29.

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Siendo sincera, en esos momentos, se odiaba a sí misma. Había quedado como una tonta, y sentía rabia, porque se había apresurado a las cosas, ¿Qué había pasado con la Dakota que siempre analizaba las cosas antes? ¿Qué había pasado con la Dakota fría y calculadora? La echaba de menos, en serio.

Había hecho el ridículo delante de Mike, Dios, ¡Qué vergüenza! No parecía ser ella misma. Me acosté con Andrés, yo también me divertí. Me acosté con Andrés, yo también me divertí. Me acosté con Andrés, yo también me divertí. Tiró la almohada al piso. Que tonta había sonado.

Tenía que hacer algo para demostrarle a Mike que no era una chiquilla boba, eso, si él quería seguir estando con ella. ¡Lo había arruinado todo! Gimió con frustración. No le solían pasar esas cosas.

Enterró su cabeza en la almohada, pensando en las posibles soluciones al episodio vergonzoso que había vivido. Escuchó que alguien abría la puerta y gruñó. —¿Estás bien, Dakota? —escuchó que preguntó su hermano.

—No —gimió.

—¿Estás así por la discusión que tuviste con Mike?

—¡Por supuesto que no! —gritó, alzando la cabeza, y girándose para mirarlo—. ¿crees que estaría así por Mike? él no me importa, no me interesa...

Gustavo alzó las manos. —Lo entendí, no te alteres.

—¡No estoy alterada! —gritó volviendo a meter la cabeza debajo de la almohada—. Vete.

—Dakota, si necesitas...

—Vete, déjame morir sola.

—Esto es algo de chicas, debes de estar en tu periodo o algo así...

Eso la hizo reír. —Gustavo, en serio, te amo, pero largo de aquí.

Él retrocedió y cerró la puerta. Dakota se giró en la cama y miró al techo, en algún momento tendría que salir de la habitación y darle la cara al mundo, específicamente a Mike.

Pasó el día encerrada en su habitación, se quedó en pijamas todo el día, y solo bajó a la cocina cuando sentía que no podía aguantar más el hambre, pero para remediar eso, había escondido debajo de la cama varios paquetes de galletas, y malvaviscos. Con eso podía vivir unos cuantos días.

Cuando la noche llegó, se paró de la cama, y miró por la ventana de su habitación, la camioneta de Mike estaba aparcada, así que él debía de estar ahí, respiró hondo, ¿Por qué tuvo que ser tan tonta? Si se hubiera controlado un poco, talvez Mike hubiera estado con ella en esos momentos.

Se tiró en la cama, cerró los ojos, y después de unos minutos, escuchó voces, una pertenecía a Gustavo, y la otra, hizo que su corazón se acelerara, ya que se trataba de Mike.

Sintió que su puerta se abría, Mike no sería tan tonto de entrar a su habitación con su hermano ahí, la cama se hundió a su lado, obligándola a salir del sueño fingido, abrió los ojos y lo vio, él acarició su mejilla tiernamente.

Dakota quería pedirle perdón por cómo se había comportado, pero antes de poder decir algo, él tapó su boca y besó sus mejillas, después de unos segundos retiró la mano de su boca, y acarició sus pezones por encima del sostén.

Ella se estiró hacia él y lo besó, anhelaba acostarse con él, era una necesidad, acarició su cuello y lo atrajo hacia su cuerpo, quería estar unida a él por muchas horas.

Él acarició sus hombros y besó su cuello, Dakota sonrió y acarició su pecho por encima de la camisa, quitó algunos botones, desesperada por sentir su piel, pero él la despegó bruscamente de su cuerpo.

Ella trató de acercársele, pero él la mantuvo alejada, presionando su agarre en sus hombros, le dedicó una sonrisa malvada. —Y para que lo sepas, no me acosté con Anabela, no corrí como un chiquillo enojado a follarme a la primera persona que tenía en frente.

Sus ojos se llenaron de lágrimas. —Mike —susurró lentamente, pero él negó, parándose de la cama y saliendo de la habitación.

—¿Encontraste el gel? —Se escuchó que preguntó Gustavo.

—No —respondió Mike—. Y no quise despertar a Castor, ya sabes cómo se pondría, me golpearía, y no quiero llegar a la fiesta con un ojo morado... Eso alejaría a las chicas.

Dakota escuchó la risa de ambos chicos en la distancia, mientras secaba las lágrimas con sus manos y trataba de no sentirse estúpida.

****

:'( 

Continuará...

No seas tonto, Mike!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora