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Sus compañeros lo miraban fijamente en cuanto se aproximó a la mesa.

Clayton contuvo la respiración, manteniéndose de pie unos segundos junto a su asiento antes de tomar lugar.

Al principio, no hubo conversaciones a su alrededor o comentarios. Todos estaban demasiado callados a decir verdad... Hasta que el idiota de Marcus Flint abrió la boca.

"¿Es cierto lo que dicen, Macgtried? ¿Tú ayudaste a Quirell y a ese niño de Ravenclaw?"

Él asintió.

"¿Y por qué diablos lo hiciste?" escuchó otra voz.

"Creí que me convertiría en alguien importante" contestó. Ya no tenía miedo de confesar todo aquello. La única persona frente a quien hubiese deseado borrar esos sucesos estaba sentada en otra mesa y no dejaba de verlo con una sonrisa. "Estaba muy equivocado."

"Por Merlín que si" dijo Marcus. "Eres un loco."

"Pero también ayudaste a Harry Potter" continuó otro. "Y te revelaste ante Quirell, Terry y quién-tú-sabes-quién."

Volvió a asentir.

"Su nombre es Voldemort."

Escuchó un chillido.

"¡No lo llames por él! ¡No tienes la menor idea de lo que podría suceder!"

"Después de lo que pasó ya no tengo miedo de llamarlo así" dijo Clayton. "Temerle a un nombre... No, es preferible temerle al dueño del nombre. Un nombre es poderoso, pero no si le restamos importancia."

  Por suerte, Dumbledore llegó antes de que alguien pudiese decir algo más.

"¡Otro año se va!" dijo alegremente Dumbledore. "Y voy a fastidiarlos con la charla de un viejo, antes de que puedan empezar con los deliciosos manjares. ¡Qué año hemos tenido! Esperamos que vuestras cabezas estén un poquito más llenas que cuando llegaron... Ahora tienen todo el verano para dejarlas bonitas y vacías antes de que comience el próximo año... Bien, tengo entendido que hay que entregar la copa de la casa y los puntos ganados son:en cuarto lugar, Gryffindor, con trescientos doce puntos; en tercer lugar, Hufflepuff, con trescientos cincuenta y dos; Ravenclaw tiene cuatrocientos veintiséis, y Slytherin, cuatrocientos setenta y dos."

Los alumnos sentados en la mesa de Slytherin aplaudieron y gritaron a todo pulmón. Algunos inclusive se abrazaron, pero nadie pareció notar de nuevo a Clayton. Eso no lo molestó.

"Sí, sí, bien hecho, Slytherin" dijo Dumbledore. "Sin embargo, los acontecimientos recientes deben ser tenidos en cuenta."

 Todos se quedaron inmóviles.

"No, no, no..." escuchó murmurar a Marcus Flint, mientras que su sonrisa se borraba un poco.

 "Así que" dijo Dumbledore "tengo algunos puntos de última hora para agregar. Sí... Primero, para el señor Ronald Weasley... por ser el mejor jugador de ajedrez que Hogwarts haya visto en muchos años, premio a la casa Gryffindor con cincuenta puntos" la mesa de Gryffindor vitoreó tan fuerte que el mismo techo pareció sacudirse. Clayton vio entonces a Rosejay, quién prestaba atención a Dumbledore. "Segundo... a la señorita Hermione Granger... por el uso de la fría lógica al enfrentarse con el fuego, premio a la casa Gryffindor con cincuenta puntos" la tabla de posiciones se movía frente a sus ojos, Gryffindor estaba ya cien puntos arriba... Clayton no dejaba de ver a Rosejay. "Tercero... al señor Harry Potter... por todo su temple y sobresaliente valor, premio ala casa Gryffindor con sesenta puntos."

El estrépito fue total. Gryffindor tenía ya los mismos puntos que Slytherin. En cambio, sus compañeros de casa no lucían muy complacidos por todo aquello.

"En cuarto lugar, a la señorita Kasim y la señorita Pond" Clayton vio como Katrina pegaba un brinco, chillaba y abrazaba a Rosejay, quién reacción igual, "por demostrarnos que no hay nada que no pueda vencerse sin un poco de astucia y un buen amigo, premio a la casa de Ravenclaw con treinta puntos."

La mesa de Ravenclaw vitoreó, a pesar de encontrarse en tercer lugar. Todos sabían muy bien que festejaban, al igual que Hufflepuff, que Slytherin no obtuviese su victoria.

  "Hay muchos tipos de valentía" continuó Dumbledore, invocando al silencio con un movimiento de brazo. "Hay quetener un gran coraje para oponerse a nuestros enemigos, pero hace falta elmismo valor para hacerlo con los amigos. Por lo tanto, premio con diez puntosal señor Neville Longbottom" 

Gryffindor oficialmente los había superado. Los alumnos de esa casa se pusieron de pie en medio de gritos y aplausos. Las otras mesas los imitaron... Excepto la de Slytherin por supuesto. 

"¡Alto, alto!" exclamó Dumbledore. "Antes de realizar un cambio en la decoración, me temo que tengo un par de puntos más" el silencio volvió a la habitación. Dumbledore sonrió a la multitud. "Al señor Clayton Macgtried, por su notoria valentía, premio a la casa de Slytherin con cinco puntos."

Clayton se quedó boquiabierto, al igual que aquellos que lo rodeaban. No recordaba alguna vez haber ganado un punto en toda su estadía.

Dumbledore dio una palmada. La decoración cambió como lo había dicho. Rojo y dorado suplantaron al verde y plata. Los profesores se estrechaban las manos, así como la gran serpiente fue sustituida por un león. Los alumnos festejaban... Pronto, una chica de Slytherin cuyo nombre no recordaba se puso de pie, aplaudiendo igual.

"¿Qué haces?" gruñó otra. "¿No ves que festejan nuestra derrota?"

"Dumbledore nos ha premiado con cinco puntos por Clayton" contestó ella. "Eso me parece algo que aplaudir."

"Al diablo, eso es cierto" dijo James Halleck, poniéndose de pie igual y palmeando la espalda de Clay en el proceso. "Hombre, no te preocupes, el próximo año ganaremos de todas formas."

Media mesa de Slytherin terminó uniéndose a la celebración, y un puñado de esos alumnos felicitaron a Clayton.

Él continuó sentado un rato, observando como Rosejay se giraba para mirarlo y le sonreía, aplaudiendo en su dirección.

Oh, casi podía sentir la gloria de esos días... No, en definitiva la gloria de ese día, en ese preciso instante superaba a cualquier otro.

Había sido un año lleno de ajetreos y malos momentos, pero también había sido el año en que finalmente había hablado con Rosejay y no sólo eso, sino que ahora ambos conocían los sentimientos del otro. Y además,  con todo lo sucedido valoraba ya más un par de cosas que antes les restaba importancia.

Clayton simplemente no podía ser más feliz.



Draco dormiensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora