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Tras unos segundos de carrera, Rosejay frenó de golpe al ver a Harry Potter y a Ronald Weasley hablar frente a la puerta que buscaba.


"¡Es el cuarto de baño de las chicas!" Alcanzó a escuchar que Harry bufaba.

"Qué observadores" dijo Rosejay cuando finalmente estuvo a su misma alturs. "¿Alguna otra obviedad que quieran comentar antes de que los interrogue sobre su presencia en este lugar?"

"¡No nos acuses, por favor, Hermione está ahí dentro!" Empezó a explicar Ronald. "¡Necesita nuestra ayuda!"

Rosejay arrugó la nariz al percibir un peculiar olor...

De trol.

"¿Acaso hicieron lo que creo?" Preguntó incrédula. "Ustedes realmente o son muy valientes, o están dementes."

Su mirada se dirigió a la puerta cerrada con llave, y luego ambos niños que murmuraban un nombre  mientras discutían una forma de irrumpir, sacarla de ahí y salir ilesos.

Se encogió de hombros. Y rápidamente, ellos llegaron a la misma conclusión. ¿Que otra opción tenían?

Abrieron la puerta, y los tres se adentraron al cuarto. La niña dentro del baño, aquella con la que Rosejay había hablado antes, estaba agazapada en la pared opuesta, y la gran figura avanzaba hacia ella, rompiendo los lavabos en el proceso.

"¡Distráelo!" Gritó Harry a su amigo, mientras él mismo tomaba una cañería y la lanzaba al gran trol.

Rosejay corrió en dirección a Hermione aprovechando la confusión de la criatura, y la tomó del brazo.

"¡Corre, niña, corre!"

Hermione reaccionó a duras penas, y ambas se agacharon cuando el trol dejó de prestarle atención a Potter y a Weasley y regresó su atención a ellas.

Rosejay buscó a tientas su varita, y soltó un gemido al no sentirla cerca. Seguramente se le había caído con las prisas.

"¡Tienes que ayudarme a buscarla!" Le pidió a Hermione, desesperada. "¿Tienes tu varita?" La niña negó. Rosejay se mordió el labio, descartando la idea de decirle a Potter y a Weasley que hechizo usar, al no tener idea de las habilidades de ambos. "Diablos, ¡anda, hay que buscar!"

Las dos empezaron a tantear entre los escombros. El trol estaba tan cerca...

Entonces Potter saltó al cuello del maligno personaje, y en un acto muy estúpido y valiente, le enterró la varita en la nariz.

"¡Wingardium leviosa!" Escuchó que Weasley gritaba, y cuando alzó la vista, tras finalmente hallar su varita, vio como el bastón del trol se elevaba, y luego caía sobre la cabeza de la criatura, derrumbándolo.

La habitación vibró, y tanto Rosejay como Hermione caminaron lentamente, lo más alejadas posibles que pudieron del gran cuerpo inconsiente, hasta llegar con los niños.

"¿Esta... Muerto?" Preguntó Hermione.

Harry negó.

"No lo creo, está desmayado" observó su varita, cubierta de mucosidad verde e hizo una mueca. "Puaj, que asco."

Rosejay suspiró.

"Esto estuvo mal" murmuró. "¿Un trol en Hogwarts? ¿Qué sigue, un gran perro custodiando una puerta secreta?"

Los tres Gryffindors se tensaron ante sus palabras.

"¿De dónde has sacado eso?" Preguntó Harry, confundido. "¿Y quién eres?"

Rosejay abrió la boca para contestar, pero antes de que pudiese hacerlo, observó con el rabillo del ojo que el trol empezaba a despertarse.

Desmaius!" Dijo, y el trol volvió a caer.

Harry, Ron y Hermione soltaron una gran respiración, y Rosejay no tuvo ni tiempo de imaginar la razón por la cual Harry Potter se había mostrado tan interesado en su juego de palabras, porque la profesora McGonagall, Quirell y Snape se hicieron presentes.

A Rosejay no le quedó nada más que cruzar los dedos.

Draco dormiensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora