No seas tonto, Mike!

33.

Al otro día recibió un mensaje de Richard, la estaba invitando a salir, él estaba interesado en ir a comprar cosas a un mercadillo vintage que abría ciertas fechas al año a las afuera de la ciudad.

Había escuchado sobre eso, pero nunca había ido a uno, la idea le parecía bastante interesante, así que no dudó en aceptar, además era domingo. Era el plan perfecto.

Se puso unos jeans, una camiseta con estampado de fresas, zapatos planos y una gorra, se trenzó el pelo y no se aplicó maquillaje, se veía bien, era el look perfecto para el día, además, no era como una cita, o algo así, solo irían al mercadillo como amigos. Solo eso.

Tenía que ser sincera, le gustaba Richard, era lindo, amable, atento, y tenía todo lo que una chica desearía, pero había algo que faltaba, era como una pieza que no estaba en todo el rompecabezas. No podía describirlo, porque no sabía cómo hacerlo, era como si algo que tenía que estar, no estuviera, y no lo entendía.

Cuando ella subió a su auto, vio su hermosa sonrisa, y verlo tan radiante, la hizo sonreír. Cerca de él no se sentía incomoda, de hecho, era todo lo contrario, con él sentía que podía ser ella misma, decir lo que en verdad pensaba, él le prestaba atención, y no se sentía como un objeto, él realmente la escuchaba.

Frunció el ceño, se suponía que todo debía fluir, sin embargo, sentía como si su hermano quisiera que ella estuviera con Richard, y no quería dar falsas esperanzas, ella no estaba interesada en una relación, y nada perdía con intentarlo, pero es que no quería hacerlo.

—¿Estás bien? —escuchó que le preguntaba él—. Pareces nerviosa.

Ella sonrió. —Estoy bien —respondió, dándole la espalda, y mirando las carteras con colores oscuros que había en uno de los puestos del mercadillo.

No quería sentir como que todo conspiraba para que ellos estuvieran juntos, porque no quería forzar las cosas, se sentía bien como estaba. Talvez estaba haciendo una tormenta en un vaso de agua, Richard no le había pedido que fueran novios, talvez estaba exagerando, esperaba que fuera eso.

Él compró dos algodones de azúcar, y le ofreció uno. —¿Sabes? He estado pensando que...

Oh, dios, no. No. No. No. Esa frase no. No quiero tener que rechazarte, no me pongas en una situación incómoda, no estoy lista para iniciar una relación, solo...

—...Ese mueble de ahí —dijo señalando el pequeño sofá azul cielo—. Se vería bien en la tienda de electrónica.

Dakota sonrió nerviosamente, sintió que todo el peso que había acumulado, caía lentamente. Gracias a Dios

Sonrió, solo estaba exagerando. Podía empezar a divertirse, era obvio que todo estaba en su cabeza, y nada era más grave de lo que se veía. Él no estaba interesado en ella, como pensaba, y eso era genial.

Se tomaron varias fotos, pero la que más le gustó fue en la que salían haciendo una cara graciosa, delante de un cerdo de metal gigantesco. No pudo evitar enviársela a Mike, con la pregunta. Adivina dónde estoy.

Sonrió cuando lo vio escribiendo, esperó una de sus graciosas frases, pero después de unos segundos, simplemente dejó de escribir, y envió un No lo sé.

Vamos, no pasaste tantos segundos escribiendo, para enviar "No lo sé." Replicó.

Solo no lo sé, Dakota. Diviértete J

Ella leyó y releyó el mensaje varias veces, el mensaje había sido enviado por Mike, y aunque era como algo que hubiera dicho él, no se sentía como Mike. Escribió un ¿Todo está bien? Pero lo borró.

Guardó el móvil, pero no lo suficientemente rápido para que Richard no viera con quien hablaba. —Tú y Mike...

Ella se quedó mirándolo. —Le envié esta imagen, me pareció graciosa y... Solo olvídalo, es algo tonto.

—No lo es, es bueno que tú y Mike sean amigos, pasan mucho tiempo juntos.

Ella se quedó en silencio, frunció el ceño. —Por un momento pensé que tú y él tenían una relación oculta, pero saber que solo son amigos, es genial, porque la verdad es que estoy interesado en ti y quiero...

Dakota lo miró fijamente, con ojos bien abiertos. —Espera, ¿Qué?

**

Espera ké 

Continuará...