Intrigue┊Naruhina

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-¿Por qué me miras así? -Hinata soltó un pequeño bufido frunciendo el ceño al ver las variadas expresiones en el rostro de Naruto.-¿Te pasó algo en lo que me fui?

-Hm no precisamente... -susurró con las manos juntas sobre sus muslos.-Es que... no sé muy bien cómo decir esto, te enojarás muchísimo.

-¿De qué estás hablando? ¿Rompiste el jarrón que estaba sobre el mueble?... No incendiaste mi casa por dentro, ¿cierto? -Naruto negó rápidamente, moviendo las manos con fuerza.-¿Hiciste algo? -ahora le tocó asentir, mirando el suelo cual niño que acababa de hacer algo mal.-¿Qué?

-Por favor jura que no te irás luego de gritarme mil cosas y me ignorarás por meses, ¡Juralo!

-Sabes, no suelo jurar cosas, si no me dices qué es no puedo hacerlo -cruzó sus brazos sobre su pecho y frunció los labios levemente.-Anda, dime. No creo que sea algo terrible.

-Tengo miedo... -susurró, se mordió el labio con fuerza y alzó la mirada para ver a Hinata a los ojos, la susodicha vio en los azulados orbes de Naruto la culpa de algo, pero no sabía de qué exactamente.-Hinata... Tenía mis dudas, y así no me ayudabas. Sabes que soy un chico muy curioso, hago las cosas y me arrepiento luego, no lo pensé mucho antes de hacer esto, pero te juro que no fue con una mala intención.

-¿Entonces tú...?

-Cuando saliste de tu casa así de rápido yo... Bueno, te seguí. Quería saber que era eso que te tenía tan apresurada -Habló demasiado rápido, casi como si fuera un trabalenguas, pero claro, Hinata le había entendido perfectamente.

Le había seguido.

La habitación estaba en silencio, no se oía absolutamente nada, pero tampoco iba a hablar, podría insultarlo por hacer eso, ¿seguirla? ¿por qué? ¿para qué? mh, bueno, Hinata era una chica que hasta esas alturas tenía varias secretos y sólo Naruto y alguien más lo sabían, no había aclarado nada tampoco, y el chico rubio de ojos azules que estaba pidiendo mil perdones con la mirada era un curioso de primera, obviamente no se aguantaría a la hora de descubrir algo por su cuenta y sólo... tomaba las oportunidades.

¿Debía enojarse por eso?

Suspiro pesadamente y puso sus manos sobre sus muslos para hacer presión y levantarse, Naruto rápidamente alzó la cabeza y se levantó a la par de ella, muy dispuesto a detenerla.

-Espera Hinata, por favor no te vayas, te juro que realmente no hice nada, al final sabía que estaba mal y no descubrí nada ni tampoco ví algo, te lo juro. Pero, por favor no-

-Si estaba en el hospital al que me viste entrar seguramente, fue por que fui a ver a alguien especial que está ahí -aclaró, girando su rostro.

-Espera, si no quieres no lo digas, no te voy a obligar, debía decirte esto porque en algún momento me descubrirías y no quería que te enfadaras más por nunca haberlo comentado. No quiero que por esto te veas en la obligación de nada.

-No me estoy obligando a nada. Eres un chico especial, una de las personas que me han tendido la mano cuando más lo necesité, no me conoces sin embrago ya hiciste mucho por mí. Gracias, de verdad muchas gracias -las palabras casi se atascaron en la garganta del rubio.-Y, Naruto... -el recién nombrado esperó, expectante.-Tengo una hermana.