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Katrina había negado y mostrado inconformidad en cuanto Rosejay llegó a la sala común de Ravenclaw, tras la asignación de su castigo.

Terry, por su parte, al escuchar la historia, soltó una gran carcajada.

"¿Rosejay Kasim en problemas por Clayton Macgtried?" Dijo entre risas, mientras paseaban por el patio. "Vaya novedad."

"Una cosa es resolver los absurdos misterios de ese chico, quizás inclusive todo eso de la Piedra Filosofal y que un profesor la busca, pero si continúas así podrías llegar a ser expulsada y yo..." Katrina bufó. "No quiero que seas expulsada, eres mi amiga."

Rosejay se detuvo y miró a Katrina en una súplica.

"Lo entiendo, pero es solo que Clay..." Suspiró. "Mi castigo es hoy por la noche, McGonagall nos lo ha hecho saber. Filch nos acompañará."

Katrina se cruzó de brazos.

"Que sepas que no estoy enojada, sino más bien cansada de que no tú y Clayton admitan sus sentimientos y prefieren andar dando vueltas."

Terry la apuntó, sus grandes ojos azules la miraban de forma acusadora.

"Pero yo sí que estoy enojado ahora, ¡ha sido por tu culpa que nos han quitado treinta puntos!" Negó con la cabeza. "Por un momento creí que teníamos oportunidad de ganar la copa este año, bien se sabe que Ravenclaw no la ha tenido en años y con eso, bueno, al menos hemos quedado arriba de Gryffindor y Slytherin volverá a ganarla."

Rosejay rodó los ojos.

"¿En serio eso es lo que te molesta?"

"¡Obviamente!" Contestó el niño, sin dudar. "Aunque al menos soy yo quién debe distraer a Clayton y ustedes a Snape, porque da la casualidad de que cierto par va caminando a pocos metros de nosotros..."

Rosejay se giró. Era cierto. Snape y Clayton recorrían uno de los extremos del pasillo, mientras ellos se encontraban sentados cerca de un árbol en el patio.

Habían acordado que como Rosejay tenía ya un castigo, Katrina era quien debía distraer a Snape primero, puesto que la amenaza de Filch de que ésa sería la peor noche de su vida le parecía suficiente a Terry como para dejarla someterse a otra tortura.

"Diablos, no" Katrina gimió. "Snape se burlará de mí cuando le diga mi tonta y ya preparada excusa acerca de que no he entendido la poción de la última clase."

De pronto, Rosejay sintió que esa no era una gran idea como lo parecía de primer instante.

"No tienes que hacerlo, Kat" murmuró. "Sé que es una molestia y en verdad..."

"¿Estás loca?" La interrumpió. Rosejay frunció el ceño. "¡Eres mi mejor amiga! Por supuesto que voy a ir con Snape a molestarlo hasta que me pida que me aleje con gritos, porque eso te hará feliz" le sonrió, "y además, el asunto de la Piedra Filosofal es algo muy serio. No voy a quedarme aquí sin hacer nada."

Katrina los dejó y se acercó a Snape. Clayton aprovechó aquella distracción y se alejó del profesor, para ser emboscado por el pequeño Terry segundos más tarde.

Rosejay lo observó firmemente, con un retorcijón en su pecho. Clayton no le había dirigido la palabra desde el día anterior, y aunque la cantidad de tiempo no era tan larga, le dolía cada segundo que transcurría.

Entonces Clayton alzó los ojos, y sus miradas se encontraron.

Rosejay sonrió, profunda y sinceramente.

Y Clayton dejó que Terry lo llevase por el pasillo,

sin efectuar un gesto.

Draco dormiensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora