33

158 30 4
                                    

Antes que nada, admiremos este hermoso manip hecho por etirils, ¡mil gracias!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Antes que nada, admiremos este hermoso manip hecho por etirils, ¡mil gracias!

***
El mundo seguía su curso natural a pesar de la gran tristeza y miedo que embriagaban a Rosejay.

La semana de exámenes continuaba, y Rosejay no tuvo idea de cómo logró concentrarse para realizar cada una de las prácticas o largos cuestionarios, sobre todo con Clayton en la misma habitación.

Él se limitaba a verla de lejos, como en los primeros días, sin demostrar señal aparente de disculparse por lo sucedido.

Y Rosejay... Rosejay simplemente no tenía idea de qué pensar.

Katrina y Terry parecían felices de que no había vuelto a mencionar a Clay o la Piedra Filosofal en toda la semana, pero sólo eso, parecían. Rosejay sabía perfectamente que su amiga estaba temerosa por el secreto que guardaban, y Terry lucía tanto o más nervioso que ella, pero como Katrina les había dicho en una ocasión para tranquilizarlos, mientras Dumbledure estuviese en Hogwarts nada malo ocurriría, él no lo permitiría, además, Fluffly protegía la entrada y según le había contado Harry, nadie más que Hagrid sabía como dominarlo.

El tiempo para el último examen del curso terminó. Rosejay entregó su pergamino y por primera vez en mucho tiempo, no fue capaz de experimentar aquella bien conocida satisfacción suya por asegurar una buena calificación.

Quizás se debía a que Clayton llevaba toda la hora viéndola, sin dirigir la mirada a su escritorio en ninguna ocasión.

Y también, como Rosejay imaginó, finalmente se acercó a hablarle al final de la clase.

"Lula" la saludó. Su voz temblaba, como sus manos. El salón se había vaciado, dejándolos a ambos en la entrada "Creo que tenemos una charla pendiente."

Rosejay frunció los labios. Por encima del hombro de Clayton buscó a Katrina, pero ésta ya se había ido, seguramente a festejar.

"La última vez que nos vimos tú no parecías querer charlar" Clayton suspiró. Ella casi sintió compasión por él, casi.

"Fue un error, lo lamento" murmuró, sin bajar la mirada. "No tienes idea de lo arrepentido que estoy, en el pleno sentido de cada letra que conforma esa palabra."

Asintió.

"Está bien" Rosejay dio media vuelta, dispuesta a dejar el salón.

"Creí que era lo mejor" Clayton se apresuró a hablar, deteniéndola. "Sé que estuvo mal lo que hice, ese estúpido impulso... Pero creí que era lo mejor, para mantenerte alejada de mí. Y también creí que iba a lograrlo, pero me equivoqué" Rosejay volvió a girarse. Clay lucía tan vulnerable, como un niño pequeño que de pronto se ha perdido. "No puedo vivir sin ti, Rosejay Kasim, no quiero ni espero hacerlo. Porque, ¿en qué te has convertido para mí? Antes solía llamarlo simple curiosidad, después obsesión y ahora... Ahora estoy seguro que se trata de amor. Y yo no ansío que me ames, yo no ansío estos sentimientos, pero aquí los tengo, y soy muy débil para deshacerme de ellos como lo he sido en muchas otras ocasiones. Soy débil, Lula, y de alguna forma, contigo me siento más fuerte."

Fue como si de pronto todo vocablo en su idioma se esfumara de su cabeza. Rosejay, en otro momento, seguramente habría ido corriendo a él a rodearlo con sus brazos y decirle lo mucho que le correspondía. Mas en ese instante, con todo lo que había pasado entre ellos, no se sentía cómoda ni estando en la misma habitación.

Katrina tenía razón, Clayton podría ser peligroso.

"Dices todo ese gran discurso, pero es únicamente eso, un buen discurso" replicó. "No sé nada de ti, Clay, y lo poco que en realidad pienso saber... ¿Cómo creerte?"

Clayton avanzó hacia ella. Rosejay retrocedió la misma cantidad de pasos. 

"¿Me tienes miedo?" Preguntó él con una sonrisa triste. Rosejay asintió. "Supongo que deberías, sobre todo con lo que has descubierto de mi" la chica se sobresaltó. "Admito que todo el año he estado en algo malo, pero tú ya sabes de eso, me he dado cuenta. Has estado investigando con tu querido amigo Harry Potter acerca de la Piedra Filosofal..." suspiró, de nuevo. Clayton era puro suspiros y sonrisas nostálgicas. "No puedo echarme atrás, no después de todo."

"Si que puedes" Rosejay fue ahora quién se aproximó. "Puedes hacerlo, Clay. Te meterás en muchos problemas si sigues con eso."

Clay soltó una risa corta.

"El problema en verdad es que ya tengo muchos de esos."

"Clay, estás ayudando a..."

"No digas su nombre" la interrumpió. "Yo sé lo que hago, no soy un niño pequeño que necesita que le recuerden que debe..." se detuvo. 

Rosejay se acercó aún más ante su silencio, hasta tenerlo de frente.

"¿Clayton?"

"Un niño pequeño" murmuró, sus ojos moviéndose frenéticos por la habitación. "No soy un niño pequeño."

"¿A qué te refieres con eso?" 

Clayton la tomó por lo hombros. Esbozó una sonrisa.

"¡No soy un niño pequeño, Lula! ¡Él si!"

Y después, salió corriendo.

Draco dormiensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora