Entramos a un club, el cual parecía ser uno de los más concurridos. Había música country, obviamente siendo Texas no podía faltar la música country, pero el ambiente era lindo. Muy distinto a lo que podría ser las noches de copas de Las Vegas.
Los tres nos sentamos en una barra y comenzamos nuestra noche de copas, baile y diversión. Colocan un par de canciones conocidas y luego el género va variando y comienzan a pasar electrónica.
Pasan al pop y Vitto y yo comenzamos a bailotear en nuestras butacas. Morti sólo se ríe y observa el panorana.
Pedimos nuestro segundo trago. La verdad que un poco de alcohol no vendría mal en ayudar a soportar las contracturas y golpes que tengo.
A Morti la sacan a bailar y ella nos mira con cara de asombro pero igual se va con el muchacho. Que mal no se ve, dicho sea de paso. Vitto y yo bailoteamos y tomamos nuestro tercer trago.
Para entonces, tomo la mano de Vitto y comenzamos a bailar cerca de la barra de tragos mientras nos reímos de como Morti trata de bailar al ritmo de su nuevo amigo.
Vitto y yo nos vamos por el cuarto. A éstas alturas me siento muy ligera y de milagro no he logrado caerme con las sandalias que me regaló Nathan. Entonces recuerdo como el estúpido y sensual del Sargento me hizo trampa para volver a dejarme castigada y me río diciendo en el aire. "Te gané Nathan Miller, Hannah siempre consigue lo que quiere". Vitto ríe y me vuele a dar una vuelta en la que quedamos un poco juntos, pero luego hace un pasó de baile, sosteniéndome de la cintura y reclinándome hacia atrás. Puedo notar en su rostro que también está ligero pero aún así consciente. Entonces me incorporo y pedimos el quinto.
Bailamos y la música cambia. Ponen música ochentosa. Bee Gees, Cindy Louper, Spice Girls, Club Culture con el Karma Chameleon y Abba. Vitto y yo damos vueltas en el lugar llamando la atención de varias personas bailando, tanto que comenzaron a separarse y darnos espacio mientras se reían de nuestras coreografías ridículas.
Vamos por el sexto trago.
La cosa se pone aún más candente cuando ponen a Shaina Twain con Man! I feel like a woman. Vitto m ayuda a subirme a la barra de tragos y luego se sube él entonces las chicas que están mirando gritan y piden que le abra la camisa.
Juro que nunca pensaría en hacer este tipo de showcitos pero hace un mes que estoy encerrada en ese cuchitril, otra cosa que no tenga que ver con la Marina o estar obedeciendo ordenes me viene bien.
Claramente ya voy por mi séptimo trago, entonces dejo la copa y comienzo a abrirle uno por uno el botón de la camisa que lleva mientras él se mueve sensualmente y a medida que comienzo a sacarsela, él se va rotando para que sus admiradoras lo vean y deliren.
Le saco por completo la camisa y mientras el bailotea y gira por el aire su camisa, yo me pido el próximo trago que ya ni se cuál es.
Él pasa su camisa por encima de mi cabeza y la hace encajar a la altura de mis hombros, atrayéndome hacia él mientras baila sensualmente.
Pasan la canción Pony de Ginuwine, característica de la película de Magic Mike y la temperatura sube a mil. Vitto con su abdomen todo trabajado y sudado se mueve cuál Channing Tatum tratando de imitar a la película y las chicas se vuelven locas.
No bajamos y bailamos entre la gente.
La música hot sigue sonando y los dos estamos fuera de sí. Morti debe andar con su nuevo chico y hemos quedado él y yo.
Entonces los tragos que seguimos tomando comienzan a afectarnos y terminamos bailando demasiado pegado. Nuestras respiraciones mezclándose.
Vitto me da media vuelta y comienza a pasar su nariz por mi cuello mientras sigue bailando. Yo sólo me río pero dejo de reirme cuando a lo lejos veo una cabeza rapada, unos ojos molestos y su cara tan única.
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¡Señor, sí, Señor!
Teen Fiction"-¿Qué tú hiciste qué?- grito.-Estas demente, hombre." Hannah Crowell tenía la vida perfecta. Todo lo que pudieran imaginarse: Autos, motos, la mejor ropa, los mejores zapatos, un cabello esplendido y uñas largas y bien pintadas. Claro que no se pod...