—Sigo muy molesto contigo —habló con la boca llena, sosteniendo la tostada en su mano derecha, y con la otra el vaso de jugo.
—No hables con la boca llena —alzó el dedo índice en señal de regaño.—Eso no se hace.
—Lo lamento si te escupí...
—No lo digo por eso, te puedes ahogar —resopló suspirando, tiró un mechón de su azulado cabello para luego girar algo su rostro y ver el reloj que reposaba en la pared, abrió los ojos con sorpresa al ver la hora. Lamentablemente ese día debía ir a ver a Hanabi al hospital en el día y no en la noche como ya era costumbre.
—¿Pasa algo? —ladeó un poco la cabeza viendo a Hinata con confusión.—Te ves... Nerviosa.
—E-Es que recordé que tengo que hacer algo importante y ya es tarde —dejó el vaso de jugo sobre la mesa antes de que se levantara.—¿Te importaría dejar bien cerrado antes de irte? ¡Por favor! —juntó sus manos en forma de plegaria, en su interior rogaba por que Naruto no hiciera ninguna pregunta. Aunque tampoco era su obligación responder.
—Mh... —tragó.—¿Estás segura que me confiarás la seguridad de tu casa a mí?
—Por supuesto —asintió muchas veces y corrió hacia la sala, en unos segundos volvió con las llaves en mano.—Sólo... no las pierdas, iré por ellas a tu casa, no sé cuanto me tarde... —rascó su cuello.—No es importante, sólo cuida mis llaves.
Ni siquiera se despidió, tomó su bolso (el que colgaba de la silla) y salió lo más rápido que sus piernas le dieron, tenía y debía salir antes que Naruto le hiciera alguna pregunta que probablemente la pusiera en una situación difícil y, antes de que el tiempo se agotara y la visita se acabara antes de llegar al hospital.
Y, como estaba tan concentrada en irse rápidamente, Hinata olvidó lo curioso que podía llegar a ser Naruto Uzumaki.
[...]
Esperó casi cinco minutos antes de tomar las llaves de la casa de Hinata y salir corriendo, discretamente, tras la chica. Sí, la intriga pudo más que cualquier otra cosa.
Podía distinguir perfectamente la silueta deslagada de Hinata, y, obviamente, su inconfundible cabello negro azulado. No se daba tiempo de ver a los lados, sólo trataba de no perder de vista a su linda vecina. Podría sonar como un psicópata y todo, pero realmente quería saber qué tanto pasaba en la vida de ella. No sabía si estaba bien seguirla, bueno, claro que no lo estaba, pero esa era la única forma de saber más sobre ella y así ayudarla de una vez por todas.
Corrió por la multitud demasiadas veces y aún así mantenía el rastro fijo, se escondió detrás de un enorme árbol que cubría su cuerpo casi por completo, y desde ahí, pudo observar atentamente como Hinata ingresaba al hospital de la ciudad.
Y ahora la pregunta era, ¿Qué hacía ella yendo tan apresurada a un hospital?
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Intrigue┊Naruhina
Fanfiction─ ❝Ella era mi vecina, la chica que no salía de casa más que un par de horas todos los días, esa chica me intrigaba, y mi manera de ser me obligaba a saber más de ella❞