Stay {Junhoe & Rosé}

°23°

Le entregué el celular a su dueña mientras apretaba los dientes. Me puse de pie y a paso rápido salí de la sala.

No me quedaría de brazos cruzados después de ver lo que Junhoe en realidad había hecho. No le permitiría que me viera como una tonta. Pero ya lo era, por volver a confiar en él.

Entré a sala de iKON sin importarme que me vieran, ni si todos los chicos estaban ahí, y me dirigí hacia Junhoe. Al todos verme, detuvieron su baile y Junhoe me miró confundido. Al llegar hacia él le di una bofetada, y los chicos dejaron salir exclamaciones de sorpresa.

─Eres un idiota ─comencé a hablar con la voz débil y sintiendo nudos apretarse en mi garganta─. No quiero volver a verte y jamás vuelvas a buscarme ─Le di la espalda y rápidamente me dirigí a la salida.

─¡Rose! ─gritó a mis espaldas al mismo tiempo que salía de la sala. Los chicos le gritaron que no me siguiera, y al parecer les hizo caso porque no vino detrás de mí.

Lágrimas pronto comenzaron a caer de mis ojos mientras me dirigía a la salida de la compañía. No quería seguir aquí, necesitaba estar sola y tomar aire. El pecho me dolía.

Confíe en él y volvió a defraudarme. Me mintió. Me dijo con tanta seguridad que no estuvo con ninguna chica. . . Y yo le creí, como la tonta que soy. Seguro esta no era la primera vez que lo hacía. Quizás algunas de esas veces que me decía que estaría ocupado toda la noche, se iba de fiestas y a estar con otras chicas. Yo no era lo suficiente para él, solo me quería para tenerme a su lado cuando me necesitara.

No se preocupaba por mí, porque si lo hiciera, se preocupara también de no hacerme daño como siempre lograba hacer.

Dos veces. Dos veces confié en él y dos veces me defraudó.

Tal vez todas esas cosas que me dijo antes de volver a salir eran mentiras. Jennie tenía razón. No debí creerle ni volver con él, porque me tomaría como un juego, haría lo que quisiera conmigo, luego me mentiría para hacerme feliz, yo lo perdonaría y así sucesivamente.

No debí haberle dado otra oportunidad, no debí. . . .

La brisa movía mi cabello y el cielo indicaba que llovería, y aunque estuviera lejos de la casa, decidí irme caminando. Tenía el rostro lleno de lágrimas y sollozos querían escaparse de mi boca, pero no lo permití. Me odiaba por llorar y que él fuese el causante. "Si amas a una persona, jamás la hagas llorar". Él nunca me amó, sus palabras eran completamente falsas. Sus miradas tiernas eran fingidas, sus cariños eran actuados para hacerme feliz y mantenerme entre sus manos, para después poder apretarme tan fuerte hasta que no pueda respirar. Como ahora.

Tan pronto llegué a la casa, me entré a duchar, y mientras el agua caía sobre mí, los sollozos lograron escaparse de mi boca, y mientras más sollozaba, menos sentía esa presión en el pecho.

¿Cómo se suponía que le daría la cara a mis amigas ahora después de que me lo hayan advertido, al menos Jisoo y Jennie?

Me sentía tan avergonzada.

Recordé todas esas veces en que me besaba, acariciaba y nos entregabamos el uno al otro. Esos momentos en los que me sentía tan querida y deseada por él. Pero quizás no era la única a quien quería y deseaba, no como me había dicho. Él era un mentiroso y solo decía lo que me gustaba escuchar.