55.

133 20 9
                                    


Aunque su padre se marchó esa misma noche, mientras ella se despedía de él, ondeando su mano, y viendo como su camioneta se alejaba, supo que había sido el mejor cumpleaños.

No hubo nada forzado, y por primera vez sintió que su padre estaba con ella, que realmente estaba cómodo en casa, y que era consciente de que tenía dos hijos.

Saber que su padre los quería, era la mejor sensación que había tenido en semanas.

***

—¿No crees que es algo tonto vestirse formal solo para cruzar la calle?

Dakota alzó la vista y se sorprendió al ver a Gustavo vestido con traje. —¿A dónde vas? —preguntó con el ceño fruncido.

Él rodó los ojos. —¿Por qué no estás vestida? Ya es tarde —dijo mirando su reloj—. Aunque nunca eres puntual, no creo que en media hora puedas alistarte, y...

Ella se paró de la cama. — ¿De qué diablos estás hablando? ¿Alistarme para qué?

Gustavo la miró como si hubiera perdido la cabeza. —La fiesta que organizó la madre de Mike, te mandé un mensaje esta mañana.

Ella pestañeó, buscando su móvil y confirmando la información. Se asomó por la ventana y notó que había movimiento en la casa de Mike. Frunció el ceño, había estado absorta, ni siquiera había escuchado nada, ni había visto su móvil.

—Es formal, así que te espero abajo en veinte minutos —dijo saliendo de la habitación.

—Está bien —dijo a la nada, pestañeando algunas veces.

Corrió al baño, y lavó su pelo, pero la tarea difícil estaba en elegir qué ponerse con tan poco tiempo, con la presión de que iría a la casa de Mike, y no estaba preocupada por Mike, sino por su madre, la cual había declarado desde que tenía uso de razón que la odiaba.

Tenía que vestirse acorde, porque si estando perfecta, la mamá de Mike le encontraba imperfecciones, no se imaginaba estando desaliñada. Optó por lo básico y confiable, un vestido negro, que acompañó con tacones del mismo color y amarró su pelo mojado, en una coleta alta.

Le sonrió a Gustavo, tratando de estar serena, pero estaba algo nerviosa. Cuando entraron en la casa se dio cuenta de que había muchas personas, incluyendo algunas caras que había visto en la fiesta familiar.

Algunos se acercaron a ella, pero rápidamente dijo que Mike y ella habían terminado, se aseguró de que su hermano no escuchara nada, porque probablemente lo hubiera malinterpretado, y no valía la pena enojarse por eso, y además, en el fondo no mentía, ella y Mike habían roto para siempre.

Instintivamente tocó su cadena, de tan solo pensar que nunca volvería a tocarlo su corazón se partía. Respiró hondo y tomó una copa de champagne, no sabía lo que celebraban, pero brindó con ella misma por la comida y bebida gratis.

A los minutos se enteró de que se trataba del cumpleaños de Claudia, la madre de Mike. Incluso se rio por lo absurdo de la situación, había un 47 gigante en la sala, ¿Cómo no lo había podido notar antes?

Estaba tan distraída que se asustaba, es decir, no darse cuenta de que frente a su casa se celebraba una fiesta, no tocar su móvil por horas, no era propio de ella. ¿Qué estaba pasando?

Miró al piso y cuando alzó la vista, observó a Mike, el cual estaba con Anabela, parecían felices, en el fondo de su alma, aunque le doliera, se sentía bien por él. Como si lo hubiera llamado con el pensamiento, él alzó la vista y cuando sus miradas chocaron, su corazón se aceleró, él le dedicó una pequeña sonrisa, y ella hizo lo mismo. Solo deseaba que él no se hubiera dado cuenta de que su sonrisa era fingida.

Casi a media noche, Claudia llamó la atención de todos. Iba a cortar su grandiosamente magnifico pastel de chocolate de cuatro plantas, pero se quedó en el rellano de las escaleras mirando a todo el mundo.

—Sé que es hora de cortar el pastel, pero antes quiero decir que he sido una mujer muy feliz en todos estos años.

Todos aplaudieron, Dakota de repente sintió que estaba en una fiesta de alguna empresa, celebrando un ascenso y no un cumpleaños. —...Pero honestamente, también estoy feliz gracias a mi hijo, el cual ha sentado por fin cabeza, y se va a casar con la mejor chica que he conocido —dijo mirando a Dakota fijamente—. Quiero brindar por Mike y Anabela.

Y en ese momento, su mundo empezó a derrumbarse. 

***

JODER QUEEEEEEEEEE 

Continuará...

No seas tonto, Mike!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora