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La canción del capítulo se llama War of hearts de Ruelle

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Él la alzó en sus brazos y la llevó hasta la cama, no necesitaron hablar, solo se necesitaban el uno al otro.

Ni siquiera se dio cuenta en que momento sus ropas desaparecieron, no fue consiente de muchas cosas, la necesidad de estar en contacto con él, era tan fuerte, que la hacía olvidar todo lo demás.

Cuando lo sintió dentro de ella, entendió que, lo había deseado tanto, tanto que dolía, era como si nunca hubieran realmente roto y aun siguieran siendo solo ellos, sin nadie más de por medio.

Mike se corrió en su interior, y el clímax hizo que no solo olvidara todo por lo que había pasado, sino también que se relajara de una forma que no había creído posible. Él tenía el poder de llevarla a otro nivel, a ese nivel que los demás no alcanzaban.

Cayó en sus brazos, y el sueño la envolvió, era como volver a estar en casa. Después de unas horas, abrió los ojos y notó que él no está a dormido, de hecho, la miraba fijamente.

Dakota frunció el ceño, pero cuando él le brindó una sonrisa, ella hizo lo mismo. Mike acarició su cuerpo con la yema de los dedos. —¿Qué te está pasando? —preguntó directamente.

Ella se colocó boca abajo y alzó su cuerpo, apoyándose en sus codos. —Todo está de cabeza, ahora mismo. Mis padres, mi vida es un asco en estos momentos.

Y le contó todo, no solo lo que le había pasado, sino como se había sentido al respecto, le habló sobre sus miedos y su profunda tristeza. Se secó las lágrimas y sonrió a su pesar. —Vamos, no quiero hablar más de mi... ¿por qué mejor...?

—Ven aquí —la interrumpió, acurrucándola contra su pecho y besando su frente.

—Sabes que me encanta escucharte hablar, preciosa —susurró acariciando su hombro—. mencionaste a ese chico, ¿Cómo era su nombre? ¿Andrés? ¿Te acostaste con él?

Ella se separó un poco de sus brazos. —¿Te acostaste con Anabela?

Él tocó la punta de su nariz. —Touché.

Ella lo miró fijamente. —¿por qué estás aquí, Mike?

—Porque no puedo estar sin ti ¿No es obvio?

Y eso la hizo reír. Ese alguien que siempre estuvo buscando para desahogarse, ese alguien al que moría de ganas por hablarle, ese alguien que necesitaba desesperadamente, ese alguien era Mike.

**

Tonny, el amigo de Gustavo celebraba su cumpleaños en el bar de su tío, así que era una fiesta que no se perdería. No sabía cómo lo hacía, pero siempre llegaba tarde a todos lados, no importaba cuanto se apurara, siempre ocurría algo, no aparecía un taxi, su vestido se rompía en alguna parte, o se ensuciaba, su base de maquillaje desaparecía, o su plancha de pelo no encendía, era como una maldición.

Esa noche llevaba un par de jeans, tacones y blusa corta blanca, originalmente tenía otro vestuario pensado, pero aludiendo nuevamente a su mala suerte, se había ensuciado con corrector, y no había podido salvarlo.

Encontró al grupo rápidamente, ya que ellos estaban haciendo una ronda y bailando, o al menos tratando de bailar hip hop, no pudo evitar sonreír cuando vio a su hermano fallar miserablemente en la pista improvisada.

Llegó hasta ellos y se unió a las ovaciones en contra de Gustavo, su hermano negó sonriendo cuando la vio entre ellos, Dakota se encogió de hombros y aplaudió. Richard se le acercó y hablaron por unos minutos, era bueno volver a ser amigos, sin intenciones de nada más, se sentía más cómoda de esa forma.

La música cambió de hip hop a pop, y todos empezaron a bailar, ella se quedó en una esquina viéndolos a todos, algo llamó su atención, tragó forzado al ver a Anabela girar y robarle un beso a Mike, él la abrasó por la espalda y trató de bailar con ella, pero Anabela huía de sus brazos, la risa de Mike resonó por el local, su sonrisa era tan brillante que le molestaba en los ojos.

Anabela tomó sus manos y se acurrucó en su pecho, y Mike la acurrucó en sus brazos, con tal ternura, que hizo que sus ojos se humedecieran.

Y sin poder evitarlo, deseó ser esa chica, deseó ser la que le robaba besos en los labios, o se dejaba envolver en sus brazos, deseó ser la chica que podía llamarlo mío delante de todos, que podía tocarlo, y acariciar su cabello.

Frunció el ceño, porque la verdad la impactó de tal manera, que su corazón dolió, y de repente lo comprendió. Ya sabía por qué le partía el alma en dos no ser Anabela, era algo tan obvio que no sabía cómo no había podido darse cuenta.

Estaba enamorada de Mike.

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AMÉ ESTE CAP, LO AMEEEEEE

Continuará...

No seas tonto, Mike!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora