porque el cretino haya creído todo lo que había mencionado. Ademas de querer ser bailarina, podría anotar "actriz" en mi lista de deseos.

Un largo suspiro sale de mis labios y le doy la dirección del aeropuerto al chofer, donde me esperaría mi mejor amiga con su Jet privado.

Al crear toda esta locura en mi cabeza de escaparme, no pude evitar pedirle ayuda a la que considero como a mi propia hermana. Sam, mi única y mejor amiga, siempre esta para mi aunque no acepte nada de lo que yo quiera hacer. Siempre contaba con su ayuda a pesar de eso; lo cual la hacia parte incondicional en mi vida.

Una vez que hemos llegado al aeropuerto, le doy el dinero al taxista y salí rapidamente; él me sigue hasta la parte trasera del taxi para bajar la pequeña maleta con mis pertenencias. Le agradezco su ayuda y me dirigo hacia donde se encuentra Sam.

—¡Sam!— me emociono al verla esperándome, pero mi cara de confusión es inevitable al ver su maleta morada junto a ella. Fruncí el ceño confundida y pregunte; —¿Qué se supone que haces con eso?— digo mencionando la maleta.

—¡Iré contigo Isa! ¿No es genial?— dice para luego abrazarme. Al separarme la miro sonriente.

—Claro que es genial, aunque un poco extraño proviniendo de la chica "anti sueños"— digo bromeando con ella. Hace un mohin algo ofendida y yo me río por su acción.

—Mi padre iba a hacer miles de preguntas si solo le pedía el Jet y no viajaba ¿entiendes? Dije que quería pasar unos días en Miami y la verdad le costo aceptar, pero me ha dejado. Ya tengo diecinueve años y necesito algo de libertad, solo por eso— se que ella lo dice para no mencionar que lo que estaba haciendo estaba mal, pero se muere por quedarse aquí y negarme viajar.

Había olvidado que mi mejor amiga era cuatro años mayor, mi hermana mayor del corazón para ser mas especifica. Eso la volvía la responsable de mis acciones por así decirlo.

Algo irritable.

  — Realmente agradezco todo lo que haces por mi, se que crees que esto es una locura pero aun así me sigues apoyando ¡No sabes cuanto te amo!— no puedo evitar colgarme de ella y abrazarla fuertemente. Ella se ríe de mi acción.

  — ¡Ya bájate niña! Todos nos miran algo extraño— impone su queja y yo vuelvo a reír.  Me bajo y tomo la maleta en mi mano.

  —¡Vamos a Miami!— digo con cierta energía, pues desde que tenia doce años quise visitar esa linda ciudad. Nos dirigimos hacia el Jet que nos espera, entregando nuestras maletas y esperamos a subir. 


***


Refriego mis ojos con mi manos y siento mi cuello doler al intentar moverme. Me había quedado completamente dormida luego de aproximadamente media hora de viaje. No tardaría mucho en llegar, eran un par de horas y las pase durmiendo.

Sam recién despierta al igual que yo, me mira sonriente y se que de igual manera se siente muy incomoda por este viaje.

—Se que no querías avisar a tus padres, pero...— se lo que sigue después de esa frase, así que la interrumpo antes de que su discurso de "soy mas grande, deberías seguir mis consejos" comience.

—No necesitan saberlo. No les importa como estoy aunque este en frente de ellos y huyendo, ¿por que se preocuparían ahora?— digo algo obvia, doy un pequeño suspiro y continuo; —No hablemos mas de esto, este viaje debe ser para cambiar mi estilo de vida— creí que eso le había quedado en claro luego de explicarle mi plan de escape, pero ella no supo entender mis razones. Tenia tanta presión por mi padre y el rol de princesa que huir me parecía lo mas conveniente.

¿Egoísta? Lo admitía.

Veo que ella quiere decir algo, pero es imposible detener mis palabras en este momento.

—Ya no soy Isabella la princesa, ahora soy solo... Bella... una chica normal que quiere ir corriendo tras su sueño— digo suspirando. Ese nombre era mas sencillo, ademas podría ocultar bien mi identidad de esa forma.

Damos por finalizada la conversación una vez que escuchamos que podemos bajar del Jet.

Ahora que estaba aquí en Miami con Sam decidimos recorrer un poco la ciudad antes de ir al hotel para descansar mejor, aunque dormimos todo el viaje Aun así, amaba dormir y nada me prohibiría hacerlo.



El secreto de Bella | Erick Brian ColonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora