Su largo cabello estaba esparcido por la amplitud de la cama, sus ojos violáceos se centraban en el techo del cuál no distinguía el color, ya que la habitación se encontraba en oscuridad total.
Sabía perfectamente que esa no era su cama, ni su habitación ni mucho menos su casa, pero sabía que esa comodidad no la había sentido hace mucho tiempo.
Sentía las ramas de árboles golpear la ventana con fuerza, quitó algunas de las cobijas y se sentó sobre el colchón, un poco más allá pudo divisar una cabellera rubia y desordenada.
Al lado de la cama se encontraba una mesita con un reloj, el cuál indicaba que pronto serían las cinco de la mañana, sí bien, Hinata aún seguía cansada, pero al contrario, no podía dormir.
Tomó una de las cobijas y la arrastró hacia Naruto para cubrirlo ya que podía ver claramente como el rubio temblaba en algunas ocasiones. Lo vio removerse en su lugar al sentir el leve tacto de la cobija y a la vez el de Hinata.
—Shh —murmuró intentando de que no se despertara.
Una vez que lo vio cubierto, se incorporó y busco las llaves de su casa dentro del bolsillo trasero de su pantalón, al sentir el leve tintineo suspiró, buscó entre la oscuridad sus zapatillas. Era mejor que se fuera de una vez por todas.
Prácticamente de puntitas logró salir de la habitación, cualquier ruido despertaría a Naruto, y sinceramente Hinata ya no quería más preguntas respecto a nada.
Recordaba perfectamente todo lo que había pasado el día anterior, todo lo que había hablado junto al rubio. Y por eso mismo, una gran tristeza la invadió casi por completo.
Una vez que estuvo dentro de su casa y en su habitación, se dio la oportunidad de reflexionar, de pensar en todo lo que le estaba sucediendo.
Hinata era una chica fuerte cuando así lo quería, pero también era débil, un ser muy débil. Eso la caracterizó gran parte de su vida, la timidez, la falta de decisión ante muchas cosas. Cuando niña, casi siempre era vista como una niña frágil y delicada, lo era, pero conforme y pasaba el tiempo, todo lo que ella fue en algún momento fue desapareciendo y siendo reemplazado por una gran capa de seriedad.
Después de todo lo sucedido con su pequeña hermanita, Hinata se vio en la obligación de hacerse cargo 24/7 de ella, cuidándola. Después de todo eso, Hinata era una chica más fuerte, con una gran determinación, con una fuerte personalidad. Ni siquiera ella misma se daba cuenta en qué momento cambió todo, sin embargo, agradece en el fondo de su alma por haberlo logrado.
Hinata era una chica que necesitaba el abrazo sincero de alguien, pero también necesitaba abrirse a las personas. Ella ayudaba, pero también necesitaba ayuda.
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Intrigue┊Naruhina
Fanfiction─ ❝Ella era mi vecina, la chica que no salía de casa más que un par de horas todos los días, esa chica me intrigaba, y mi manera de ser me obligaba a saber más de ella❞