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—Nueva vecina, hmm...

Me encontraba recostado en el sofá de mi casa junto a uno de mis amigos, el idiota de Kiba.

—Sí, llegó hace aproximadamente una semana, creo—Desinteresado, tomé un poco del jugo que tenía sobre la mesa a mi lado.

—¿Juguito?—Se burló tomando el bolso que tenía en el suelo, en realidad, llegó y la arrojó al primer lugar que vio, es un maldito descuidado a decir verdad.—En serio, Naruto. ¿Por qué tomas jugo con el calor horrible que hace? Toma —Dijo antes de lanzarme una cerveza.

—Sabes que no soy muy fan de estas cosas, Kiba —Observé la lata sin ganas de tomarla, pero pronto decidí abrirla ante la mirada acosadora que Kiba me estaba dando.

Tomé un pequeño sorbo de mala gana sin perder de vista mi teléfono, mensajes y más mensajes de mi madre llegaban cada cinco minutos preguntando cómo estaba, si necesitaba comida o si simplemente seguía vivo.

Creo que alguien aún no entiende que llevo más de año y medio viviendo solo.

Sonreí internamente, mi madre era una mujer única.

—¿Y? —Dirigí mi vista hacia Kiba, quien se había levantado del suelo y ahora se encontraba mirando por el ventanal corredizo de mi sala, muy pendiente de la casa de mi vecina.

—¿Y? ¿Y qué?

—¿Qué tan buen está tu vecina? — Quise tirarle la lata en la cabeza.

Este tipo definitivamente necesita una compañía permanente en su vida, una que le haga sentar cabeza.

—No lo sé —Me encogí de hombros, dejé la lata de cerveza a un lado y me senté en el sofá masajeando mi cuello al sentir un pequeño y molesto dolor.—Aún no la conoces y ya... uff.

—¿Tiene novio? —Indagó como si sus ojos poseyeran rayos X. Me dio una mirada de escasos segundos.—Anda, no seas así, dime.

—Kiba, llegó hace menos de un mes, ¿Cómo esperas que sepa algo tan personal?

—No es personal si alguien la visita en el día o que sé yo —Resignado, se sentó en el suelo mientras suspiraba como todo el drámatico mal acator que era. —Eres un idiota, Naruto.

—¿Y ahora qué hice? —Junté mis cejas y arrugue la nariz con molestia. ¿Qué era este trato tan hostil en mi propia casa?

—No me quieres decir nada de tu vecina nueva por que la quieres para ti, ¿No es así?

Definitivamente, el idiota es él, no yo.

Era completamente absurdo que dijera algo como eso, era una chica nueva en el barrio, y ni siquiera sabía su nombre, con suerte pude ver su cabello y nada más. Aunque, suenfi sincero, si supiera su nombre, edad o si  tenía novio, no era asunto mío decirle nada al entrometido que tengo de amigo, mucho menos al señor: Encantador de chicas. Como él mismo se hacía llamar.

Es una completa lástima que tiempo después, yo me estaría preguntando cosas más profundas de las que Kiba podría hacerse.

Intrigue┊NaruhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora