Intrigue┊Naruhina

─5

Me encontraba acostado boca abajo en mi cama, eran casi las doce de la noche y supuestamente debería estar dormirdo porque era muy probable que mi segundo día de trabajo iba a ser más pesado aún.

Y eso me aterraba como no tienen idea.

Suspire con cansancio, a veces quisiera ser un niño y vivir con mis padres otra vez sin preocupaciones además de ser un niño no muy aplicado en la escuela, mi pasado me persigue.

[Kiba:

¿Ya me dirás qué tal tu
vecina? ¡No seas así! A
ti te llueven las chicas,
dejame una al menos.]

En serio este chico no se rinde.

[Naruto:

No sé absolutamente
nada de ella, Kiba. No
insistas, ni siquiera hemos
hablado antes]

Bloqueé la pantalla de mi teléfono perdiendo la vista en la ventana que me permitía observar en privilegio la hermosa noche ante mis ojos, las estrellas inundaban todo, y era sencillamente hermoso.

[Kiba:

¡Te crecerá la nariz por
mentir! Obviamente ya
hablaron más de una vez.
¡Dios, Naruto! Esa chica
vive al lado de tu casa, no
jodas con que ni se han
mirado.]

Yo no dije nada de no haber nos mirado.

Moví mi cabeza dos veces y me concentre en mi móvil, hablando con Kiba de verdad siento que las ganas de dormir regresan como si siempre hubieran estado.

[Naruto:

¿Tiene algo que ver con
que seamos vecinos y
no hayamos hablado?
estoy seguro que una
cosa no va con la otra.
Ya no insistas.]

Lo único que puedo sentir ahora es lástima por mi vecina. Sin saberlo ya está cargando con Kiba y su pesadez.

Me llegó un mensaje más de Kiba de inmediato, el cual no contesté. Gracias a él, me dieron unas ganas de dormir muy grandes, así que, buenas noches.

[...]

¡Sí! ¡Soy el único idiota que duerme más de lo normal cuando tiene que ir al trabajo!

Salí de mi casa, peleando conmigo mismo por haberme enredado con mis propias piernas. Irónico, ¿No? Siempre que estoy en este tipo de situaciones pierdo tiempo porque mi cuerpo me falla.

Salí a zancadas de mi patio arreglándome la ropa con torpeza ya que me había medio vestido en mi habitación, y el resto de la ropa me la fui poniendo en el camino.

No di bien ni un par de pasos y por suerte pude detenerme y dejar de correr cuando estuve a punto de chocar con mi vecina, mi equilibrio por lo menos no me abandonó.

Aunque no chocamos ni caímos al suelo o algo similar, sí estábamos muy cerca, tanto que ahora sí puedo decir que, woah tiene unos ojos realmente hermosos.

Sentí mis mejillas arder al verla con un rostro serio ante mí, se alejó un par de pasos y se cruzó de brazos. Sus labios formaron una fina línea, alzó una ceja mientras parecía como si quisiera matarme con la mirada.

¿No es eso precisamente lo que estaba haciendo? Porque si era así...

Lo estaba logrando.

Pero, aún así...

De un momento a otro me daba igual llegar tarde.