Intrigue┊Naruhina

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—Si yo no estuviera involucrada créeme que no te pediría ninguna explicación, es más, tú te entrometiste solo. No debería ni siquiera preocuparme por curarte o algo así.

Hinata pasó el algodón con alcohol por mi labio haciendo presión. Y sí, lo hizo con la intención de que me doliera, ustedes también lo saben.

—¿Y qué esperabas? —Hice una mueca cuando toqué parte de mi labio con mi dedo índice, dolía como la mierda.—No te iba a dejar ahí.

—Podrías haberlo hecho —Murmuró, me veía con desaprobación y enojo a la vez, el problema es que ella no entendía que no iba a dejar que le hicieran algo.—Ahora tienes a un idiota como enemigo, y te querrá matar cada vez que te vea.

Cerré los puños con fuerza, es increíble que Hinata estuvo a punto de sufrir una paliza por parte de uno de los tipos más perversos de la universidad, pero le daba exactamente igual.

—No te entiendo —Hinata tomó su bolso para luego darse la vuelta y mirarme.

—¿Para qué quieres hacerlo? Mi vida y lo que suceda conmigo no te importa, deja de causarte dolores de cabeza queriendo saber quién soy y qué pasa conmigo.

Solo sentí el abrir y cerrar de la puerta de mi casa para saber que Hinata se había marchado irradiando mal humor por los poros y todos lados posibles.

Observé a mi alrededor, todo estaba en calma y silencio.

Tal y como se supone que me gusta.

Solté un agotador y enorme suspiro, tomé todas mis cosas y me dirigí a mi habitación para tomar una ducha y luego dormir por horas, no iría a trabajar, y la verdad es que le ruego a Dios porque la vieja Tsunade no me aplaste y mate por faltar.

Supongo que entenderá que el empleado más guapo del local tiene la cara hecha mierda.