°5°

1.1K 66 21
                                    

¿Alguna vez he dicho lo mucho que me encanta la comida tailandesa? Pues es así. ¡La amo! Su delicioso sabor, el picante. . . Dios, me gustaría casarme con un chef tailandés para comer toda la comida que quisiera, porque estoy segura que nunca me cansaría.

Solíamos venir seguido al mismo restaurante tailandés que quedaba a cuatro cuadras de nuestro apartamento. A todas nos encantaba, obviamente que a Lisa mucho más ya que es comida de su país de origen, y a ella teníamos que agradecerle por traernos aquí por primera vez hace un par de años. No habían muchas personas en el restaurante, estaba tranquilo pero la música de fondo no lo era mucho. Habían puesto la canción del nuevo grupo femenino que había debutado: Twice. A las cuatro se nos hacía difícil no murmurar la canción o movernos un poco al ritmo, puesto que era muy pegadiza y las chicas eran geniales.

Como teníamos el día libre, habíamos ido de compras, paseado un poco ya que no solíamos hacerlo mucho, y por último nos encontrábamos cenando en el restaurante. Mientras me llenaba la boca de comida miré a Lisa y Jisoo, quienes habían empezado a pelear por la última carne. Las ignoré y seguí disfrutando de la delicia que había en mi plato.

—¿Pido otra porción de carne? —preguntó Jennie, y Lisa y Jisoo asintieron rápidamente. Hasta yo quería más.

Llamó al mesero y pidió más carne. Mientras terminabamos lo que teníamos, Lisa suspiró, llamando nuestra atención.

—Quisiera saber cuando debutarán un nuevo grupo en nuestra compañía —habló con tristeza, que inmediatamente me contagió.

—Pronto, eso es seguro —Jisoo respondió con su positivismo y gran sonrisa de siempre.

—Cuando pase tendremos competencia —Jennie comentó.

Era cierto. Habían muchas trainees, pero exactamente otras cuatro chicas eran una de las favoritas como nosotras, por lo que serían nuestra competencia. No era por creerme superior, pero nuestro grupo era mucho mejor.

—Tenemos que esforzarnos mucho más cuando nos informen y demostrar que merecemos debutar —dije yo.

—Si no es con nosotras, Jennie debuta seguro —dijo Jisoo divertida, a lo que la mencionada rió un poco.

—Es cierto. Eres la favorita de todas —le dije. Ella lo único que hizo fue entrarse más comida en la boca. Le gustaba que le dijeran cosas así, pero no lo demostraba, al contrario, se hacía la indiferente—. ¡Ahí viene la carne! —exclamé en voz baja y dando pequeños aplausos al ver al mesero con un plato de carne dirigiéndose a nosotras.

Y así continuamos comiendo y hablando de cualquier cosa por otra hora. Cuando nos habíamos llenado hasta el punto de no poder con nosotras mismas, decidimos irnos a casa. Caminamos a paso lento, pues nuestra hartura nos hacía sentir pesadas. La noche estaba fría y oscura. Nuestro vecindario era tranquilo, lo que nos hacía disfrutar de una calmada y silenciosa caminata.

A cinco minutos de la casa, Lisa me pidió que la acompañara a la tienda de comestibles más cercana para comprar algunas cosas que quería. Jisoo y Jennie siguieron su camino a la casa y yo acompañé a la menor. Compró cuatro bolsas de patatas para todas, cereal dietético, una leche y sus zumos favoritos. Al final terminé pagando por la mitad de las cosas aunque no haya sido mi idea comprar, pero necesitabamos cereal y leche para desayunar al día siguiente.

—Llévalo —le dije a Lisa cuando el señor nos entregó la bolsa con nuestra comida. Ella solo suspiró e hizo lo que le dije—. Buena niña —la molesté.

—¡Yah! —se quejó con un pequeño puchero mientras salíamos de la tienda.

Nos dirigimos nuevamente a la casa, esta vez discutiendo porque me burlé cuando se equivocó con una palabra en coreano, también por su acento tailandes, que era muy tierno en verdad. Me encantaba molestarla; era a la única que podía molestar sin miedo a que me reprochen. Jisoo y Jennie eran mayores y no podía hablarles informal, al menos no mucho como a Lisa.

Stay {Junhoe & Rosé}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora