—Bien, a la cuenta de tres abres los ojos, ¡Sin trampas, eh Hanabi! —las hermanas rieron, Hinata cubrió los ojos de Hanabi casi al mismo tiempo que abrió la puerta de la casa.—Uno... Dos... ¡Tres!
Una enorme exclamación salió de los labios de la castaña al ver una hermosa decoración en cada parte de la casa, habían globos de todos colores, serpentinas e inclusive pequeñas cosas para degustar. Y, entre todas esas lindas decoraciones apareció un rubio de ojos azules que iba en dirección hacia ambas chicas con una enorme sonrisa.
—¡Me alegra mucho verte Hanabi! —los brazos de Naruto se abrieron directo a la Hyuga menor, quien, a medias aceptó el abrazo de su "cuñadito" como solía decir cada vez que veía a Naruto.—Espero que te guste, me costó bastante armar todo esto, no es por alardear pero se ve muy bien.
—Te voy a felicitar por el esfuerzo, pero gracias de todas normas. ¡Se ve genial! —chilló, entrando a la casa corriendo por poco, escuchando de fondo los gritos de Hinata diciéndole que tuviera cuidado y no se exigiera demasiado.
—Dime la verdad, ¿Soy un buen diseñador de interiores?
Hinata observó la sonrisa se Naruto y con eso fue suficiente para decirle:
—Mejor ayúdame con las cosas de mi hermana, señor decorador de interiores —Naruto bufo y asintió mientras quitaba de las manos de Hinata la mayor parte de las cosas que tenía de su hermana, aunque realmente no eran demasiadas, al haber estado tanto tiempo en coma y en un hospital era bastante entendible.
—¡Mi habitación es genial! —gritó y se lanzó a la cama, viendo como Naruto y Hinata ingresaban hasta donde ella se encontraba.—¿Necesitan ayuda? —un "No" rotundo brotó de los labios de ambos. Hanabi hizo un leve puchero y se hundió en la cama.—Puedo ayudar, en serio.
—El doctor dijo que necesitas descansar y le harás caso, ¿Bien?
—Naruto, dile algo.
Naruto miró a Hinata, pero quitó la mirada inmediatamente al ver como solo con los ojos le decía: no, ni siquiera lo intentes.
—Bueno, la jefa ya habló —se encogió de hombros.—Además no quiero que se enoje conmigo después —susurró y le guiñó un ojo a la más pequeña, quien rió al saber el carácter que tenía su hermana cuando estaba enojada.
Ambos compartían eso, sabían que era realmente aterradora.
Y Hanabi, Hanabi sonrió con ternura al ver a su hermana feliz, sonrió al sentir esa sensación que te llena el pecho, el sentirte querido. Hanabi se sentía muy querida. De pronto sintió que las cosas realmente mejorarían.
ESTÁS LEYENDO
Intrigue┊Naruhina
Fanfiction─ ❝Ella era mi vecina, la chica que no salía de casa más que un par de horas todos los días, esa chica me intrigaba, y mi manera de ser me obligaba a saber más de ella❞