El secreto de Bella | Erick Brian Colon

Capitulo 33: Era su hija.

Ya habían pasado un par de días desde que Bella había visto a Erick nuevamente. Era notorio el cambio en su actitud luego de eso, pues no paraba de pensar en que aquel chico que tanto amaba decidió voltear su mirada hacia alguien más. ¿Pero que podía reprochar? Ella había hecho lo mismo.

—¿Tienes hambre, pequeña?— dice extendiendo una cucharada con yogurt hacia Sammie. Esta niega con la cabeza y comienza a llorar nuevamente. Bella suspira algo rendida, pues no había logrado aún que su hija pueda probar bocado ese día.

—Vamos, solo un poquito— dice casi rogando. Pero la pequeña solo puede hacer un leve puchero con los labios. La niña obviamente no entendia lo que su madre le decía, pero Bella insisto en seguir conversando con ella.

—Supongo que me rendiré— murmura algo decepcionada. Algo frustrada, lleva la cuchara con yogurt a su boca, disfrutando el sabor a frutilla en su lengua.

—¿Sigue molesta?— la voz de Álex logra asustarla y se da la vuelta, golpeándolo sin fuerza en el hombro.

—¿Tienes que entrar de esa forma?— pregunta ahora enfadada. Con cuidado, quita a la pequeña de su silla y la sostiene en sus brazos mientras la mueve suavemente de un lado a otro intentando así tranquilizarla. Le da un pequeño beso en su frente y siente algo malo en su interior removerse en cuanto siente su frente muy caliente.

—¡Debemos ir al hospital ahora mismo!— dice ya exaltada, dirigiendose con su hija hacia el garage del castillo.

Alex no lo duda mucho y corre tras ella, adentrándose en el auto una vez que su esposa e hija están dentro. Intenta ir rápido al hospital, teniendo ciertas precauciones en la calle.

Al llegar, Bella sale disparada del auto llegando hacia la puerta del hospital, al entrar ya está pidiendo por un doctor para su hija.

En cuanto una enfermera se acerca, esta la ayuda con la niña llamando a un doctor de urgencias.

—Estaba dándole su desayuno pero estaba algo molesta, no quería probar bocado. Así que la tomé en mis brazos y comencé a tambalearla para que te tranquilizara, y al darle un beso en su frente note que estaba con más temperatura de lo normal— habla rápidamente, atropellandose con sus propias palabras y sus nervios a flor de piel.

—La llevaré con el doctor ahora mismo, debe quedarse aquí señora Cabout — Andrea, la enfermera, habla tranquilamente mientras sostiene a la niña en brazos. Bella quiere recriminarle por haberla llamado con el apellido de su esposo, pero prefirió callarse porque ella realmente no sabía sobre su intimidad.

—Iré con ella— dice algo irritada, mientras quiere quitarle de sus brazos a Sam.

—Lo siento, pero debe quedarse aquí mientras el doctor se encargue de ella— dice Andrea con tono amable, aún sin entender porque la princesa le había hablado de forma algo irrespetuosa.

—Isabella deja que ellos hagan su trabajo, luego veremos a nuestra hija— dice Alex, quien esta vez había decidido bajar del auto y seguir a su esposa.

—De acuerdo— termina por ceder a regañadientes. Quiere dedicarle una mirada de molestia a ese enfermera, pero solo se limita a dedicarle una mirada de disgusto a Alex.

—No tienes que meterte de esa forma, soy su madre y siempre quiero estar a su lado— confiesa, intentando calmarse mientras espera los resultados del doctor.

—No tienes que reaccionar de esa forma frente al personal de este lugar, recuerda que eres una futura reina y no creo que te guste arruinar tu imagen por una simple fiebre— intenta sonar lo más frío posible, pero debía admitir que estaba tan asustado como ella y quería saber que su pequeña estaba bien.

—¿Realmente crees que eso me importa? Lo único que me interesa en este vida es esa pequeña que se encuentra en una habitación de hospital con una "simple fiebre"— reacciona aún más molesta, haciendo comillas.

—Ya, cálmate. Ahí viene la enfermera— al oír esto, Bella se tensa nuevamente. No quería estar ahí en ese momento, no quería seguir en presencia de la nueva novia de Erick. Su corazón dolía, las heridas que creía sanas estaban goteando un poco de sangre en cuanto dirige su mirada a la enfermera.

—¿Que tiene mi hija?— dice exasperada. Apenas si puede respirar, pues los nervios la estaban consumiendo.

—La niña ha comido algo que le ha caído mal y ha obtenido una infección estomacal debido a ello. Esta infección puede hacer acto de presencia en nosotros cuando menos lo esperamos y suelen aparecer en épocas de calor o humedad, en esos momentos en que las bacterias pueden entrar en nuestro interior— el doctor habla y Bella escucha atentamente. No recuerda haberle dado algo que no sea apto para la niña, pues había seguido la receta del doctor al pie de la letra.

La enfermera se va y vuelve con la niña en brazos. Bella se la quita intentando ser cuidadosa, pues la niña ahora se encontraba algo adormilada.

—Debe llegar a casa y darle un baño a...—

—Se llama Sam— dice Bella respondiendole al doctor.

—Samantha Cabout, mi hija— dice Alex a su lado. Isabella se contiene de no golpearlo en ese momento.

—Bueno, la pequeña Cabout debe tener sumos cuidados, aquí tiene la receta de aún antifiebril— el doctor le extiende un papel con la medicación.

—Cla-claro, la cuidaré muy bien— admite la castaña, dándole un suave beso a la pequeña Sammie.

Alguien a sus espaldas habla, llamando a la enfermera frente a ellos.

—¡Andy!— la voz de él hace eco en los oídos de Bella y todo su cuerpo se tensa en respuesta. Él estaba aquí por ella.

—Erick, ¿que haces aquí?— Andrea pregunta, algo incómoda por su presencia. Pues se encontraban en el trabajo de ella en este momento y no quería ser el centro de atención por llamados personales.

—Yo...— su voz se corta en cuanto Alex se da la vuelta, sonriendole cínicamente.

—Vaya, que sorpresa verte por aquí— dice con sumo sarcasmo el esposo de Isabella, la cual no sabe cómo ocultar su rostro sumamente ruborizado.
Ella se voltea lentamente, encontrándose con aquellos ojos verdes que una vez la habían cautivado y jamás pudo sacar de su corazón.

—Bella...

—Erick...

Todos se quedan en silencio luego de que ese par se había encontrado. Andrea por su parte, no entiende la confusion plasmada en la cara de su novio; y Alex se encuentra sumamente molesta por la presencia del pelinegro.

Un llanto severo comienza a escucharse, entonces todos ponen atención a la bebé en brazos de Isabella. Esta traga levemente saliva. Erick se acerca hacia ellas algo sorprendido por ver a esa bebé en brazos.

—¿Es... tu-tu hija?— titubea Erick, observando detalladamente a la niña que era el calco de su madre. Su mirada, tan verde brillante que hace su corazón detenerse por un momento. Un sentimiento de angustia lo invade.

¿Ella tuvo una hija con él?

Se pregunta Erick mientras observa a la niña y volteando su mirada a Alex, quien le dedica una mirada fría mezclada con algo de furia.

Si... Era su hija.

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Lamento tardarme tanto ups. Espero les haya gustado el capítulo, Erick está cada vez más cerca 😱😱 espero y lo noté en ese momento, pues Bella nunca tuvo ¿intimidad? con Alex :o