Draco dormiens

29

Katrina aún la esperaba despierta cuando Rosejay llegó de su castigo, con el pequeño Terry ya rendido sobre sus piernas.

"¿Disfrutando de los frutos de tu rebeldía?" Su amiga le preguntó en un susurro, acariciando el cabello negro del niño. Rosejay sonrió inconscientemente ante tal acción.

"¿Qué tan dormido está Terry?" Preguntó, y cuando Katrina le respondió que cayó rendido en cuanto llegó, Rosejay miró de un lado a otro y por las entradas de ambas escaleras para asegurarse de que nadie las escuchara. "En el bosque escuché a un centauro hablar con Harry Potter."

"¿Los llevaron al bosque?" Katrina entrecerró los ojos, chispeantes de curiosidad. "Esos salvajes..."

"Hagrid quería que buscaramos un unicornio muerto siguiendo el rastro de su sangre" hizo una mueca de tristeza, al igual que su amiga. "Y lo encontramos. Vimos a una horrible criatura beber su sangre..." Negó, asustada por el recuerdo. "Las dos sabemos lo que causa tomar la sangre de unicornio. El centauro le dijo a Harry que únicamente alguien que no tuviese que perder y estuviese esperando algo en específico para regresar lo haría, como el elixir de la vida de la Piedra Filosofal. ¿Y si todo este tiempo hemos creído las razones incorrectas? Snape no quiere la Piedra para él mismo ni mucho menos para Clay, ambos quieren usarla para revivir a..."

Katrina se estiró, aún con Terry sobre las piernas, y le cubrió la boca con una mano.

"Ni se te ocurra decir ese nombre" Rosejay intentó quejarse. "Sólo voy a soltarte si prometes no hacerlo" rodó los ojos, pero asintió. Katrina regresó a su posición original. "Todo esto es realmente serio si lo que dices es verdad. Debemos avisar a algún profesor cuanto antes."

Terry se removió un poco. Ambas lo vieron, preocupadas. Confiaban en el niño, y aunque Harry Potter y sus amigos tenían la misma edad y estaban más metidos que Rosejay en todo ese asunto, no deseaban involucrarlo en algo peligroso.

"También ví a Clayton allá" Katrina la miró confundida. "Dijo que estaba ahí para hablar conmigo" y le contó todo lo relacionado a su aspecto, el asunto de los centauros y su huída.

"Y le creíste, por supuesto."

"No, no lo hice" Rosejay odió admitir. "Podré estar enamorada, pero no soy una tonta. Clayton oculta algo, y aunque ya sabemos que confabula con Snape para revivir a..." Katrina negó, prohibiéndole pronunciar el nombre.

"No es una casualidad que él estuviera ahí y que hubiese un unicornio muerto, y si hablamos de ese supuesto tatuaje suyo..." dijo. "Rosejay, Clayton está en serios problemas. Si se descubre su participación en todo esto..."

"Será expulsado" terminó su oración. "E irá a Azkaban. ¿Crees que no lo sé? Pero él..." Suspiró. "Hay algo en él que me hace dudar de todo esto."

"El hecho de que estás locamente enamorada puede afectar un poco tu juicio" Katrina sonrió entristecida. "¿Qué haremos con esto que sabemos?"

"Ningún profesor nos creerá" Rosejay no contestó, sino Terry, quién poco a poco abrió los ojos, bostezando. "Nos tomaran por locos o también nos expulsaran por cómo hemos averiguado todo esto."

"¿Cuánto tiempo llevas despierto?" Katrina preguntó con suavidad, viendo a Rosejay de reojo.

"Lo suficiente para saber que mi jugador favorito de quidditch escolar no es quién yo creía" volvió a bostezar y se levantó, caminando medio zonámbulo hacia las escaleras de la habitación de los varones. "Nos tomarán por tontos en cuanto contemos esa historia. Y Snape tendrá a Clayton completamente en sus manos."

"Terry tiene razón" Katrina murmuró. "Nadie nos creerá, ni siquiera aunque otros nos apoyen."

"Y Snape no confesará" Rosejay acotó. "Mucho menos Clayton."

Katrina apretó su mano al ver cómo luchaba por no derramar lágrimas.

"Debes alejarte de él, Rosejay. Si todo esto es verdad, él es una persona peligrosa."