66. 2/2 FELICES FIESTAS

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—¿Cómo la pasaste con mamá? —Preguntó Gustavo.

Ella dejó las maletas en la sala y metió las manos en sus bolsillos. Responder esa pregunta era difícil. Su hermano la veía de forma expectante y a la vez triste. Sabía el trasfondo de la pregunta.

¿Te quedarás con ella más tiempo o vivirás conmigo?

Conocía la sensación que estaba experimentando Gustavo, era como ella se había sentido siempre, como un perrito abandonado que no tenía a nadie, que dependería de personas que en cualquier momento podrían abandonarlo, dejarlo tirado o solo olvidarlo.

No quería sentirse así jamás, ni quería que él se sintiera abandonado. Sus padres de algún modo crearon un vínculo indestructible entre su hermano y ella. Era Gustavo y Dakota versus el mundo.

Sin pensarlo, se acercó a él y lo abrasó. Sintió que sus ojos se aguaban al sentirlo descansar todo su peso en ella. Era como si hubiera estado esperando todos esos meses por ese abrazo. Y le dolió que así fuera.

—Me alegro de que estés en casa.

Ella le sonrió y golpeó juguetonamente su brazo. —no te librarás de mi tan fácilmente.

Él tomó sus maletas y las subió a su habitación. —¿Qué hiciste en tu cumpleaños?

—La pasé con Mike —respondió, y la sola mención de su nombre hizo que su corazón diera un vuelco.

—Lógico —dijo desviando la mirada.

—Todos han estado preguntando por ti.

Ya sabía lo que iba a decir, así que solo asintió y bajó las escaleras con la excusa de preparar algo para comer. Sabía que no iba a pasar mucho tiempo antes de que Mike entrara por esa puerta con la excusa de ver a Gustavo, ellos eran como hermanos.

Así que debía prepararse, miró sus manos, las cuales temblaban. —No te hagas esto, Dakota —susurró lentamente—. Maldito seas, Mike. Maldito seas.

La puerta se abrió y ella saltó del susto. No estaba lista. No estaba lista. No estaba lista. Joder ¡NO ESTABA LISTA!

—¿Dakota? —Escuchó que preguntaba su padre.

Ella apretó los ojos con fuerza, mientras sentía las lágrimas desbordarse por sus mejillas. Dios, estaba teniendo un ataque de pánico, pero al mismo tiempo estaba sorprendida. Su padre en casa después de meses sin verlo.

Sin decir una palabra caminó hasta él y lo abrasó, no evitó romper a llorar. Simplemente no podía con todo al mismo tiempo. —¿Qué te pasa? —Preguntó su padre, apretándola con fuerza.

—Te extrañé —fue lo único que logró decir.

—Yo también, corazón.

Gustavo bajó las escaleras corriendo. —Papá —dijo incrédulo.

—También te extrañé a ti —dijo él mirando a Gustavo.

Se sentía extraño que la relación estuviera mejorada. Todo era extrañamente tranquilo, era como sentir algo de paz. Pasaban tiempo con su madre, y finalmente su padre no gritaba ni formaba una pelea cada dos por tres solo por diversión. No sabía qué estaba haciendo su padre para contener su temperamento, pero esperaba que siguiera así para siempre.

—Estaré por un par de semanas, tengo vacaciones y esta vez realmente quiero descansar.

—Entonces no estás en el lugar correcto —bromeó Dakota, haciendo que todos rieran.

Sí, había extrañado esto.

Esa noche, se dedicó a organizar sus cosas. Había extrañado mucho su habitación. Todo seguía intacto, como si ella nunca se hubiera marchado, y en efecto así se sentía. Todo era igual, excepto que estaba embarazada. Tocó su vientre. Tenía que ir al hospital y sacar a ese bebé, no podía dejar que su vida se arruinara, y tampoco podía arruinar la vida de otros con la llegada de un niño.

Se recostó del marco de la ventana. Sabía lo que tenía que hacer, pero no sabía si estaba tomando la decisión correcta. Sentía que tenía una bomba de tiempo, y así era. Debía decidir ahora o nunca.

Estaba pensando en los demás al querer abortar, estaba haciendo lo mejor para Mike, pero al mismo tiempo, ¿Quién pensaba en ella? Ni siquiera ella misma lo había hecho. Todo esto lo hacía por él.

No sabía qué hacer, y eso la estaba matando. Respiró hondo. Su puerta se abrió y su corazón se paralizó cuando vio a Mike.

Santo dios.

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Chicas, Felices fiestas!!!!! 

Se llevarán esta computadora a arreglar por al menos dos semanas, así que no hay forma de que suba otro capitulo antes de año nuevo. (Por eso subí dos) así que les deseo una feliz navidad y un próspero año 2018. 

Nos vemos el año que viene, xoxo 

No seas tonto, Mike!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora