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-Entonces... ¿No hay ninguna mejoría? -murmuró viendo a secas el cuerpo de su hermana sobre la camilla, su voz se encontraba quebradiza y sentía una muy mala sensación en el pecho.

-Lamentablemente Hanabi no muestra mejoría alguna, tampoco ha empeorado a lo largo de los años, lo que muestra en cierta forma que es una chica valiente y muy, muy fuerte -el medico que estaba a un lado de Hinata acomodó sus gafas y tomó entre sus manos el diagnóstico de la Hyūga menor.-Hanabi está bajo mi cargo, no te preocupes, haré todo lo que esté en mis manos para que pueda salir de esta.

Hinata acarició su brazo viendo el suelo.-Le agradezco enormemente que haya cuidado de mi hermana por todos estos años... Realmente le debo demasiado.

-No te preocupes, es mi tranajo después de todo, ahora... Si me disculpas, me retiro. Tengo que atender a unas cuantas personas antes que mi turno acabe. -puso una mano en el hombro de la peliazul.-Tranquila, creo ciegamente en la fortaleza de esta niña.

Luego de que el médico abandonara la habitación Hinata se quedó parada en su lugar por varios minutos más antes de reaccionar y darse cuenta que estaba a punto de soltar las lágrimas que se acumularon silenciosamente en sus ojos.

-Tengo que calmarme... -Pasó ambas manos por su rostro buscando con algo de desesperación la blanca silla que solía usar para sentarse y contarle de su día a Hanabi. Una vez que la encontró, la acomodó con las manos temblorosas frente a la camilla. Cerró los ojos con fuerza y tomó la mano de su hermana.-Hola... ¿S-Sabes? El doctor dijo que aún no muestras mejorías, pero también dijo que no has empeorado... así que creo y eso es algo bueno -tragó saliva antes de hablar nuevamente.-Voy a tomar eso como una esperanza de que pronto veré tus ojos de nuevo... aunque son iguales a los míos, los tuyos son mucho más hermosos.

Hinata no aguantó mucho tiempo más antes de derrumbarse en lágrimas sobre la cama, aquella sensación en el pecho parecía no querer abandonarla, por lo que se sentía cada vez peor. Sus labios temblaban y apretaba con fuerza la mano de Hanabi, deseando que de un momento a otro despertara... aunque en el fondo sabía que eso por el momento no sería posible.

-Lo siento tanto Hanabi... -perdió la voz al sentir el nudo pesado cubriendo su garganta.-Esto es culpa mía y solo mía... Debí cuidarte más... Perdóname, por favor perdóname...

El reloj de su teléfono marcaba las 20:07 pm. Ya era hora de marcharse, o de lo contrario terminaría extinguiéndose por tanto llorar. Tomó sus cosas de la cama y antes de retirarse plantó un suave y corto beso en la coronilla de la cabeza de su hermana, susurrándole que pronto todo estaría bien.

Las calles se veían borrosas, su vista estaba completamente nublada debido a las gélidas lágrimas que no dejaban de rodar por sus mejillas, empapándoles el rostro, su corazón latía con fuerza y su pecho subía y bajaba rápidamente, tenía las manos temblorosas y caminaba casi como si se fuese a desmayar ahí mismo.

Como pudo se limpió las lágrimas y comenzó a correr en dirección a su casa, sintiendo la brisa golpear su rostro.

Estaba pasando por esos momentos en los que podría mardar todo al diablo e irse muy lejos, donde se fuera olvidando de todo lo malo, donde pudiera empezar una vida nuevamente. Pero por mucho que quisiera algo así, no podía dejar a su hermana sola, ya bastante daño le había causado al no saber cuidarla -o eso era lo que ella decía-.

Ya casi estaba obscuro, pero por suerte ya se encontraba frente a su casa con las llaves resbalándose de sus manos, quiso soltar un grito de frustración, sentía que todo estaba increíblemente mal.

-¡Hey Hinata! -su vista se nublo aún más, por lo que no pudo ver los cabellos rubios de Naruto acercándose, más sin embargo pudo oír su voz muy cerca de ella.-Hoy casi no te ví y me preguntaba sí... -Naruto alzó una ceja y detuvo sus palabras.-Oye... ¿Qué pasa? ¿Te sientes bien?

Hinata por su parte debió la mirada y se mordió el labio fuertemente.-Sí, sí... me siento... m-me siento... -Un quejido se escapó de sus labios, haciendo que las cejas de Naruto se arquearan.

-¿Qué pasa? -se acercó un poco más y la tomó delicadamente de los hombros, con su mano derecha subió le mentón de Hinata para poder verle la cara. Al ver el rostro de Hinata no pido evitar pensar en muchas opciones de lo que pudo haberle pasado, y el enojo que se apoderó de él en ese momento era indescriptible.

Y, antes que Naruto pudiera preguntarle o reclamar algo, sintió como Hinata se aferraba a su camiseta y ocultaba su cara entre la curva de su cuello.



hoy me siento extraña... entre feliz y no kfjdk bueno, ojalá estén teniendo un lindo día♡ . (tal vez actualice otra vez hoy, no aseguro nada)

Intrigue┊NaruhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora