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Un pesado suspiro salió de mi boca. Mis ojos estaban fijos en el espejo que reflejaba mi horrible apariencia de hoy. Tenía el cabello en una coleta y mi rostro estaba sin una pizca de maquillaje, dejando ver mis oscuras ojeras y la rojez de mi rostro. Llevo una semana sin poder dormir correctamente, y después de la para nada agradable conversación con Junhoe ayer, no pude pegar ojo en toda la noche.

Mi rostro se veía más delgado, mis mejillas ya no estaban tan regordetas como antes. El efecto de no comer bien. Intentaba alimentarme porque necesito la energía para poder bailar, sin embargo, no tenía apetito, y si comía apesar de no querer, me daba náuseas.

Me encontraba como un completo asco.

─¡Por favor! ─exclamó Lisa.

─¡Dame mi monedero! ─exclamó Jennie.

Desvié mi mirada de mi reflejo a la dirección en donde estaban mis amigas. Lisa tenía en su mano el monedero de Jennie y esta intentaba quitárselo, pero como Lisa era más alta, alzaba su mano y la otra no podía alcanzarla.

─¡Compra helado! ─pidió Jisoo.

Ahogué una risita. Jennie se quejó y le gritó a Lisa para que le diera su monedero por segunda vez, pero esta se alejó corriendo, entonces Jennie la persiguió.

─¡Yo te invité snacks ayer! ─le dijo Lisa mientras seguía corriendo─. ¡Al menos comprame un helado!

─¡Me invitaste porque quisiste!

─Jendeuki, por fa~ ─le dijo Jisoo cuando Jennie se detuvo junto a ella con la respiración agitada─. Un helado nos haría feliz y más productivas ─le dio una mirada de cachorro.

─Yo quiero helado ─dije en voz calmada y haciendo un pequeño puchero. Me apetecía uno y debía ayudar a mis amigas a conseguirlos.

Jennie suspiró. ─Está bien. Solo porque Rose quiere uno ─Abrí mis ojos en sorpresa. Debo admitir que sonó lindo─. Al menos comerá algo hoy ─me dio esa mirada de regaño, a lo que respondí con una pequeña mueca. ¡No era mi culpa no tener apetito!

─¡YAY~! ─Gritó Lisa con alegría y salió corriendo de la sala.

─¡Pero dame mi monedero, Lalisa! ─Jennie le gritó y corrió detrás de ella.

Sonreí ante la escena y me acosté en el piso. Jisoo se sentó a mi lado poco después y comenzó a usar su celular.

─Oye. . . ─llamó mi atención─. ¿Crees que es lindo? ─me mostró la pantalla de su celular y vi un rostro masculino y desconocido. Parecía un chico de alrededor su edad y apuesto, aunque no mi tipo.

─No está mal. ¿Por? ─Una pequeña sonrisa se formó en su rostro.

─Es un amigo de la infancia. Me contactó hace poco. Antes parecía un algodón de azúcar, ahora está como una sexy tabla de chocolate ─Reí a carcajadas, no pude evitarlo─. Ha cambiado mucho tanto de físico como de personalidad. Es muy maduro, pero aún tiene la dulzura del algodón de azúcar.

Le gusta. No me cabía duda. Su sonrisa lo demostraba.

─Qué lindo. ¿Sabe que. . .─No pude terminar la pregunta porque alguien entró a nuestra sala de prácticas y me interrumpió.

Stay {Junhoe & Rosé}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora