—Hanabi despertó.
Aquellas palabras retumbaban en sus oídos una y otra vez, tanto que incluso no era capaz de créerselo. Sintió como su cuerpo se volvía más ligero, por lo que se tambaleó, sentándose sobre una de la hileras de sillas que estaban frente a las habitaciones.
—¿Có-Cómo fue?
El doctor se puso en cuclillas frente a ella y le sonrió, tomando sus manos.
—Fue al realmente repentino, mientras le hacíamos su revisión diaria. Fue algo increíble. Ella está perfectamente bien, en estos momentos le están haciendo un chequeo, cuando terminen podrás ir con ella y abrazarla.
—Ella... ¿Me va a recordar?
—Ella recuerda a su adoraba hermana mayor, fuiste su primera palabra apenas despertó, Hinata.
Con eso, el corazón de Hinata se llenó de una sensación cálida, una que había estado sintiendo bastante el último tiempo, asintió sonriente y esperó a que los segundos se transformaran en minutos, inquieta, nerviosa, jugaba con sus manos mordiéndose el labio con fuerza, sus ojos perla estaban fijos en la puerta blanquecina, ansiosos.
—Bien Hinata, ya puedes entrar.
Le tomó mucho tiempo levantarse de la pequeña silla y caminar hacia la puerta, estaban relativamente cerca pero esa acción se sintió infinita. Sus manos no dejaban de temblar incluso después de tomar la manija dorada con una de ellas. Inhaló y exhaló hasta que sus nervios se vieron aminorados por los menos hasta poder entrar hasta la habitación y no salir.
Sus ojos se llenaron de lágrimas al ver a una chica de largo cabello castaño en la cama, viendo el techo con tranquilidad y mucha calma, el sonido de la puerta al cerrarse hizo que Hanabi volteara su cabeza unos centímetros, topando sus ojos lilas con los de su hermana mayor.
—Son mucho más hermosos de lo que recordaba
Hanabi sonrió y las lágrimas de Hinata cayeron por sus mejillas como si jamás en su vida las hubiese derramado, se acercó a la cama sintiendo que no iba a dejar de temblar en mucho tiempo más.
—T-Tú... —¿Qué se supone que debía decirle? Había pasado tanto tiempo, un montón de noches se las pasó con un montón de palabras en la mente y ahora no salía absolutamente nada.—Por fin...
—Hinata... —murmuró tomando su mano casi desesperadamente.—Hermana... Tú estás... Estás hermosa...
—Por fin... —susurró besando la coronilla de su cabeza.—Al fin has despertado... No tienes una idea de cuanto tiempo he estado esperando a que esto pasara...
—Perdóname... Perdóname por favor...
—¿Perdónarte por qué? Tú no has hecho nada malo.
—Por dejarte sola quién sabe cuánto tiempo... Quien sabe cuán difícil fue para ti...
—Difícil fue venir todos los días y que no despertaras, pero ahora... Ahora...
—Ahora por fin podremos estar juntas de nuevo...
—Te adoro tanto.
Las cosas para Hinata por fin cobraban el brillo que siempre tuvo que tener.
Su vida definitivamente estaba cambiando para bien, como siempre tuvo que ser.
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Intrigue┊Naruhina
Fiksi Penggemar─ ❝Ella era mi vecina, la chica que no salía de casa más que un par de horas todos los días, esa chica me intrigaba, y mi manera de ser me obligaba a saber más de ella❞