Stay {Junhoe & Rosé}

°8°

Terminé de arreglarme, me di una última mirada en el espejo y sonreí. No era creída pero admito que me veía muy bien. Tomé mi teléfono y un poco de dinero por si acaso y los metí en un bolsillo de mi pantalón. No tenía ganas de llevar bolso.

Luego salí de la habitación y me encontré con mis amigas sentadas en el sofá viendo televisión y comiendo palomitas. Me puse enfrente del aparato, obstruyendo la vista y di una vuelta lentamente con una sonrisa.

─¿Cómo me veo? ─les pregunté al parar y mirarlas. Jisoo y Lisa sonreían mientras que Jennie seguía seria comiendo palomitas.

─Bella ─Lisa me respondió, a lo que Jisoo asintió.

Les sonreí en forma de agradecimiento y en ese momento mi teléfono sonó. Junhoe me había enviado un mensaje diciéndome que estaba enfrente del parque. Sentí mis adentros brincar de alegría y me despedí de las chicas.

─¡Cuídate! ─me gritó Jisoo.

─¡Lo haré! ─respondí desde la entrada, poniéndome unas deportivas negras.

Me miré en el espejo de cuerpo entero que teníamos. Vestía una camiseta color naranja, una chaqueta verde oscuro, pantalones jean oscuros y una gorra negra. Me cubrí la boca y nariz con un tapabocas negro y salí del apartamento. De pronto comencé a sentirme nerviosa por salir con él, ¿como los viejos tiempos? Esperaba que todo saliera bien.

Crucé la calle al parque y me adentré en él. Me dirigí al árbol en donde siempre nos veíamos, y un minuto más tarde vi a Junhoe apoyando su espalda en él y mirando al cielo estrellado. Sonreí y me acerqué a él, y tan pronto me escuchó me miró y lo noté sonreír detrás de su tapabocas negro. Él vestía ropa oscura, como la mayoría de veces: Pantalón negro, camiseta negra, zapatos negros y gorra negra, el único color que hacía contraste era su chaqueta roja, la cual le quedaba de maravilla.

─Estás hermosa ─Me dijo con dulzura y yo sentí mis mejillas calentarse.

─Tú igual ─le respondí y me miró unos segundos en silencio─. ¿Vamos? ─le pregunté y él sacudió su cabeza y asintió.

─La pasaremos genial ─Me dijo caminando a mi lado y yo no estuve más de acuerdo.

¡Iríamos a la feria!

Teníamos que tomar el autobús así que esperamos por él en la parada conversando sobre cosas sin mucho sentido. Poco después nos encontramos sentados al fondo del autobús, yo en la ventana y viendo los autos que iban junto a nosotros. Escuché a Junhoe tocer con fuerza, la tercera vez desde que nos juntamos, y lo miré preocupada.

─¿Seguro que estás bien?

─Más que bien ─respondió─. Sólo es un poco de gripe.

─Deberías descansar en vez de estar en la calle en puro invierno.

─Hey, ya lo teníamos planeado. No cancelaría una salida contigo por un poco de tos ─dijo con obviedad. Yo sonreí y volví mi mirada a la ventana.

Nos mantuvimos en silencio todo el trayecto, y cuando bajamos del autobús pudimos ver desde la parada las diferentes luces de la feria y sus juegos. También pudimos escuchar el ruido que provenía de allí, especialmente los gritos eufóricos de las personas. Caminamos a él y entramos. Habían muchas personas de todas las edades, miré a Junhoe un tanto preocupada por si lo descubrían, pero él andaba muy tranquilo, así que yo intenté tranquilizarme igual.

No perdimos tiempo y subimos a todos los juegos que nos llamó la atención. Llegábamos a discutir en el momento de comprar las entradas ya que él quería pagar por los míos pero yo no creía que era correcto. Aún así terminó ganando.