Puse los ojos en blanco al ver como el rubio idiota casi desfallecía al verme ahí parada, no sé si su expresión es por la sorpresa o... tal vez me tiene miedo.
—¿Podemos—
—¡¿Hinata?! ¡¿Qué... Ha-Haces aquí?!
—... hablar?
¿Desde cuando este chico extrovertido tartamudeaba? ¿O nunca lo había visto? Bueno, tampoco es como que lo conozca demasiado...
—¿Hablar?
—Hey, ¿Qué diablos pasa aquí? —Me giré a ver a la señora (que no parecía señora), ella estaba con una mano en su cadera y el ceño fruncido levemente, supongo que estaba esperando una explicación.—¿Tú eres...?
—Soy Hinata, un gusto —Saludé con mi mano, moviéndola de una lado a otro.—Si no le molesta, me gustaría hablar con Naruto.
—Un segundo... Dijiste que él te salvó, o ayudó, en fin. ¿Tú eres la chica por la que este idiota se peleó?
¿Lo llamó idiota?
Me agradas, señora que no lo parece.
—Efectivamente, soy yo —Me relamí los labios antes de hablar.—Supongo que es mi deber disculparme con él y con usted, ya que por mi culpa Naruto está en este estado tan... mh...
—Deplorable —Asentí cuando completó mi frase.
—Sí, bueno, siento mucho que se presente al trabajo de esta forma, pero le aseguro que será la primera y la última vez que pase algo así.
Me sorprendí cuando le dio un repentino golpe en la cabeza a Naruto, dejándolo (según creo) más idiota de lo que parece.
—Esta chica sí sabe lo que es tener muy buenos modales, deberías pasar tiempo con ella y así seguro se te pegan —Dejó escapar un enorme suspiro.—Deberías pasar más tiempo con él, te lo ruego, es un idiota que necesita una extensa clase de como hablarle a las personas que son mayores que él.
—Pero si eres una vieja escondida en el cuerpo de una mujer joven... —Tanto ella como yo oímos lo que susurró.
—Repite lo que acabas de decir, mocoso —Murmuró con aires aterradores, levantó las mangas de su blusa, y vaya, que mujer más aterradora.
—¡Espere, espere! —Me interpuse antes que lo golpeara alzando mis manos al frente.—Por favor, déjeme hablar con él unos minutos.
—Antes de irme, soy Tsunade —Asentí y ella se marcho refunfuñando levemente.
Me di la vuelta quedando cara a cara con sus ojos azules.
—Gracias... —Murmuró suspirando.—Me salvaste Hinata, te lo agradezco mucho, no hubiera salido vivo de esta.
—Bueno, sólo te devolví el favor. Además si te hubiera golpeado, es porque te lo has ganado. La señora Tsunade tiene razón, si le sigues faltando el respeto te romperá cada uno de los huesos y además te despedirá —Metí mis manos dentro de los bolsillos de mi sudadera y carraspeé mi garganta.—Y bueno, venía a darte las gracias por ayudarme con lo del imbécil del otro día Y... también me quería disculpar por como te traté el otro día... No quise comportarme así.
Creí por un momento que tardaría en aceptar mis disculpas debido a la forma en la que me comporté, y la verdad es que lo entendería bastante bien si fuese así.
—Disculpas aceptadas. —Sonrió poniendo sus manos en mis hombros.—Pero... Ya que te estás disculpando, creo que es una disculpa muy simple.
—¿De qué estás hablando? —Alcé una ceja tragando saliva sintiendo una rara sensación.
—Te aceptaré las disculpas al 100% si tú aceptas un helado de mi parte. ¿Qué tal? Me parece una buena propuesta.
Pestañee varias veces debatiéndome en varias opciones un escape de aquí. Miré el piso detenidamente por unos minutos. Si no acepto, seguirá insistiendo, ¿No es así?
Pero, por otro lado, ¿Qué tan terrible podría ser?
—Está bien. Está bien. Acepto.
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Intrigue┊Naruhina
Fanfic─ ❝Ella era mi vecina, la chica que no salía de casa más que un par de horas todos los días, esa chica me intrigaba, y mi manera de ser me obligaba a saber más de ella❞