Intrigue┊Naruhina

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Como me volví una persona carente de cariño cualquier muestra de afecto me pone nerviosa, histérica, creo que en sí el tacto de una persona contra mí puede llevar a algo malo, aunque en el fondo no es así, la paranoia que me posee desde hace tiempo no me permite acercarme demasiado a la gente, mucho menos a un hombre.

Pero... Ahora la situación es diferente, no siento que tenga ganas de lanzarle algo por la cabeza para que me deje en paz y no se me acerque ni me toque otra vez.

En éste preciso momento, en la cocina de la casa de Naruto, donde él me tiene apegada a su pecho y entre sus brazos, no puedo evitar estremecerme, y aquello no es algo precisamente malo... siento como todo lo malo lentamente sale de mi cuerpo, esparciéndose muy lejos de mí.

Tiemblo y es ahí cuando me doy cuenta que todas las lágrimas que reprimí en el relato de mi vida están aquí, saliendo y saliendo sin parar, como si llevase años sin que algo así me sucediera, pero bien saben que eso no es verdad. Saben muy bien la cantidad de lágrimas que aún me quedan por derramar.

Siento como si una tormenta iniciara en mi interior, una tormenta de la que no he tomado ni tomaré el control, de pronto, unas inmensas ganas de voltearme y de la misma forma devolverle el abrazo se hacen presentes, y aumentan más aún cuando acerca sus labios a mi oído y levemente susurra:

—No hagas tonterías de nuevo, Hinata... No lo hagas...

No soy capaz de mirarlo, parte de mí no se ha recuperado de todo lo que me ha tocado contar una vez más, creo que no me sentí preparada hasta que hablé la última palabra, jamás voy a estar 100% lista para enfrentarlo ni para hablarlo.

Me mordí el labio con fuerza cuando el también comenzó a temblar, debería detener esto cuanto antes, no quiero que todo lo que soy le quite la felicidad, no puedo verlo triste por mí. No debe de estar así por mí.

Presione los puños con fuerza y, con la voluntad por el piso, me volteé de una forma increíblemente rápida, no pensé mucho las cosas cuando mis brazos lo rodearon, como es más alto que yo sólo pude abrazarle la cintura, más con eso fue suficiente para mí.

Debí hacerlo alejado.

Sí, mi interior me grita que me aleje, no puedo estar cerca de él... alguien así de bueno en una vida tan desastrosa como lo es la mía, ¿cuál de los dos sufrirá más en todo esto?

Debí alejarlo, pero... ¿saben? aún así, no tengo la voluntad para seguir sufriendo. Y sé perfectamente que eso tampoco a cambiado las cosas, yo sigo aquí, entre sus brazos, pero con una profunda herida en el corazón.