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Nuestro nuevo apartamento era el doble de grande al anterior. Tenía cuatro habitaciones  (uno para cada una, ¡yay!), dos baños y una cocina más cómoda junto a una sala de estar más amplia a la anterior. También teníamos un pequeño balcón que daba vista al edificio dónde vivía iKON. Nos podríamos saludar de lejos. Reí ante el pensamiento. En fin, nos hicimos cargo de arreglar nuestro nuevo hogar y de decorarlo a nuestro gusto, y solo nos tomó dos días.

Cuando ya estuvo todo organizado, las cuatro nos tiramos en nuestro nuevo y largo sofá, dejando salir suspiros de cansancio. Jennie y Jisoo jugaron a piedra, papel o tijeras para saber quién se duchaba primero (compartían un baño) y Lisa y yo hicimos lo mismo (compartíamos el segundo). Jennie y Lisa ganaron. En lo que ellas se duchaban, Jisoo y yo nos pusimos a usar nuestros teléfonos.

─¿Cómo van las cosas con Junhoe? ─me preguntó al par de minutos de estar en silencio.

─Bien ─respondí sin quitarle la vista a mi celular.

─¿Han vuelto?

─No.

─Hmm. . . ¿Volverás con él?

Ahora levanté la mirada a ella ante su pregunta. No me había detenido a pensar en eso.

─Si seguimos como ahora, tal vez ─respondí en voz baja. Ella sólo asintió con una pequeña sonrisa y volvió la mirada a su celular─. ¿Crees que no debería?

─Haz lo que te haga feliz, Rosé ─me dijo con dulzura, pero un tanto divertida al decir el nombre, y se lo agradecí con una sonrisa.

Era cierto que Junhoe y yo estábamos volviendo a hacer los de antes, me estaba sintiendo cómoda junto a él otra vez. Seguía gustandome, seguía enamorada de él, y poco a poco mi corazón empezó a volver a entregarse a él; me trataba bien, me demostraba que me apreciaba y tenía sus momentos cariñosos. Pero aún me costaba confiar en él al cien por ciento.

Él quería volver conmigo, lo sabía porque me lo ha dicho varias veces. Me extrañaba y yo a él también, extrañaba ser la pareja de antes, la tonta y peleona, la que siempre discutía por cosas estúpidas y sin sentido pero que al final nos partíamos de risa. Extrañaba abrazarlo sin ninguna razón, solo para sentirlo cerca de mí. Extrañaba sus besos, los que me hacían olvidarme de todo y sentir que los únicos eramos solo nosotros dos, los que me provocaban esa sensación de mariposas en mi estómago. Lo extrañaba tanto. . . . Y sí, si seguía como íbamos, tal vez, le daría otra oportunidad.

─Vete a bañar ─me dijo Lisa al llegar a la sala de estar ya duchada y vestida con ropa limpia.

No perdí el tiempo y salté del sofá. Me di una ducha de cabeza a pies, logrando quitarme el sudor y cansancio que la mudanza me causó. Después fui a mi habitación y me vestí con un pantalón corto y una sudadera grande roja que me cubría hasta un poco más abajo del trasero. Me dejé el cabello suelto para que se secara al natural y luego volví a la sala de estar. En ese momento llamaron a la puerta. Lisa saltó del sofá y corrió a ella, segundos después la abrió.

─Oh, ¿qué hacen aquí? ─La escuché preguntar con sorpresa.

─Queríamos ver su nueva casa ─Escuché esa voz profunda que tanto me gustaba.

Mi corazón se aceleró y me puse nerviosa. ¿En serio, Rosé? ¿Lo has visto un montón de veces y sigues poniéndote nerviosa? La respuesta era sí.

Me dio curiosidad saber con quien había venido, y pronto lo supe cuando entraron a la sala de estar. Solo era Jinhwan, pero igual me sorprendió. Los dos iban bien vestidos y Jinhwan cargaba con una caja. Los saludé con una sonrisa y ellos hicieron lo mismo.

Stay {Junhoe & Rosé}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora