Trampas.

126K 8.3K 3K
                                    

Termino agitada y con los puños un poco hinchados, pero todo ha valido la pena porque Nathan me ha dado la recompensa de hoy que fue un botecito de esmalte para uñas.

No sé de donde consigue todas las cosas, pero ésta semana mi entrenamiento mejoró gracias a los incentivos de Nathan. 

— Me sorprendiste, Hannah. — dice limpiándose el sudor de la frente. — quién diría que la clave era el soborno.

Sonrío— por lo menos estoy mejorando.

—Puedes irte.

—¡Espere, Señor! Quería pedirle autorización para que el grupo pudiera salir el sábado en la noche como lo hacen los demás.

—Denegado.

—¿Qué? ¿Por qué?— chillo.— se lo pedí de buena manera.

—Ustedes no tienen permitido salir, así que la respuesta es no. ¿Entendido?— dice mientras se limpia las manos con un trapo.

—Como sea. — ruedo los ojos.

—Crowell, una semana castigada.

—¿Qué carajos?— protesto.— No puede castigarme por nada, me he portado bien en la semana. He trabajado demasiado duro.

—Tendrías que haber respondido con un "Señor, sí, señor"— dice mirándome con seriedad, pero detrás de sus ojos se ve la burla. Se burla de mí, maldito.

—¡Pues váyase al demonio!— grito molesta y me retiro para ir a las duchas.

—Dos semanas, Crowell.— lo siento gritar a mis espaldas.

***

Morti, Vitto y yo, estamos tirados en una manta de color azul viejo, bajo la sombra de uno de los frondosos árboles de nuestro lugar de relax. Corre un poco de viento para nuestro alivio, cosa que nos hace relajarnos aún más mientras miramos las hojas del árbol moverse con lentitud.

—No puedo creer que te hayan castigado por no responder como se debe.— dice Morti.

—Estoy enfurecida.— digo en tono suave. Es contradictorio con lo que acabo de decir, pero realmente me he relajado con esta suave brisa.

—El intento es lo que vale. — dice Vitto.— supongo que ahora harás algo para vengarte.

—De hecho sí.— me siento y los miro sonriendo.— me voy a escapar y ustedes van a venir conmigo.

—Estas demente.— ríe Morti.

—Tranquilos, volveremos antes de que alguien se de cuenta. Iremos  tomar algo por ahí, escucharemos música y volveremos.— digo parándome. — Sólo necesito a Vitto con un par de pinzas y a ti siendo de campana mientras nos fugamos en la noche.

—Me gusta tu idea principessa.— dice Vitto sonriendo.— quiero disfrutar al menos un sábado en la noche.

Morti aún nos mira recostada.— Aún tengo dudas.

—Vamos Morti, un poco de diversión, luces, música, un trago...— dice Vitto mientras bailotea en su lugar. Morti ríe y luego se para a mi lado.

— Ok principessa, diga cual es su plan brillante. — se apoya en mi hombro mientras me mira sonriendo.

—Bien plebeyos, escuchad la propuesta.

Él me había hecho trampa. Pues yo también sé hacer trampa.

***

Luego de acordar bien todo en nuestro lugar de relax nos  pusimos en marcha.

Yo ya había descubierto una caja de herramientas en la lavanderia, arriba en unos estantes un poco altos. Necesitaba a Vitto para sacarla, porque claramente era más alto que yo. Nos organizamos en tres partes.

¡Señor, sí, Señor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora