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Tonny era uno de los chicos más fiesteros del grupo, su tío tenía un bar, y eso hacía que todo acabara en una borrachera, y eso estaba bien para Mike, es decir, estaba rodeado de amigos, en un buen ambiente, había mujeres por doquier y alcohol desmedido.

Pero particularmente ese día no tenía ganas de emborracharse. Mientras todos estaban enfrascados en una conversación sobre futbol, él estaba sentado en la barra, un poco apartado de los demás.

Había tenido una semana bastante ocupada, estaba en exámenes de la universidad, así que había estado estudiando y haciendo actividades. Se había reunido con Anabela un par de veces, ella era realmente inteligente, habían ido por un café y había estado en su casa por unas cuantas horas junto con otros compañeros, estudiando ciertos temas.

Ella era divertida, pero muy tímida, le costaba expresarse fluidamente, a pesar de que se sabía casi todas las respuestas. Él la había llevado a su grupo de estudios, y oficialmente ella estaba en su círculo de amigos.

Le gustaba pasar tiempo con ella, le gustaba su forma de ser y pensar, pero mientras la estuvo viendo casi toda la semana, y pasaba largas horas chateando con ella, sentía que faltaba algo, era un extraño vacío en medio de todo. Era la sensación de que las cosas no estaban mal, pero tampoco estaban del todo bien.

Se sentía algo tenso a su lado, como si no pudiera ser el verdadero Mike, hizo algunos chistes, los cuales Anabela, o no había entendido, o no le causaban gracia. Era una chica especial, debía reconocerlo, una buena chica, la cual encajaría perfecto en el perfil que sus padres buscan para una esposa.

Su mente había estado ocupada, pero al mismo tiempo no había dejado de pensar en Dakota, y en lo molesto que se sintió cuando ella le dijo que se había acostado con otro hombre. Es decir, sí, habían acordado que entre ellos solo habría sexo, sin más, pero de igual forma le molestaba.

Estaba siendo un egoísta, había conocido a Anabela, e incluso había llegado a pensar que ella podría ser una buena novia para él, sin embargo, se molestaba porque Dakota se interesaba en otros chicos. Era irracional, pero no podía evitarlo.

—¿Por qué tan solo? —preguntó Richard sentándose a su lado.

Mike rodó los ojos mentalmente. Empezaba a odiar a ese chico, no entendía como Gustavo podía quererlo tanto, era tan irritante e insoportable, tenía la pinta perfecta de imbécil.

Gustavo y él eran muy similares, excepto a la hora de escoger amigos, Gus tenía amigos un poco más alocados, él solía ser el de los amigos snobs, siempre tenía que saber a qué tipo de lugar iba para saber a cuáles amigos podía llevar.

Por ejemplo, sus amigos de la facultad de economía no se sentirían cómodos en el bar del tío de Tonny, y gus y sus compañeros no se sentirían muy animados en alguna fiesta organizada por sus amigos de la universidad. Cada grupo de amigo tenía una personalidad totalmente contraria a los demás. A veces se preguntaba cómo podía encajar con todos.

Pestañeó algunas veces, porque sintió que Richard seguía hablando. Gruñó y lo miró. ¿Por qué rayos sigues hablando? Frunció el ceño. —¿Qué decías? —preguntó al ver que Richard lo miraba esperando una respuesta.

—No te pediría esto si no fuera importante —dijo lentamente—. Pero necesito ayuda.

Mike bebió su cerveza, esperando que él terminara de hablar. —¿Podrías ayudarme a convencer a Gustavo de que me deje salir con su hermana?

Mike tosió varias veces. —No lo sé... diablos, no lo sé.

Richard frunció el ceño. —Solo necesito algo de ayuda, hermano. Tú estás más cerca de ellos que yo. Quisiera acercarme más a ella...

—¿A castor? —preguntó sin poder comprender.

—A Dakota —Corrigió Richard—. No te molesta ¿Verdad?

Lo que vio en los ojos de Richard no le gustó para nada, lo estaba directamente desafiando, quería que las cosas quedaran en términos generales, pero a leguas se notaba que había algo más, algo que estaba seguro de que no diría claramente.

—No sé a qué te refieres.

Richard sonrió y palmeó su hombro. —Creo que sí lo sabes.

Mike estaba a punto de preguntarle, pero todos fueron hacia ellos, rodeándolos y gritando cosas inentendibles, pero eso no hizo que dejara de pensar en las palabras de Richard, así que atravesó la multitud, y se paró directamente frente a él. —¿Por qué no hablas claro? —preguntó bruscamente.

Richard sonrió. —¿Quieres que lo haga aquí? ¿Delante de su hermano?

Mike sintió que algo dentro de él se removía. Él lo sabía. Sabía lo que estaba pasando entre él y Dakota, y si no lo sabía concretamente, al menos tenía sospechas, sospechas que podrían suponer un gran problema para todos.

No quería que Gustavo se enterara de lo que pasaba entre Dakota y él, no quería que nadie lo supiera, si Richard se atrevía a hablar, entonces empeoraría todo.

Retrocedió, sin decir nada, porque esa era una pelea en la que no quería involucrarse. Richard dio pasos al frente. —Exacto, Mike —dijo mirándolo desafiante—. Tengo esa información y planeo usarla en tu contra. 

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Cada vez más cerca de que se enteren de su relación

PD: Mañana voy al concierto de Shawn Mendes (Barcelona) y estoy REQUETE CONTENTA. No sé si les gusta él, pero tenía que decirlo *-*

No seas tonto, Mike!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora