─60

2.2K 243 11
                                    

—¡Hinata espera! —Naruto gritaba una y otra vez mi nombre, trataba de alcanzar mis pasos pero de alguna manera corría como nunca lo hice antes, sintiendo la desesperación recorres todo mi cuerpo.

Al oír la palabra "madre" muchas cosas en mí comenzaron a pesar, a renacer. Y eso, creanme que no era nada bueno. La simple voz de Sakura nombrándola hizo que mi corazón doliera de una manera que gracias a Naruto ya no sentía hace muchísimo tiempo, casi la creí nula en mi vida.

Me equivoqué rotundamente.

—Hinata, ¡Por favor! —sostuvo mi brazo con fuerza, veía sus labios moverse una y otra vez, hablándome, sin embargo yo no escuchaba nada, Estaba centrada en llegar a casa de Sakura, aunque tenía a Naruto encima de mí tratando de parar mi camino.—Hey, mírame. Por favor, es lo único que te pido, mírame —tomó entre sus manos mi rostro e hizo que lo viera, conectado sus ojos azules con los míos rápidamente.—No sé que esté pasando, pero si vas desesperada y de esa forma puede pasarte algo, no quiero que... Ah, no irás sola. Cualquier cosa que te diga Sakura o tu hermana, quiero estar ahí.

—E-Es que n-no lo entiendes, ¡Mi mamá! Han pasado años y... No, yo tengo que ir a casa de Sakura ahora —sentí como la preocupación surgía de él, y maldición, lo estaba lastimando con mi manera de comportarme en éste momento pero no podía estar más angustiada.

—Ven... —Naruto tomó mi mano y yo traté de soltarme, quería irme, necesitaba ir y ver a Sakura, estaba cerca.—No te vas a ir a ningún lado, ven aquí —tiró de mí sin ejercer fuerza y envolvió sus brazos en mi espalda y me detuvo, mis brazos no dejaban de temblar pero lentamente los fui envolviendo en su cintura mientras mi cabeza quedó entre el hueco de su cuello. Su olor impregnado en mi nariz y unas ganas de llorar incontrolables, las emociones eran tan distintas. Me sentía protegida y muy vulnerable a la vez, los brazos de Naruto me sostenían como si no hubiese un mañana, como los dos nos encontráramos ahí.—No estás sola, amor. —sus palabras me hacían temblar aunque no era el momento para eso. Él era incondicionalmente todo para mí...—Vamos, pero juntos.

[...]
.
.
.
.

Estaba tan desesperada por estar en la casa de los Haruno pero cuando llegué no era capaz de tocar la puerta, me sentí paralizada de pronto como si... Como si el error más grande de mi vida fuese ver a las personas que estaban dentro de aquella casa, porque aunque no lo sabía, algo... Había algo que me decía que no sería lo correcto, quizás para mi propia salud mental.

Tenía miedo, pero ni siquiera sabía que pasaría.

—Está bien, podemos irnos si quieres...

—No —corté rotundamente.—Estamos aquí, nos quedaremos aquí. Tengo que entrar, entiendo si no quieres, yo puedo...

—Creo que no escuchaste muy bien lo que te dije hace un rato —besó mi frente y luego de eso toqué la puerta casi sin querer que oyeran dentro que yo estaba afuera, esperando por las noticias que de seguro cambiarían mi vida y la de mi hermana nuevamente.

—Hinata... —era la madre de Sakura, su mirada... Había algo en ella, tristeza y... culpabilidad.—Yo...

—Está aquí, ¿Verdad?

Ni yo sabía, no estaba segura de nada en estos momentos.

—Bueno... Ella... —suspiró y se hizo a un lado, dejandome ver dentro de la casa.—Sí cariño, ella está aquí.

Y efectivamente, como si fuese una clase de espejo, estaba ella frente a mí.

Después de tantos años mi madre se había dignado a regresar.

yo sólo digo que quedan pocos capítulos ú ú.

Intrigue┊NaruhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora