Intrigue┊Naruhina

─8

—Y, ¿Ya sabes su nombre? —Kiba se estaba ganando un fuerte golpe en el rostro.

Era día sábado por la tarde, Kiba, Sakura, Sasuke, Sai y yo estábamos sentados en el sofá de mi casa; a unos minutos de salir a una de las tantas fiestas que Ino a le encantan organizar, y como siempre, estamos todos invitados pese a que he repetido una y otra vez que no son del todo mi gusto, pero como dice Sakura cada cuanto: "Hay que divertimos". Al parecer los padres de Ino no estaban en casa y por supuesto ella no iba a desaprovechar la oportunidad, o algo así fue lo que Sakura dijo cuando apareció en mi casa de la mano con Sasuke hace más o menos una hora y media.

—No —Despeine mi cabello hacia lados distintos intentando ignorarlo.

—¿De qué hablan? —Sakura preguntó mientras tomaba la mano de Sasuke entrelazandola con la de ella levantándose del sofá.

—No es na--

—Naruto quiere quitarme a mi próxima novia —Kiba me interrumpió antes que al menos pudiera defenderme.

Ví como el ceño de Sakura se fruncía, le dio una mirada leve a Sasuke, pero él no lograba entender más que ella.

—No digas babosadas —Rodeé los ojos mientras imitaba a mis amigos y también me ponía de pie tomando las llaves y guardándolas en el bolsillo trasero de mi pantalón.—¿Y si mejor nos vamos de una vez?

—¡Ya sé! —Kiba exclamó mientras salía corriendo como un infante, apoyándose en la reja negra de mi casa.

—Kiba, no estés jodiendo. Ya, para. —Le di un golpe en el brazo para que (al menos unos segundo) se quedara con la boca cerrada, lo cuál por supuesto que no funcionó.

—Chicos, la fiesta de Ino ya comenzará, no estén haciendo sus idioteces, por favor vámonos ya. Aquí hay alguien que se muere por ir —Señaló con la mirada al que hasta el momento había estado más callado: Sai. Estaba con los brazos cruzados sobre su pecho y la mirada seria, como siempre.

—Bien, perdón Sai, lo siento —Me disculpé. Di un paso hacia adelante, pero la mano del odioso de Kiba en mi hombro no me dejo avanzar más allá.

—Ustedes adelantese, Naruto y yo nos iremos enseguida —Le guiñó un ojo a la única chica del grupo, haciendo que un gruñido se escapara de los labios de Sasuke, sonreí para mis andentros, sin embargo no era tiempo para burlarse.

—Bien... —Sakura asintió sin entender muy bien con los otros dos chicos a su lado comenzó a caminar en la dirección opuesta a la que Kiba y yo teníamos en este momento.

—¿Y? —Suspiré ya cansado. Kiba en serio estaba cruzando los límite de mi paciencia.—Kiba en serio, basta ya.

—¡Por favor, Naruto! —Sacudió con leve fuerza mis hombros de adelante hacia atrás.—Es una chica muy linda y–

—Y a nadie le importa. Sí, ella es linda, ¡Bien! Lo es. Pero no la conoces. Yo no la conozco y no pienso hacerle preguntas que le incomoden solo porque mi mujeriego amigo así lo quiere.

Kiba bajó la mirada aún con sus manos sobre mis hombros, y, luego de un par de segundos, una brillante sonrisa cruzó su cara.

—Está bien, está bien. Sólo... Sólo te pediré una cosa, sólo una y prometo dejar en paz a la chica y no te insistiré más —Alcé una ceja.—. Nunca más —Murmuró.

—Habla.

—Solo ve y preguntale su nombre. Nada más —Quitó sus manos de mis hombros y yo cerré los ojos.

—¿Preguntar su nombre? ¿Solo eso? —No insistiría, esperaba que sólo fuese eso.

—¡Sí! Nada más, lo juro —Alzó sus dos manos frente a mí.—Ah, pero tiene que ser ahora ya. No creo que lo hagas luego de la fiesta, ve —Me empujó hacia la casa de mi vecina, la que justamente iba saliendo de su casa en ese momento.

Oh, vamos.

Sentí mis manos temblar de tan solo verla.

No estaba mentalmente preparado para alguna otra palabra de su parte. Tal vez y ahora sea mucho peor, quizás y me diga algo como: "Muerete".

Porque... De alguna manera, creo que sí puede decirlo.

Me relamí los labios y una vez estando en su espalda, hablé.

Titubeante, pero lo hice.

—O-Oye —Pasé saliva por mi garganta una vez que ella se giró con su rostro serio de siempre a mirarme.—Yo... yo... bueno tú, no, digo yo... —Cerré los ojos presionando fuertemente mis párpados antes de que todo saliera.—¿Cuál es tu nombre?

Es estúpido sentirme así sólo por querer saber su nombre, oh, esperen un momento, Kiba es el que quiere saberlo, no yo.

—Hinata.

Rápidamente levanté la cabeza, sin saber en qué momento preferí mirar el suelo. Su tono de voz también había cambiado. Sus ojos lilas me miraban como si quisieran analizarme, tomándose su tiempo.

Hinata.

No creí que su nombre se volviese tan importante en mi vida tiempo después.