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"Miren allí" dijo Hagrid, después de que llevaban un rato caminando por el sendero. "¿Ven eso que brilla en la tierra? ¿Eso plateado?" Rosejay siguió la dirección de su mirada, y efectivamente, en el suelo había una gran mancha plateada, rodeada por más motas del mismo color. "Es sangre de unicornio. Hay por aquí un unicornio que ha sido malherido por alguien. Es la segunda vez en una semana. Encontré uno muerto
el último miércoles. Vamos a tratar de encontrar a ese pobrecito herido. Tal vez tengamos que evitar que siga sufriendo."

"¿Y qué sucede si el que hirió al unicornio nos encuentra a nosotros
primero?" Malfoy era incapaz de ocultar el miedo que sentía.

"No hay ningún ser en el bosque que pueda herirlos si están conmigo o
con Fang" dijo Hagrid. "Y sigan el sendero" se llevó una mano a la barbilla y los observó, contándolos rápidamente. "Ahora vamos a dividirnos en dos equipos y seguiremos la huella en distintas direcciones. Hay sangre por todo el lugar, debieron herirlo ayer por la noche, por lo menos."

"Yo quiero ir con Fang" se apresuró a decir Malfoy, acercándose al animal y la seguridad que ofrecían sus largos colmillos.

"Muy bien, pero te informo de que es un cobarde" Rosejay esbozó una corta sonrisa ante la mueca efectuada por el niño. "Entonces yo, Harry y Hermione iremos por un lado y Draco, Neville, Rosejay y Fang, por
el otro" a Rosejay se le borró la sonrisa. No Draco Malfoy, por favor. "Si alguno encuentra al unicornio, debe enviar chispas verdes, ¿deacuerdo? Saquen sus varitas y practiquen ahora..." Todos expulsaron chispas verdes de las puntas de sus varitas. "Está bien... Y si alguno tiene problemas, las chispas serán rojas y nos reuniremos todos... así que tengan cuidado... en marcha."

Unos pasos más adelante, el sendero se partió en dos. Harry, Hermione y Hagrid fueron hacia la izquierda
y Rosejay, Malfoy, Neville y Fang se dirigieron a la derecha.

"Esto es estúpido e injusto" refunfuñó Malfoy, aún temeroso. "Mi padre..."

"Oh, por Merlín" Rosejay lo interrumpió. Fang iba delante de ellos, olfateando por ahí y por allá. "¿Podrías cerrar la boca unos minutos? Te hemos escuchado decir lo mismo desde que salimos del castillo."

"¿Y tú quién eres para hablarme así?" Malfoy bufó. "No eres más que Potter y éste" apuntó a Neville, quién se mantenía pegado a Rosejay, con la barbilla, "o cualquier otro sangre sucia que..."

"No uses ese término frente a mi" frunció el ceño. Ellos no llevaban farol, pero si utilizaban sus varitas para iluminarse, por lo que Rosejay lidiaba con concentrarse en lo que sucedía a su alrededor —puesto que el bosque no era ningún lugar tranquilo, a pesar del silencio que los rodeaba— y en soportar a Malfoy.

Malfoy pateó una roca. Neville brincó ante el eco provocada por la misma, ocasionando una sonrisilla de suficiencia en el rostro del Slytherin.

"No me digas que eres amiguita de los sangre sucia como Potter... Yo no los soporto. Y luego está ese tonto chico en Slytherin que inclusive juega en el equipo de quidditch... Lo bueno es que casi se gradúa, no tendré que aguantarlo más."

Rosejay se detuvo de golpe y se giró para tenerlo cara a cara.

"¿Con qué derecho hablas así de él?" Exclamó, furiosa ante el comentario respecto a Clayton. "La única molestia aquí eres tú, y Neville y yo... ¡Hasta Fang estaría feliz de que te callaras! Hagrid nos pidió que buscaramos algo, y si no lo encontramos porque tengo que hablar de nuevo para callarte no dudaré en dejarte sólo con Fang para volver."

Malfoy tragó saliva, pero no su orgullo. Rosejay suspiró, ajustando su coleta y volviendo al frente. Bien, quizás se había pasado de la raya con todo lo que había dicho, pero ya estaba harta de los constantes insultos hacia Clayton y de cómo él no hacía nada para detenerlos.

Siguieron caminando, con Malfoy quejándose de vez en cuando y Rosejay fastidiada de callarlo, se limitaba a guardar silencio. La compañía de Neville y Fang era silenciosa y mucho más agradable que la de aquel niño.

El rastro de la sangre del unicornio desapareció pronto, sin encontrar resultado.

"Debemos ir en otra dirección" murmuró, observando como las manchas plateadas se alejaban poco a poco del sendero. ¿Quién había dudo capaz de cometer una atrocidad como aquella? Un unicornio era una criatura sagrada, inocente en su totalidad. "Vamos, no perdamos el..."

Rosejay miró a sus acompañantes. Estaba Neville y también Fang, pero no había señal de Malfoy.

Se llevó la mano a la frente. ¿Es que acaso ahora debía ir tras de Malfoy después de haber deseado que desapareciera por la última media hora?

El susurro emitido por las hojas de los árboles le provocaron un cosquilleo en la espalda. Malfoy podía ser un pesado, pero ella no era capaz de abandonarlo ahí, no sin sentir remordimiento.

Neville y ella se dieron la espalda, para empezar a llamar al niño...

Y una figura saltó de la oscuridad en respuesta, alcanzando a Neville y ocasionando que liberase chispas rojas de su varita.

Rosejay apuntó a la figura, y antes de que pudiese murmurar algo, la risa de Draco Malfoy se hizo presente.

"¡Te he asustado, gran tonto!" Apuntó a Neville, burlón. "¡Debiste ver tu cara... Y la tuya igual!" Se dirigió a Rosejay. "Hace unos instantes te creías muy valiente, defendiendo a ese sangre sucia... ¿Acaso es tu amigo, tu novio?" Soltó una carcajada más. "Es patético, patético y..."

En Hogwarts estaba prohibido el uso de magia contra estudiantes, pero no decía nada respecto a que ésto se tropezaran accidentalmente por una raíz de árbol que creció con una curiosa irregularidad...

Malfoy cayó al piso.

"Ahora" Rosejay dijo, una vez que el niño gimoteo e hizo lo propio de uno de sus berrinches antes de ponerse de pie, con las ropas y el rostro lleno de tierra, "¿qué cara creen que ponga Hagrid cuando se de cuenta de que no estamos siendo atacados por hombres lobo?"

Draco dormiensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora