28.

148 20 3
                                    


Dakota frotó su cuello, era más de media noche, y realmente quería irse a dormir, se desnudó y buscó su conjunto de pijama, todo estaba en total silencio, excepto por el ruido de un auto.

Se acercó a la ventana y vio que Mike había regresado, se mordió el labio, sabía que encontraría la forma de colarse en su habitación, así que se quedó en ropa interior y se envolvió en las sabanas.

Tenía ganas de que él la tocara, y no importaba que se hubiera acostado hace tan solo unas horas antes con Andrés, ella quería, es más, necesitaba a Mike.

Abrió los ojos lentamente, y no sabía qué la había sorprendido más, el hecho de que ya había amanecido, o que había despertado sola, miró debajo de las sabanas, estaba totalmente sola, Mike no había ido por ella.

Y por una extraña razón eso la enojaba. Está bien, tenía que admitirlo, ellos habían hecho un acuerdo, no celos, solo se acostarían, no eran una pareja, eran solo chicos que saciaban sus ganas entre ellos, nada más. Solo eso.

Sonrió, pero por dentro no había nada divertido en todo lo que había pasado, no estaba triste, es decir, solo llevaba acostándose con Mike, ¿Cuánto? ¿Unas semanas?

Arregló su cabello, era lunes, pero como no tenía que ir a la escuela, no se sentía como un lunes, solo era un día más, se puso pantalones de chándal y una blusa de tirantes, amaba el verano, ropa cómoda y excusa para ir a la playa.

Pensó en lo tonta que había sido por sentir algo extraño, acerca de que Mike no la hubiera ido a visitar, estaba desperdiciando el tiempo, le daba demasiada importancia, a algo que no valía la pena, si él se acostaba con ella, bien, y si no, bien.

Algún día entraría a la universidad, y sabía que con ello, su vida sin responsabilidades se esfumaría, y tendría que ir a clase, leer libros, dormir poco, estudiar y tomar exámenes, y siendo sincera, era afortunada de haber salido viva de la escuela, no estaba lista para la otra etapa de estudios, además, ¡Era verano! Nadie debería tener esa preocupación en verano, era anti-natural. Quería divertirse, explorar, descubrirse a sí misma, lo merecía.

Bajó las escaleras, y su corazón se aceleró al ver a Mike, en la cocina, solo imaginaba la cara de su padre, si alguna vez lo encontraba tan cómodo en la cocina, sería una pelea épica.

—¿Qué haces aquí? —preguntó bruscamente.

—Espero por tu hermano —respondió como si fuera la cosa más lógica del universo— Me dijo que no tardaría en llegar.

Dakota abrió el refrigerador y miró dentro, pero realmente no veía nada, solo se quedó parada ahí, con su mente trabajando a toda marcha. —¿Te divertiste anoche? —preguntó, y después de unos segundos, se odió a sí misma, se suponía que lo de ellos era algo casual, sin ataduras, sin compromisos, ¿Qué diablos estaba haciendo? Le debía importar una mierda lo que él hiciera en su tiempo libre, pero tenía demasiada curiosidad.

—La pasé genial, cuando salí de la fiesta con Anabela, la llevé...

—No me importa—lo interrumpió— Me acosté con Andrés, yo también me divertí.

Mike cerró de golpe el refrigerador, haciéndola saltar del susto, se le acercó y la miró fijamente con el ceño fruncido. —Eres una maldita inmadura.

—¿Yo? —preguntó riendo— ¿Estás hablando en serio?

Ambos giraron al escuchar un ruido, Gustavo estaba mirando algo en su móvil, alzó la vista y los observó con el ceño fruncido. —¿Qué pasa? ¿Por qué están peleando?

Dakota le dedicó a Mike una mirada asesina, antes de dar la vuelta y alejarse de él. —Ya sabes, lo mismo de siempre —dijo saliendo de la cocina.

***

Me encantan ellos, la verdad verdad *-* 

Continuará...

No seas tonto, Mike!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora